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miércoles, 22 de agosto de 2012

Gazpacho de solanáceas, macrobiótica, y por qué nunca hay que seguir ninguna doctrina a pies juntillas y sin dudar

Aunque sea verde, es un gazpacho de tomate
Estos tomates están maduros, ¡son verdes!

Vaya por delante que no tengo nada contra la macrobiótica en general. De hecho, uno de mis restaurantes favoritos en Madrid es La Biotika, el primer macrobiótico que abrió en Madrid hace unos 20 años. En el par de días que he estado de paso en Madrid he vuelto a comer allí y es una opción sanísima frente a la cantidad de jediondeces que se sirven por ahí. Su menú siempre lleva verdura, legumbre y cereal en unas proporciones adecuadas, ya que ese es uno de los pilares de la dieta macrobiótica. Así que, por favor, ruego que ningún talibán de la dieta, que seguro que los hay, me ataque por escribir esto. Pero es que tengo que escribirlo, porque como buena científica que soy no puedo soportar las creencias absurdas sin fundamento, y me he quedado loca con algo que he descubierto acerca de la macrobiótica: la recomendación de no comer solanáceas. Los protagonistas del verano en la huerta ¿y los destierran de la dieta?

Las solanáceas son una familia de plantas entre las que se encuentra la patata, el tomate, la berenjena o el pimiento. La mala fama de esta familia viene de los primos "chungos": la belladona, el estramonio y otras plantas ricas en alcaloides de las que se sacaban potentes drogas bastante tóxicas. Un alcaloide es una sustancia que afecta al sistema nervioso, y entre los más conocidos están la cafeína, la cocaína, la morfina o la nicotina.

Se supone que en macrobiótica el consumo de patata, tomate, berenjena y pimiento no está admitido porque, según dicen, contienen solanina, un alcaloide tóxico. Pero, según Harold McGee, esto no es correcto. La solanina es el alcaloide que contiene la patata cuando se deja al sol y se pone verde, únicamente. Si se tiene cuidado al sembrarlas, para que en ningún momento queden al descubierto, y se almacena adecuadamente tan sólo tiene cantidades ínfimas. El alcaloide que contiene el tomate es la tomatina, y no existe ni una sola evidencia acerca de su toxicidad. Y, aún más, parece ser que la tomatina pasa por nuestro intestino absorbiendo colesterol LDL y arrastrándolo fuera de nuestro cuerpo. O sea, que no sólo no es pernicioso comer tomates, sino que es buenísimo para la salud. El alcaloide de la berenjena es la solasonina, y está presente en los frutos en cantidades mínimas. A cambio, la berenjena contiene estatinas, las sustancias que ayudan a bajar el colesterol. La creencia de la toxicidad de las solanáceas de manera genérica data del siglo XV, cuando no se sabía mucho ni de química ni de botánica. Tampoco he conseguido encontrar ningún estudio que demuestre la relación entre el consumo de solanáceas en general y la artritis o la acumulación del calcio en los tejidos blandos. Sólo he encontrado un artículo no concluyente acerca de la solanina (que es el alcaloide de la patata, que la contiene en pequeñas cantidades) y webs en las que no se citaba ningún estudio científico.

A parte de eso, muchos vegetales contienen tóxicos en cantidades ínfimas, que les ayudan a defenderse de sus depredadores. Por ejemplo, la espinaca o la acelga tienen ácido oxálico. Y sin embargo no he visto por ningún lado que esté desaconsejado en macrobiótica. Las manzanas, remolachas, cerezas o alcachofas, que contienen solanina al igual que la patata, tampoco están en la lista de vegetales desaconsejados.

Y luego están los que sacan los pies del tiesto diciendo tonterías. Por ejemplo, leí en esta entrevista a una presunta experta que decía que no comían solanáceas porque "han venido de América y no son productos procedentes de nuestra cultura". A ver, lo primero, un poco de idem: la berenjena viene de Persia. Es que, hay que joderse, ¡la gente habla sin ninguna información!. Lo segundo, que yo sepa, la soja, la quinoa, el mijo o las judías azuki tampoco son productos de nuestra cultura y sin embargo se consumen masivamente en la dieta macrobiótica europea. Así que un poquito de rigor.

Una de las cosas buenas que tiene la macrobiótica es la recomendación de adaptar la dieta a los productos de temporada de tu región. Aprovechemos, pues, y consumamos estos vegetales tan mediterráneos ahora que están de temporada. No sé quien se ocupa de decidir qué se debe o no se debe comer en macrobiótica. Pero no estaría de más que se revisaran los conceptos a la luz de los nuevos conocimientos (nuevos, por decir algo). No pueden basarse en creencias del s. XV para decidir qué comen y qué no comen.

¿Y cual es la moraleja de este asunto? Dudad, dudad de todo. Incluso de lo alternativo. A mi la gente que no duda me da miedo. Porque son los que hacen que triunfen los totalitarismos.



Y tras esto os dejo con este gazpacho de solanáceas. Lo hemos preparado con nuestro gran descubrimiento "tomatil" del verano: el tomate green zebra. Lo probamos en Canadá y nos gustó tanto que sacamos las semillas, las guardamos, y este año sembramos unas cuantas matas. Es un tomate de los que allí llaman "heirloom", variedades antiguas que se han conservado en familias y pequeñas granjas y que ahora se están tratando de recuperar. Es un tomate muy particular, porque nunca se pone rojo. Aunque eso no significa que no madure. Al contrario, es un tomate muy dulce. De hecho, en las catas que hemos organizado en nuestros respectivos trabajos y familias ha resultado uno de los favoritos. Y eso que al principio la gente lo mira raro: "habéis cortado uno que está verde" y tú "que no, ¡que es así!". Al final lo prueban y a todos les encanta.

Pera melón, tan contento en su mata

La otra solanácea del gazpacho es un pera melón (solanum muricatum), también llamado pepino dulce, pepino melón, pepino de fruta o melón de árbol. Es un fruto difícil de encontrar, que se cultiva sobre todo en sudamérica. Nuestro gurú R. tenía una mata en la huerta y nos gustó y sembramos otra este año.

Así que el gazpacho llevaba:

500 gr de tomates green zebra
un pera melón
un buen chorro de aceite de oliva virgen
un poquito de sal
4 dientes de ajo asado (para ver cómo asar los ajos leer esta entrada)

Se tritura todo con la batidora. Se pasa por el chino. Se guarda en el frigo y se bebe bien bien frío. Y dejáis a los colegas patidifusos cuando lo prueben.

¡Solanáceas, sí gracias!



25 comentarios:

  1. Lo de las solanáceas es muy característico de la macrobiótica, y lo cree a pies juntillas bastante gente no macrobiótica pero que sigue alguna dieta "alternativa" (no sé que palabra usar).
    Uno más de los montones de mitos sobre la alimentación que pululan por todas partes.

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  2. Pintaca. Gran frase la de la gente que no duda... pero es que nos enseñan precisamente a eso en los colegios, sentido crítico nulo. Hay incluso gente que cree todo lo que pone la Wikipedia como si fuera el evangelio (otra cosa en la que no hay que creer a pies juntillas, por cierto).

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  3. Tengo psoriasis, que degeneró en artritis psoriásica. En mi caso, las solanáceas me sientan fatal, antes lo notaba en la piel si las ingería, ahora se me hinchan las articulaciones. Pasé mucho tiempo antes de que me recomendaran retirarlas de mi dieta, y en mi caso fue muy beneficioso. Y no fue por la Macrobiótica, sino por el libro "Healing psoriasis" de John Pagano.

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    1. Hola Nityananda,
      yo respeto la opción de cada cual, pero ¿no te has parado a pensar que quizá lo que te ha curado ha sido tu convencimiento de que dejando las solanáceas mejorarías? No hay evidencia científica de que la solanina provoque psoriasis, y sin embargo hay una evidencia enorme de que nuestro estado de ánimo, el estrés, y otros factores psicológicos influyen enormemente en ella. El poder de nuestro cerebro es tremendo. Yo tengía psoriasis y desde que tengo una huerta y me alimento con productos de temporada ya ni me acuerdo de ella. Pero sé que debe ser por la tranquilidad y el buen rollo que me aporta.

      Por otra parte, como he explicado en la entrada, ni el tomate ni la berenjena tienen solanina. Eso era algo que se pensaba antes. Así que si estás convencida de que lo que te enferma es la solanina, podrías volver a comer tomate y berenjena con treanquilidad.

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  4. Según Pagano y otros, el problema de las solanáceas es que acidifican el organismo. Lo de la solanina no entro ni salgo, no tengo ni idea. El efecto placebo y el convencimiento los descarto totalmente como causas de mi mejora, puesto que he probado mil cosas y de entrada no creo en nada. Además me encantan la patata, así que me gustaría estar equivocado. Pero el cuerpo da sus señales. Actualmente la ingesta de solanáceas me produce inequivocamente inflamación en las articulaciones. Y la dieta Macrobiótica me sienta fenomenal, aunque no soy estricto con ella. Una pena, me encantan las patatas y la pizza.

    Está bien informarse, ver todo tipo de opiniones y luego probar por uno mismo. Al final es la propia experiencia la que cuenta. Y la mía es la que he descrito, no puedo decir otra cosa.

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  5. Hola Nityananda,
    evidentemente, tenemos una aproximación a los problemas diametralmente opuesta. Yo necesito entender el por qué de las cosas, nunca me ha bastado con decir "vale, me funciona, ya está", necesito ir siempre más allá. Por eso me hice científica. Saber por qué algo funciona en una persona, es lo que te lleva a estar seguro de que funcionará en otra y en otra, y es lo que ayuda a comprender su mecanismo de manera que se pueda generalizar y ayudar a todo el mundo. La propia experiencia es individual, yo voy detrás de los principios generales.
    La manera científica de encarar el problema habría sido dejar de comer patata, y ver si eso te funciona. Y si no, dejar de comer tomate. Ir probando con cada parámetro, uno a uno, para llegar a averiguar qué es realmente lo que te enferma. Si de pronto dejas de comer todas las solanáceas, y además cambias otros hábitos en tu vida, entonces no puedes discernir cual de todas esas cosas te ha curado.
    Pero si a ti te vale, estupendo. Lo importante es encontrarse bien.

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    1. Yo dejé de comer pimientos (que me encantaban) y mejoraron inmediatamente mis dolores articulares pero no sé por qué. Voy haciendo experimentos, quitando o introduciendo alimentos. No conozco la macrobiótica.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. El problema yo lo enfocaría de otro modo, antes de demonizar a las solanáceas en general. En caso que existiera alguna evidencia científica de que el contenido en solanina de algunas solanáceas pudiera afectar a la salud, creo que deberíamos cuestionarnos la razón botánica por la cual esa familia genera alcaloides. Las plantas probablemente generan esos compuestos para evitar que los animales se coman los frutos (o tubérculos) antes de que estos estén completamente maduros (y sus semillas formadas y listas para germinar, que será la consecución de sus vidas). El contenido en solanina es mucho mayor en frutos inmaduros que en los maduros, porque evidentemente las plantas “quieren” que sus frutos sean comidos por animales y que sus semillas sean dispersadas para la dispersión de sus genes.
    En el negocio de hoy día de la agricultura industrial, tal como está montado, se recogen los frutos completamente inmaduros para luego ser madurados de manera química en cámaras y bajo demanda. De esa manera soportarán los transportes por medio mundo y durarán más en las estanterías de los supermercados. Quizá los problemas que puedan registrarse de intolerancias o alergias a algunos frutos y verduras se atajarían comprando a los productores ecológicos y locales (asegurándonos de que han sido recogidos recientemente y madurados en la mata, a poder ser viendo la luz del sol) en lugar de cepillarnos de un plumazo a todas las solanáceas de nuestra dieta.
    No obstante, respeto la opinión de Nityananda, sobre todo en cuanto a escuchar a tu propio cuerpo, que es el que nos puede decir si pimiento no, pero berenjena si… por cierto, sabían que las tan publicitadas Bayas de Goji, también son solanáceas? :-) (Lycium barbarum)

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  8. Por eso a mí no termina de convencerme ninguna dieta de ningún experto. Como lo que el sentido común propio me dice que debo comer y lo que me gusta y sienta bien. Además, no podría dejar de comer ni tomate, ni ninguna verdura. Miento, no como brécol comprado, salvo que esté segura de que sea plenamente ecológico, por eso de la cantidad de químicos que le meten para que los bichos, que no son tontos, no se lo coman. Y es que a los bichos también les chifla el brécol y lo taladran que da gusto...
    En fin, que coincido en que los talibanismos son siempre malos. Hay que ser flexibles dentro de las propias convicciones personales.
    Oye, no he probado esos tomates y marcarte un gazpacho tan verdito me ha encantado. Esto sí que no es ninguna jediondés... jajajajajajaja
    Besitos

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    1. Laube, lamentablemente el sentido común no abunda.... por cierto, que recuerdo que hace un tiempo publiqué una lista de los productos a los que había que dar preferencia a la hora de comprar ecológico, te dejo el enlace porque quizá te interese:
      http://laflordelcalabacin.blogspot.com.es/2009/06/los-consejos-de-paco-cuando-comprar-bio.html
      El brécol no estaba en el "top ten", ¡pero el pimiento sí! Y la lechuga y la col.

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  9. Me ha encantado esa reflaxión que haces sobre la gente que duda, que gracias a ellos existen los totalitarismos. ¡qué razón tienes! y qué buen artículo has escrito, me encanta el rigor con el que lo haces, los fundamentos que utilizas y las opiniones que das. Desde luego, la "experta" de la que hablas es una absoluta mequetrefe. El problema es que hay taaantos de esos prodigando creencias que todos se tragan como el pan nuestro de cada día... que así nos va.
    Qué suerte poder plantar un huertito, ya me gustaría a mi. Sobretodo para poder tener de estos tomates y estos pepinos-melones, que seguro que no encuentro en ningún sitio.
    Besotes

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  10. Que buena entrada, que buenos tomates y que buena receta, felicidades! Mi huertita es mucho menos ambiciosa que la vuestra a juzgar por los cangilones de tomates que os da, pero aún así estamos recogiendo bastante. Ahora bien, tengo una duda que quizá me puedas responder. Mis tomates se "abren" antes de estar maduros del todo. Es decir, de la parte de arriba que se une a la planta se "abren" en forma de estrella y le salen unas "estrías" color marrón, yo me temo que es del calorazo que está haciendo en Madrid ¿tu sabes si será eso?
    Otra cosa, de Ecuador me he traído unos tomatillos silvestres (cogidos del campo tal cual), muy chiquitines, la mitad o menos de un tomate cherry pero que son una explosión de sabor, por ahora los tengo secando en un plato con un papel absorvente debajo, pero no se si será correcto, tu ¿cómo secaste las semillas de los tomates que te trajiste de Canadá?

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    1. Hola Gastrolamas,
      ¡muchas gracias!
      Lo de que los tomates de abran es por exceso de riego, normalmente. Igual con el calorcito los estás regando más y el cambio no les ha gustado....
      Para sacar las semillas de los tomates hay que ponerlas en remojo, con un poquito de agua que las cubra, unos días, para que se pudra la sustancia que las rodea y que no le permite germinar. Cuando veas que la cosa empieza a oler fuerte, es que ya están listas. Entonces las lavas, y las pones en papel a secar. Pero si te saltas el primer paso es posible que cuando las siembres no germinen. Eso es lo que hacemos nosotros para sacar semillas, y siempre nos ha funcionado.

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  11. Se ve estupendo Ajonjolí! Y muy buena información que nos presentas en este post. Yo adoro los tomates zebra, como tu dices, son dulces. Voy a probar tu receta que seguro es riquísima como todas las que te he copiado.
    Saludos y que estés bien.

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  12. Estimada Ajonjoli,
    Mi nombre es Egoitz. Trabajo como consultor macrobiótico y acupuntor. He leído tu artículo y he de decir que estoy muy de acuerdo en muchas cosas que dices.
    Es verdad, que en la macrobiótica existen muchas contradicciones al igual que en la ciencia en la que tu te basas ¿ O no es así ?.
    La macrobiótica como todo no es perfecta o más bien dicho las personas que la predican y practican, por lo que es normal que a veces escuches burradas e incoherencias, pero me supongo que tu también las tendrás, ¿o no?
    A mi seguro que me duelen más algunas de esas burradas que a ti, ya que yo de alguna manera represento la macrobiótica, por eso en mi escuela soy muy existente con mis alumnos.
    Respecto a las solanáceas decirte que en macrobiótica se eliminan en la mayoría de las enfermedades graves (y mira que hasta utilizamos un remedio con tomate para el cáncer de ovarios o el mismo tomate para problemas de hígado). Pero matizarte que en una alimentación normal, para personas sin problemas de salud no se eliminan sino que se dicen de utilizar moderadamente ¿Porque? Porque como tu bien dices aunque sea en pequeña cantidad contienen solanina y según me han enseñado a mi tanto en mi formación en macrobiótica, como en medicina china como en la universidad (Nutricionismo Universidad de Barcelona) son inhibidoras de calcio y otros minerales alcalinos y provocan que el pH sanguíneo se acidifique, incluso con el tomate que aunque es un alimento ácido se convierte en alcalino en el estómago al igual que los cítricos.
    Por otro lado disculpa que te corrija un poco pero después de más de 10 años en este trabajo creo que puedo decir algo y es que las espinacas y acelgas tampoco se recomiendan sobre todo en enfermedades inflamatorias, articulares y renales. También decirte que el mijo también se cultivaba tradicionalmente en el norte de la península, sobre todo en el País Vasco (Artatxikia ) hasta que llego el maíz de America. Sobre lo de la soja, quínoa, etc... Te doy toda la razón pero yo creo que pocos macrobióticos discuten ya sobre eso, mala suerte si te has encontrado con algunos o algunas así.
    La macrobiótica está cambiando muchas cosas y adaptándose a los nuevos tiempos y necesidades, pero ya sabes, el miedo de las personas crea muchos dogmas y cuidado, que la ciencia también lo es.
    Yo te invitaría a que vinieses a algún curso nuestro, charla o restaurante (este año lo abrimos) para que nos conozcas y veas como practicamos y divulgamos la macrobiótica, por lo que he leído yo creo que te llevarías una grata sorpresa.
    Quizás te prepararía algo con los tomates y pimientos de mi huerta.
    Por último te animo a que busques más publicaciones sobre las solanáceas y problemas de salud por que existen, mientras te recomiendo encarecidamente la lectura de este libro: The Nigth Shigts

    Un saludo

    Egoitz

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  13. Perdona Ana. El libro que me dice Egoitz te recomiende no es The Nigth Shigts, sino he Nigth Shades.
    Dr. Norman F. Childers, Ph.D

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  14. Hola Egoitz o Xabier,

    por el tono a la defensiva de tu comentario me da la sensación de que te has sentido atacado por lo escrito en mi entrada, lo cual me sorprende porque desde el principio dije que uno de mis restaurantes favoritos en Madrid es un macrobiótico, y que la macrobiótica tiene muchas cosas que me gustan.

    Vuelvo a repetir que desde el año 2000 se sabe que el tomate no contiene solanina, sino tomatina, y el alcaloide de la berenejena es la solasonina. Esto está publicado en artículos científicos referenciados, como este (en el que por cierto se comenta el efecto anticarcinogénico de la tomatina):
    http://naldc.nal.usda.gov/download/17667/PDF

    También puedes encontrar información aquí:
    http://www.aseanfood.info/Articles/11020476.pdf

    y aquí explica que la tomatina apenas es absorbida por el intestino, y que se une al colesterol arrarstrándolo fuera de nuestro cuerpo.
    http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0278691500000508

    Por todo esto, me sigue pareciendo poco riguroso meter a todas las solanáceas en el mismo saco. Como tú dices, en macrobiótica se recomienda su ingesta moderada, en GENERAL, y no entiendo por qué, a la luz de los nuevos descubrimientos, no se saca por ejemplo al tomate de esa lista. Quizá la ingesta excesiva de patata no sea beneficiosa para la salud, pero el pobre tomate no tiene por qué pagar por los pecados de la patata.

    Sobre el libro The nightshades, lo siento pero me quedo con las investigaciones del Dr.Friedman que son, al menos, de este siglo. Cuando el Dr. Childers escribió el suyo, en 1977 por lo que he visto, todavía se pensaba que el tomate contenía solanina, lo cual ya sabes que no es correcto. Efectivamente, la ciencia avanza y va corrigiendo sus errores. Podríais usar estas correcciones para poner al día vuestras prácticas.

    Respecto a que el tomate interfiera con la absorción del calcio y la acidificación de la sangre no he encontrado ni un solo artículo referenciado. Te agradecería que me los mostraras. Yo soy bastante maniática y no hago afirmaciones si no tengo fuentes fiables. Y por el mismo motivo tampoco puedo creer en un argumento que no me las muestra. Pero si las tienes, estaré encantada de leerlas.

    Saludos.

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  15. Hola Ana.
    Te adjunto la respuesta que me ha enviado Egoitz.
    Abajo tienes el correo, telefono y página de Egoitz, por si te interesa contactar directamente con él.
    Por mi parte un abrazo
    Xabier

    Hola Ajonjoli,

    La respuesta es mia, de Egoitz. Como tu bien dices siempre se aprende algo y la verdad es que los articulos que me has enviado me parecen muy interesantes, los he leido por encima pero los analizaré más detenidamente. Es cierto y he podido comprobar ( nos movemos en páginas parecidas ) que no existe ningún estudio posterior al año 2000 que diga lo contrario a lo que afirmas, por lo que no puedo discutir lo que tu dices.
    Si en mi respuesta anterior te pareció que estaba enfado estas en lo cierto, pero no por la cuestión del tomate sino por la mala información que tiene la gente sobre la macrobiótica y vuelvo a recalcar, las burradas y meteduras de pata las hacen las personas y no la macrobiótica.
    Volviendo al tema, que me interesa y mucho, en cuanto pueda contactar con colegas de la universidad de nutrición ( más informados en esto que yo) les pasaré estos datos, ya que en sus apuntes y referencias las solanaceas, asi como los fitatos aparecen como inhibidores de bases alcalinas ( calcio, etc... ).
    En la macrobiótica no hay falta de rigor, por lo menos en mi caso, lo que pase es que hay tantos frentes por mejorar y cosas que hacer que no llegamos a todo, pero como ves de una forma u otra la información llega si tiene que llegar.
    Por otro lado, decirte que cuando se realiza una recomendación en las que se excluyen las solanaceas no se hace sólo siguiendo criterios nutricionales ( que en mi opinión es una perspectiva muy pobre aunque también la utilizo ), sino también utilizando los criterios de las teorias medicas orientales y la experiencia en consultas, que en mi opinión ningún estudio me hará cambiar de forma de pensar si yo con la práctica consigo lo contrario y esto es extrapolable a lácteos, carne roja u otros alimentos que se eliminan en dietas curativas con resultados muy positivos.
    Te voy a poner un ejemplo. Si nosotros hacemos el diagnóstico de una persona y nos da una condición de exceso de yang con calor en hígado ( suelen ser personas con hipercolesterolemia, rigidez articular, apetito excesivo, aversión al calor, etc... ), se le suele recomendar verduras que retiren el calor y ayuden al hígado a funcionar bien como son el tomate ( ligeramente ácida, refrescante, etc... ), sin embargo si viene una persona con una condición más yin, con señales de deficiencia de bazo (digestiones pesadas, posible retención de líquidos, cansacio, pesadez de piernas, etc... ), se eliminan verduras como el tomate y se le dan alimentos tonificantes del bazo como regaliz, jengibre, hinojo, sopas de pescado, cremas de calabaza etc... Las solanaceas no se eliminan sólo porque se cree que acidifiquen la sangre por la inhibición de bases alcalinas, sino porque son mucho más ricas en potasio y enfrian el cuerpo y eso en ciertas situaciones es contradictorio.
    Lo siento pero esta es mi forma de trabajar, no podria ver la nutrición sólo desde una perspectiva nutricional y cientifica, se me antoja pobre.
    Si aprendo algo más, como lo que me has mandado, perfecto, quizas la prueba. Ahora es quitar sólo pimientos, patata y berenjena sin quitar el tomate en casos que hasta ahora lo haciamos y obeservar los resultados, ese es para mi un buen estudio. Por otro lado y en mi opinión si que es importante consumir el tomate en temporada ( verano ) como te he dicho que lo hago yo.
    Como ves mi intención no es de enfrentamiento sino de poder explicar que la macrobiótica no es el problema y que muchos estamos trabajando en adecuarla a nuestros tiempos aunque a veces cometamos errores como el que nos ha hecho conocernos.

    Un saludo

    Egoitz

    www.egoitzgarro.blogspot.com
    egoitzgarro@yahoo.es
    Tel: 948 50 42 69

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    1. Hola Egoitz,

      muchas gracias por tu respuesta.

      Empiezo por el final de tu mensaje: te doy toda la razón en lo de comer los tomates de temporada. Eso es lo que yo hago, pero no sólo con el tomate, sino con todos los alimentos. Con nuestra huerta hemos alcanzado la autosuficiencia en cuestiones de verduras y de legumbres, así que comemos en cada temporada lo que la huerta produzca. Y precisamente por ahí empezó esta entrada, por la sorpresa que me causó leer en el anuncio de un curso de cocina macrobiótica cómo trataban a las solanáceas, que son sin duda las estrellas de la temporada de verano. Así que en eso estamos de acuerdo: hay que comer de temporada, productos cultivados con mimo, sin pesticidas y madurados en la mata bajo el sol. Y ya si lo cultiva uno mismo, tanto mejor.

      En lo del yin y el yang no me voy a meter, porque desde mi punto de vista, aunque te resulte empobrecedor, esto entra dentro del campo de las creencias, y por lo tanto no cabe discusión. Tampoco discuto con mi madre de religión, aunque ella también opine que le va genial y que eso que me pierdo. Respeto las opiniones ajenas, ya sabes aquello de "aunque no comparta lo que dices daría la vida por defender tu derecho a decirlo". Qué le vamos a hacer, cada uno tiene sus cosillas y la mía es que nací volteriana perdida. Aunque mira, una cosa si que te voy a reconocer: el buen rollo que me produce comerme cualquiera de las verduras de mi huerta estoy segura que debe ser buenísimo para mi salud. No sé si será yin o yang, pero desde que cultivo una huerta tengo una salud a prueba de bombas.

      Respecto a lo del calcio, si tus colegas de la universidad te pasan artículos estaré encantada de leerlos.

      Y, por si te queda alguna duda, a pesar de mi crítica te aseguro que La Biotika va a seguir siendo uno de mis restaurantes favoritos de Madrid, al que seguiré yendo siempre que tenga oportunidad. La comida macrobiótica me parece sanísima, aunque haya cosas en las que no esté de acuerdo con vosotros.

      Saludos.

      Por cierto, no me llamo Ana.

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  16. Es triste que para tí entre dentro del campo de las creencia la base de la medicina china, una ciencia milenaria que da mil vueltas a la occidental, pero ese suele ser nuestro problema, la soberbia. Así nos luce el pelo.
    Egoitz, me voy de cabeza a tu página, porque estaba deseando encontrar gente que tratara con rigor el tema de la macrobiótica y la alimentación energética

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    1. Pese al tono despectivo de tu comentario, reflejo de tu falta de respeto a los que no opinan como tú, he decidido responder a tu comentario.

      No sé nada de medicina china, y no he hablado de ella en esta entrada, pero si te refieres al yin y el yan, me reitero en mi afirmación de que no son un concepto científico, ya que no existen estudios rigurosos que avalen su existencia, sino tan sólo el consabido "a mi me funciona". Aunque sea un "a mi me funciona" milenario. También se ha discriminado a las mujeres durante cientos de años y eso no hace al machismo una práctica menos aberrante.

      Por otra parte, tu postura es bastante contradictoria, ya que por un lado la visión científica te parece triste (a Egoitz le parecía pobre, aunque al menos él respetaba al contrario), pero por otro te indignas porque la medicina china no sea considerada como tal. O sea, la ciencia no te gusta, pero quieres revestir tu disciplina con la pátina de respetabilidad que aporta considerarla como tal. Ya que la ciencia os parece pobre, triste, o soberbia, no debería preocuparos en absoluto que alguien diga que vuestras prácticas no son científicas. No entiendo ese empeño. No todo es ciencia en la vida, ¿qué problema hay? ¿por qué te molesta? Que os funciona vuestro método, pues genial. Pero no tratéis de convencer a la gente diciendo que es una ciencia. No lo es.

      Por otra parte, tu actitud de sólo considerar rigurosos a los que piensan como tú sí que es soberbia. Es algo muy humano, desde luego, sólo escuchamos lo que nos gusta oir. Pero se aprende poco de la vida con esa actitud.

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    2. Jolín Ajonjoli, la que has liado!! estoy contigo en todo. Y en conversaciones sobre "nutrición" en las que empezamos por el ying y el yang y el higado caliente, yo lo siento, pero no participo.

      Me parece una tomadura de pelo tratar a la gente en base a conceptos místicos (por muy milenario que sean, también lo es el tarot...), en lugar de en base a la evidencia científica disponible. El "amimefuncionismo" se sostenía antes, hoy día solo envuelve patrañas e ignorancia. Y usarlo para lucrarse me parece amoral.

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  17. ajonjoli.... te ai lov yu!!

    me encanta ver como hay mas gente que le gusta la cocina con productos de temporada a ser posible locales, sin abrazar por ello patochadas misticas y/o/u orientales... me da la sensacion que algunos estan tan quemados con algunos aspectos de la "cultura occidental" que se refugian a pies juntillas en todo lo misticooriental sin pararse a "meditar" sobre algunos principios bastante absurdos por cierto, algunas veces hay que preguntarse en que contexto se crearon esas disciplinas para ver que muchas veces se trataba de simplificar para trasladar algunas ideas mas complejas al gran publico...

    la verdad es que yo era bastante poco "creyente" de estos temas hasta mi viaje en octubre por la india...y a la vuelta he venido incredulo total!!! aplicar la logica suele ser lo mas sensato...

    (firmado un tecnico de laboratorio.. que por cierto tambien esta bastante quemado con algunas patrañas de la "ciencia occidental")

    lo dicho gracias por el blog, me parece un gran descubrimiento :-)

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  18. La autora presume de ser "buena cientifica", pero carece de rigor. Afirma que "la espinaca o la acelga tienen ácido oxálico. Y sin embargo no he visto por ningún lado que esté desaconsejado en macrobiótica". No ha debido leer mucho de macrobiótica ya que su segunda "biblia", "El libro de la macrobótica" de Michio Kushi, dice claramente que las espinacas son alimentos a evitar (página 88, 6a edicion, 1999, editorial EDAF). Por otra parte afirma que las manzanas, remolachas y cerezas contienen solanina, una cita científica o más apoyando esta afirmación hubieran sido necesarias, aunque dudo que la pueda encontrar ya que ninguno de estos vegetales son solanáceas ni parece que contengan solanina.

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