Sí, sí, ya lo sé. Esta es una receta simple, pero cuyo principal ingrediente es prácticamente imposible de encontrar en España, a no ser que tengáis huerta. Lo sé. Pero no podía dejar de publicarla, porque además va dedicada a una persona que cada vez que ve las flores de calabacín en mi blog me escribe un correo para decirme lo mucho que las echa de menos. Dedicado a Mo', la super maestra de la cocina italiana, la gran defensora de la cultura, la única que sabe a qué me refiero cuando digo que il faut cultiver notre jardin.
Esta vez en lugar de hacer beignets me decanté por la tempura, que es una masa más ligera y que da más protagonismo a la flor. Estos calabacines son del tipo zucchini genovese, y para cocinarlos con su flor hay que recolectarlos aún pequeños, para que la flor esté perfecta. Sé que de todos los productos de la huerta los tomates son los que, en opinión de todo el mundo, más cambian su sabor respecto de los comprados. Pero yo rompo una lanza por los calabacines. Me pasa como con las zanahorias, el sabor de los comprados me sabe aguado. Los de la huerta tienen sabor a calabacín-calabacín, como diría nuestro ex-líder cósmico. Y si los pilláis jóvenes y aún con su flor, lanzaos a preparar esta receta. Merece la pena, aunque sea una vez cada verano.
La receta de la tempura la publiqué aquí, pero voy a tener una atención con los perezosos y la vuelvo a escribir.
Tempura de calabacín con su flor
100 ml de agua muy muy muy fría
1 huevo
65 gr de harina
un plato con harina de maíz
una pizca de sal
pequeños calabacines con su flor
aceite de girasol para freir (el de oliva dejará la tempura muy pesada)
Hacer tempura es fácil, sólo hay que seguir dos
normas básica para que salga bien:
- una, que el agua esté muy muy muy fría, para evitar que la masa se vuelva elástica o pegajosa.
- dos, no remover demasiado, para que no se forme gluten,
Siguiendo estas dos normas el
éxito está asegurado.
Mezclamos
el agua casi helada con el huevo, la harina de trigo y la sal,
removiendo lo justo para que los ingredientes se mezclen (da igual que
queden algunos grumos). Dejamos la mezcla enfriar en la nevera mientras
calentamos el aceite en una sartén.
Cuando el aceite esté
bien caliente, vamos pasando las verduras por el plato con harina de
maíz (esto es un truco para que se les pegue mejor el rebozado) y luego
por el rebozado. Usa unos palillos para meter las verduras en el
rebozado, si los tienes.
Freímos los calabacines por tandas, para que no baje la temperatura del aceite.
Cuando estén dorados, los pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.
Y os dejo con unas fotitos de la huerta. Me estoy volviendo monotemática, parezco el abuelo cebolleta, lo sé, pero no lo puedo evitar. El verano es LA temporada huertera. Si ya habíamos alcanzado la autosuficiencia verdulícola ahora ya la hemos superado. Ayer envasé 3 kilos de pisto, y aún sobró para cenar y comer. Ya he empezado a embotar tomates. Y aún así todavía da para regalar y organizar catas en el curro. Estamos encantados, y preparándonos para el invierno como si fuéramos marmotas. Eso sí, es agotador. La rutina de llegar del curro y ponerte a esterilizar botes para envasar hay días que puede conmigo. Pero luego pienso en el placer que da abrir los botes en invierno y eso me da fuerzas para echarle otra tarde.
Lechugas, cebollas, fresas y tomates |
Tomates miel du mexique |
Negritos asturianos, invadiendo el resto de la huerta |
Qué delicia!!! los calabacines así son espectaculares! Y gracias por escribir de nuevo la receta del tempura...
ResponderEliminarDe nada!!!
EliminarOye, una duda, yo tb tengo exceso de calabacines y demás productos huertanos, y tb estoy cocinando y embotando como loca, tu sabes si puedo hacer crema de calabacin en conserva ?
ResponderEliminarHola Susana!
Eliminarsupongo que sí se puede. Yo reconozco que sólo hago conservas ácidas o dulces (cosas con tomate, mermeladas, chutneys) porque la toxina botulínica no se desarrolla en ese tipo de conservas, y me da un poco de yuyu. Si te animas a hacerla, recuerda que cuando abras los botes, para asegurarte de que se puede comer con tranquilidad, hay que hervir el contenido al menos 10 minutos. Con 10 minutos haciendo chup-chup al menos te aseguras de que matas la toxina, si la tuviera. Nada de poner la crema en un bol y calentarla en el micro. Hiérvela antes de consumirla.
Otra opción, si tienes un congelador grande, es congelar la crema. Yo lo hago con la de calabaza y queda bien.
Un beso.
Por aquí también es imposible encontrar flores, yo una vez planté calabacines para darme este gusto, es una delicia.
ResponderEliminarAhora que voy a casa de mi madre podré hacerlo porque tiene un huerto tan lindo como el tuyo, lo disfrutaré.
Un beso!
Kako, ¡disfruta de ese viaje! ¡y de esos calabacines!
EliminarTe quedó una tempura perfecta, te felicito y qué bocado más exquisito!!!
ResponderEliminar¡¡Gracias Mary!!
EliminarSi, me refería a Kokopelli, la conoces?
ResponderEliminarPues parece que podría desaparecer, justo este mes acaba de perder un juicio contra una multinacional de semillas, te dejo el enlace por si te interesa echarle un vistazo http://www.redsemillas.info/?p=1531
He probado las flores rellenas, pero así con el calabacinito en tempura no, seguro que pronto caen!!
Un saludo
uuuuf.... las multinacionales de semillas tienen un lobby muy fuerte en Bruselas. Pero no podrán con nosotros, ¿quien va a prohibirme a mi que recupere semillas? ¡No pueden! Trabajaremos en la sombra, pero seguiremos.
EliminarBesos.
vaya esplendor que irradia el huerto y la hortelana¡¡¡, que energía en la tierra, en las manos y en mente. Un placer seguir tus entradas.
ResponderEliminarAdoro esos calabacines chiquitines y que saben, como bien dices, a calabacín-calabacín. Nunca he cocinado en tempura ambas cosas juntas y me parece una buenísima idea.
ResponderEliminarPor cierto... je suis d'accord. Il faut cultiver notre jardin.
Besitos