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sábado, 20 de noviembre de 2010

Concurso Bundt Cake Whole Kitchen: chocolate & zucchini bundt cake

Este verano me tocó hacer un largo viaje, con motivo de un congreso, hasta San Diego. El viaje fue largo, pero mi estancia fue breve, y lo único que traje de allí fue un molde Bundt que compré en un Macy's cerca del hotel porque, mala suerte, el Williams-Sonoma estaba de obras.

El molde lo utilicé al poco de volver para hacer este Vanilla&Orange Bundt cake, y desde entonces dormía  en un armario, no porque no me gustara, sino porque no he parado en todo el año! Cuando este mes empecé a ver recetas de bizcochos Bundt por todas partes decidí unirme al mogollón. Así que con este bizcocho superchocolatoso participo en el concurso Bundt cake organizado por Whole Kitchen. 
Es un bizcocho fácil de hacer, rápido, para esos días estresantes en los que  necesitas lo que los ingleses llaman to indulge y que tiene difícil traducción al castellano, ¿quizá se puede traducir como darse un capricho? Es un bizcocho con un sabor a chocolate brutal, sólo apto para los muy amantes del chocolate, reconozco que no es tan mono como los bundt que veo por ahí en vuestros blogs, pero, reconozcámoslo, lo mío no son las filigranas. A cambio, como contrapunto, el uso de azúcar moreno, calabacín, y aceite de oliva, le da el toque sano al asunto para los que necesiten una excusa para pecar. Yo, por mi parte, ¡no necesito excusas!

Ingredientes (para un molde Bundt de 12 tazas, aunque un molde redondo de los grandes seguro que también vale)

2 tazas de harina
1 taza de cacao en polvo
1 y 3/4 tazas de azúcar moreno
2 cucharaditas de levadura química de repostería
1/2 cucharadita de sal
3 huevos
1/2 taza de aceite de oliva
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 y 1/2 tazas de calabacín rallado

Cobertura
6 onzas de chocolate negro
un chorrito de leche

Precalentar el horno a 180ºC. Mezclar en un bol (en el de la Kenwood o la KA, si tenéis) los ingredientes secos. En otro bol, batir bien los huevos, y añadir el aceite y la esencia de vainilla. Mezclar con los ingredientes secos hasta tener una masa densa y homogénea. Mientras tanto, rallar los calabacines necesarios hasta llenar 2 tazas y media. Añadir a la mezcla anterior y seguir mezclando.
Engrasar el molde con un poco de aceite de oliva. Verter la mezcla, y hornear 50 minutos.
Dejar que se enfríe 10 minutos antes de desmoldar.
Y si no tenéis suficiente chocolate, podéis ponerle una cobertura derritiendo unas onzas de chocolate negro en un poco de leche, en el microondas, a baja potencia. Luego lo distribuís bien por encima del bizcocho y ya es la locura.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Daring Cooks Nov'10: soufflé de ortigas - wild nettle soufflé


Con un día de retraso pero aquí está mi contribución al Daring Cooks de noviembre, cuyo tema es el soufflé. Como este es el mes de la comida silvestre, he aprovechado para hacer un soufflé silvestre, preparando este gran clásico de la wild food anglosajona, el soufflé de ortigas.

Dave and Linda from Monkeyshines in the Kitchen chose Soufflés as our November 2010 Daring Cooks’ Challenge! Dave and Linda provided two of their own delicious recipes plus a sinfully decadent chocolate soufflé recipe adapted from Gordon Ramsay’s recipe found at the BBC Good Food website.
 
La ortiga es la reina de la comida silvestre. Ya la usaban los griegos, y tiene muchas propiedades beneficiosas como la de mejorar la circulación, estimular el aparato digestivo y ayudar a la digestión, ser depurativa y además tiene un alto contenido en hierro y minerales. El osito Paco escribirá  en su blog Locávoros una entrada sobre las ortigas en breve, donde explicará mejor sus propiedades y cómo y donde recolectarla.

Como los soufflés tienen fama de difíciles, traté de documentarme antes de ponerme manos a la obra. Como siempre recurrí al McGee. Estos son sus consejos para tener éxito con el soufflé:
  • Temperatura del horno: no debe sobrepasar los 200ºC, porque entonces el soufflé subirá muy rápido pero bajará mucho cuando lo saquemos del horno. Tampoco debe ser inferior a 160ºC, porque entonces no cuajarán las proteínas del huevo que dan consistecia al soufflé. Una temperatura de 180-190ºC es lo ideal.
  • Consistencia de la base: no debe ser muy líquida, porque entonces el soufflé se desbordará. Las claras hay que montarlas hasta el punto de picos húmedos, si se montan más será muy difícil mezclarlas con la base y no quedará homogéneo. 
  • Preparación del molde: según McGee lo de poner mantequilla y queso en el molde no sirve para nada, excepto para desmoldar el soufflé con más facilidad. Si no queremos desmoldarlo, no hace falta ponerle nada al molde.



Ingredientes

200 gr de hojas de ortigas
2 huevos, las yemas y las claras separadas
una bechamel hecha con 75 ml de leche entera, una cucharada sopera de harina y una cebolleta

Lo primero que hay que hacer es el puré de ortigas. Para eso limpiamos 200 gr de hojas de ortigas, las hervimos 10 minutos, las colamos, y las pasamos por la batidora. El agua de hervir las ortigas os recomiendo guardarla porque se puede tomar como infusión, tiene propiedades depurativas y es muy buena para aligerar las digestiones pesadas. Reservamos el puré y vamos calentando el horno a 190ºC mientras hacemos la bechamel. Rehogamos en aceite de oliva la cebolleta muy picadita. Cuando esté dorada añadimos la cucharada de harina, bajamos el fuego, rehogamos y añadimos la leche. Removemos hasta tener una bechamel espesa.
Mezclamos la bechamel con el puré de ortigas y las yemas de huevo y salpimentamos.
Montamos las claras hasta tener consistencia de picos húmedos. Mezclamos con el puré anterior con ayuda de una espátula. Llenamos ramequines individuales, y horneamos 12 minutos.
El resultado es un soufflé ligero de sabor muy suave. Tenemos que practicar con la consistencia de la mezcla para conseguir que suba más, aunque conseguimos que no bajara demasiado. Para ser nuestro primer soufflé nos quedamos gratamente sorprendidos con la textura. Y sobre todo, es muy sano y muy silvestre.

Y aprovecho para recordaros que hasta el 30 de noviembre podéis enviar vuestras recetas para participar en el I Concurso de Comida Silvestre.

lunes, 1 de noviembre de 2010

I Concurso de Comida Silvestre (Wild Food) y una tarta de mermelada de madroño canario


Bueno, pues viendo que algunos se animan a participar me lanzo a organizar el I Concurso de Comida Silvestre.
La comida silvestre, más conocida en el mundo anglosajón como wild food, no es otra cosa que todo aquello que crece o vive de manera silvestre, en la naturaleza, y que no hemos plantado, sembrado o criado nosotros mismos (bueno, ni nosotros ni otros seres humanos, quiero decir que una calabaza robada en el huerto del vecino ¡¡no es comida silvestre!!).
Lo que quiero conseguir organizando este evento es que todos recordemos, por una vez al menos, que todo lo que hoy en día comemos surgió de la naturaleza y terminó en las estanterías del super tras un largo proceso de domesticación. Hemos perdido ese enlace directo con nuestro entorno y nuestra comida, y es lo que me gustaría que recuperásemos, aunque sea sólo por un rato. Paraos a mirad el entorno en el que vivís, preguntad a los mayores del lugar. Hay multitud de plantas comestibles alrededor nuestro, con sabores y olores totalmente desconocidos, probablemente mucho más potentes que sus hermanas las plantas domesticadas. Además, recoger frutos salvajes a lo largo del año nos ayudará a conocer las estaciones y su influencia en nuestro habitat.

Para participar en el concurso lo único que tenéis que hacer es recolectar, pescar o cazar algún tipo de producto silvestre y preparar un plato con él. Es suficiente con que al menos un ingrediente sea silvestre, y vale cualquier cosa desde setas, orégano, diente de león, té de roca, moras, castañas, lechuga de mar, menta, higos chumbos, endrinas...... hasta un pulpo, unas lapas, sardinas o un conejo. No quiero con esto herir la sensibilidad de nadie, ni tampoco hacer apología de la caza (mucho menos en este blog casi-vegetariano) pero lo que se pesca o caza también es comida silvestre, y por eso creo que debo incluirlos en el evento. Michael Pollan ya escribió una extensa discusión sobre este aspecto en su libro El dilema del onmívoro, cuya lectura os recomiendo. Pero, eso sí, quien quiera incluir una receta de caza tiene que tener la sangre fría de cazar él o ella misma.

Contadnos qué habéis encontrado, en donde, lo que habéis aprendido sobre esa planta.  Colgad la receta en vuestro blog enlazando a este evento, y dejadme el enlace en los comentarios de la entrada (novedad: quien no tenga blog y quiera participar puede enviarme la receta por correo electrónico a comida(punto)silvestre(arroba)gmail(punto)com junto con una foto y yo la colgaré en el blog cuando haga el resumen). Tenéis hasta el  30 de noviembre para participar. Si queréis, podéis anunciar el evento con su logo en vuestro blog copiando el código siguiente:

<a href="http://laflordelcalabacin.blogspot.com/2010/11/i-concurso-de-comida-silvestre-wild.html"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_tXJMGwEXK8HRtJWcH7N1iC-437qOZoagx1gbjNCfpGhtJUubDtvHYI-ILFA4GIB2II7kc-lWM9uCOLK4vnje61hoOI8M8fiJxeGydlmVjmfd_tweCavGmJJblKBZCgZroCcsn4lXBd4/s1600/LOGO_WILD+FOOD+LLR.jpg" width="200" /></a>

Entre las recetas participantes realizaremos un sorteo y el ganador o ganadora recibirá el librito Food for Free, que es la guía de comida silvestre más popular en el mundo anglosajón, y alguna otra sorpresa preparada por nosotros con productos silvestres.

Os dejo algunos recursos que os pueden ser de utilidad, aunque lamentablemente en España aún no hay mucha información al respecto:
  • para los que habláis inglés: la web de Green Deane "Eat the weeds", donde hay fichas y vídeos sobre multitud de plantas, o la de Fergus Drennan, "Wild man wild food"
  • para los que vivís en Canarias: el blog del osito Paco, "Locávoro"
  • información sobre plantas en general: infojardín
Y algunos consejos para ser un buen recolector silvestre:
  • nunca arranquéís las plantas enteras. Tomad trozos de varios especímenes, tratando de no matar la planta, para que pueda seguir produciendo. Es útil llevar una navaja o tijeras.
  • tratad de no llevaros las semillas, sobre todo de plantas anuales, de manera que puedan volver a germinar al año siguiente. Si recogeis setas, nunca uséis bolsas plásticas, usad cesta, para que las esporas caigan al suelo. Tampoco uséis rastrillos ni utensilios que perturben el habitat.
Y para empezar aquí os dejo mi receta. Es una tarta muy fácil de hacer, cuyo único secreto es la masa, una masa deliciosa receta de David Lebowitz, y el relleno de mermelada de madroños canarios recogidos en el bosque de La Esperanza, cuyo sabor recuerda ligeramente a la carne de membrillo.



Ingredientes

para la masa:
110g de mantequilla
100g de azúcar moreno
1 huevo
1 yema de huevo
1/8 de cucharadita de café de extracto de almendra
190g de harina de trigo blanca
70g de harina de trigo integral
1/2 cucharadita de café de sal
2 cucharaditas de café de levadura de repostería
para el relleno:
1 bote de mermelada de madroño canario casera, hecha con las frutas de los Arbutus canariensis que hay en los bosques de La Esperanza

para la mermelada de madroño:
500 gr de madroños (el osito Paco ha escrito en su blog Locávoro un extenso artículo sobre el madroño, donde explica cuando y cómo recolectarlos y usarlos)
250 gr de azúcar moreno

 2 cucharadas soperas de azúcar moreno para decorar

Primero hacemos la mermelada. Lavar los madroños, ponerlos en un cazo con agua sólo hasta cubrirlos. Hervir hasta que estén ligeramente blandos. Pasarlos por el chino, y, junto con el agua de hervirlos y el azúcar, ponerlos al fuego y darle vueltas hasta que espese.

Para hacer la tarta, batir la mantequilla y el azúcar, cuando esté bien mezclado añadir el huevo, la yema y el extracto de almendra. En otro bol, mezclar las harinas, la sal y la levadura. Ir añadiendo los ingredientes secos a la mezcla anterior, hasta tener una bola. Pesar 2/3 de la masa (en mi caso eran unos 350 gr), hacer un disco y guardarlo en la nevera bien tapado. Con la masa restante hacer un cilindro de unos 5 cm de diámetro, envolverlo y dejarlo también en la nevera hasta que se enfríe.
Precalentar el horno a 180ºC. Cuando la masa esté fría, ponerla en la base de un molde desmontable y aplastarla presionando con la palma de la mano hasta que ocupe todo el molde. Poner por encima el relleno de mermelada de madroño. Sacar el cilindro de masa de la nevera. Cortar discos e ir poniéndolos encima del relleno. Poner por encima el azúcar moreno y hornear 20 minutos o hasta que esté dorada.
Se puede comer tibia, pero está aún mejor al día siguiente cuando los sabores se han mezclado bien.