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viernes, 20 de septiembre de 2013

De la huerta a la mesa: pan de calabaza


Las calabazas son uno de los vegetales más alucinantes que hay. No me extraña nada que sea la protagonista de la fiesta de la cosecha que es lo que en realidad es Acción de Gracias. La que veis en la foto la recogimos hace ya un año. Era tan bonita y tan grande que pasaban los meses y nos daba pena abrirla, hasta que hace un mes nos dimos cuenta que con el calor del verano se estaba empezando a ablandar, y no nos quedó más remedio que partirla para comérnosla. En realidad lo deberíamos haber hecho mucho antes, porque aunque se había conservado durante todo ese tiempo, había perdido bastante sabor. De todas maneras, la asamos y nos la comimos con cuscús y especias, en forma de crema, y también hice un par de panes. Hacía tiempo que tenía ganas de hacer un pan de calabaza, y el resultado me ha encantado. La calabaza le aporta al pan un punto dulce y una humedad estupenda, ideal para las tostadas del desayuno.

Las calabazas que plantamos el año pasado fueron de las que aquí llaman "del país". Es decir, ni se sabe de qué variedad son, pero son las que plantan los agricultores de aquí desde hace años. Son calabazas grandes, verdes por fuera y de naranja intenso por dentro. Producen bien, y sirven lo mismo para cremas que para tartas, aunque reconozco que para tartas prefiero la "butternut", que creo que en España es la confitera, o el potimarron. Este año por algún motivo que aún no comprendo se nos pasó sembrar la del país, y sólo sembramos un tipo de potimarron llamado "red kuri" y otra que se llama "dulce de horno"  y que es una planta preciosa, con hojas enormes, pero que sólo nos ha dado dos calabazas, una de las cuales, para más inri, nos robó el perro del vecino. El dichoso can también nos robó un potimarron (el año pasado se llevó el único melón que teníamos) con lo cual me pillé un cabreo tremendo que se debieron oir mis gritos en varios kms a la redonda (soy de naturaleza discreta) y, la verdad, al pobre no le he vuelto a ver por allí. Sé que no tiene mala intención, se cree que son balones y las roba para jugar con ellas. Pero la cosa es que en lugar de tener cuatro calabazas, nos hemos quedado con dos. En fin, al menos tienen pinta de ir a ser muy, muy sabrosas. La "dulce de horno" a todo mayor de treinta que la ve le recuerda a la Ruperta. No os hagáis ahora los jóvenes, que seguro que muchos la recordáis ;)


Ingredientes,

150 gr de puré de calabaza
80 gr de leche
20 gr de miel
30 ml de aceite de oliva virgen
350 gr de harina de trigo
1 sobre de levadura seca de panadería
6 gr de sal

Mezclamos todos los ingredientes, excepto la sal. Amasamos muy, muy bien. La técnica de los amasados y reposos viene bien en este pan. Cuando el gluten esté bien desarrollado, añadimos la sal y terminamos de amasar.
Formamos una bola y la  dejamos reposar dentro de un bol bien untado de aceite, durante una hora y media, o hasta que doble su volumen. Un truco para ver si ya ha fermentado es meter un dedo enharinado en la masa, y si el agujero que hacemos no se cierra es que ya está.
Lo sacamos del bol y, ahora viene un paso importante, desgasificamos muy bien antes de darle forma de baton (puse aquí un vídeo donde explico cómo, pero ¡atención! esta vez no tenéis que hacer el corte). Hay que tensar bien la masa cuando le damos forma, para que se hinche bien sin romperse y adquiera una bonita forma de pan de molde.
Forramos un molde con papel sulfurizado y ponemos allí la masa con el cierre hacia abajo. Lo aplastamos bien. Lo metemos en una bolsa y lo dejamos que suba hasta que doble su volumen.
Calentamos el horno (con la piedra de hornear dentro si la tenéis) a 200ºC.
Cuando el pan haya finalizado la segunda fermentación, lo pasamos al horno (directamente encima de la piedra si la tenéis). Con un spray vaporizar agua en las paredes del horno 2-3 veces durante los primeros 5 minutos. A los 15 minutos, bajar la temperatura a 190ºC. Hornear otros 20 minutos, o hasta que esté bien dorado y alcance más de 95ºC de temperatura interior. Si no tenéis termómetro, usad el truco de golpear con los nudillos la base del pan y si suena a hueco es que está hecho. Desmoldar y dejar reposar en una rejilla hasta que se enfríe por completo.
Una buena opción, si queréis conservarlo más tiempo, es cortarlo y congelarlo. Para esto lo ideal es poner algo de papel entre cada loncha de pan, para que no se peguen, y luego meterlas todas en una bolsa. Luego lo único que tenéis que hacer es meter las lonchas de pan directamente del congelador a la tostadora, y tendréis todas las mañanas tostadas de pan recién hecho.

7 comentarios:

  1. ¡Menudo pan! yo también tengo calabazas en el huerto (no tan lustrosas como las tuyas) así que lo voy a hacer. Y hago lo mismo que tu, guardo el pan cortado congelado y por la mañana directo a la tostadora, es super práctico.

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  2. un pan estupendo!!! con tu permiso te tomo prestada la receta para probarlo.

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  3. Yo soy adicta confesa a la calabaza. Me encanta! La uso muchísimo en todo tipo de recetas, dulces y saladas, y siempre descubro nuevas combinaciones de sabores que me fascinan (la última, asarla con berenjena y hacerlas puré para una crema deliciosa). En pan de panadería también es brutal, y el color que deja es precioso, me encanta el aspecto del tuyo!
    Pobres, imagino la rabia de perder calabazas por el "robo" del perro, aunque el animalico no tuviera mala intención!
    Por suerte yo tengo un montón de calabazas en la despensa queme traje de Murcia, allí mi padre y un amigo cultivan un campo medianito para consumo propio, salen deliciosas :).

    Besazos

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  4. Lo reconozco: ¡me acuerdo de la Ruperta jajaja! así que imagino lo preciosas que debían ser tus calabazas.
    Nosotros este año sólo tenemos las de violín, porque un sobre con semillas de calabaza para cabello de ángel se nos traspapeló, así que no las pusimos :(
    Y ese pan me ha tentado, porque la verdad es que me gusta añadir calabaza o calabacín a los panes, bizcochos y ese tipo de cosas.

    Besos
    Cristina

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  5. Llegada esta época, siempre hago pan con calabaza. A mi marido no le va, pero mi niño y yo nos ponemos las botas.

    BEsos.

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  6. No he probado nunca el pan de calabaza pero lo haré, esta receta va directa a mi lista de deseos. Gracias!

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  7. Que hermosura de pan, me encanta usar la calabaza en masas, lo haré sin falta!
    Bss.

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