Maldito el día en que le hice caso a este menda y me leí el libro "Despilfarro". Yo ya era consciente de que se tira mucha, mucha comida. Pero vamos, no me imaginaba ni de lejos que se tirara tanta. Y eso que no llevo leído ni la mitad del libro....
El autor, Tristram Stuart, es un freegan convencido, un tipo que lleva años comiendo de lo que recupera en las basuras de supermercados y restaurantes londinenses, y que se hizo muy conocido a raíz de organizar el año pasado una comida para 5000 personas preparada sólo con alimentos "recuperados". En su libro explica como de todos los alimentos que se producen en el mundo sólo un pequeño porcentaje consigue finalmente llegar a nuestras mesas, en parte por las leyes absurdas que no permiten que se comercialicen papas de más o menos de un cierto calibre, por ejemplo, o zanahorias que se hayan bifurcado o estén retorcidas, y en parte también porque los supermercados tiran cantidades ingentes de comida que está en perfecto estado porque tienen que hacer hueco a los nuevos stocks que les van entrando cada día. Las leyes absurdas aliadas con la mala gestión, añadiendo la mentalidad de nuevos ricos que cunde en los hogares de los países desarrollados, hacen que se desperdicie un montón de comida. A diario. Mucha, pero mucha, mucha. Y eso es una vergüenza, teniendo en cuenta la de gente que no se alimenta adecuadamente. Y ahora mismo no hace falta irse a África para ver a gente que no come lo suficiente.
Lo de la mala gestión de los stocks de los supermercados ya es grave, pero mucho más sangrante me parece lo de las leyes de la Unión Europea. Según sus cálculos, un 30% de las zanahorias que se siembran no llegan a comercializarse, y acaban, en el mejor de los casos, convirtiéndose en compost o alimento de ganado. Y no porque esas zanahorias no sean aptas para consumo humano. No porque se haga un estudio organoléptico o de la cantidad de nutrientes que contienen y no cumplan. No. No se comercializan por motivos "estéticos". Pero, vamos a ver, ¿qué estupidez es esa?. Una zanahoria tiene que saber a zanahoria y alimentar como una zanahoria. Si es ecológica y no le han añadido pesticidas, tanto mejor. Que sean feas o bonitas, torcidas o rectas.... ¿qué más da?
Así que aquí va nuestro homenaje a las zanahorias "diferentes". De formas retorcidas pero sabor excepcional. Puede que la Unión Europea no os quiera, ¡¡pero nosotros sí!!
Y esto es lo que cocinamos con nuestras zanahorias diferentes, pero muy sabrosas, que para la U.E. serían feas pero que a nosotros nos parecen las mejores del mundo. Y con nuestras papa negras, que muchas de ellas seguro que son demasiado grandes para ser comercializadas, pero que a nosotros nos alimentaron de maravilla. Un plato sencillo, que realza el sabor de los buenos ingredientes.
Papas negras y zanahorias "imperfectas" asadas con ajo y tomillo
500 gr de zanahorias
500 gr de papas negras (o de algún otro tipo de papa nueva, que no sean harinosas)
1 cebolla (nosotros usamos nuestras cebollas de guayonge)
un buen chorro de aceite de oliva virgen
un manojo de tomillo
la ralladura de la piel de un limón
1 cabeza de ajos pequeña
sal y pimienta
Calentamos el horno a 180ºC. Cortamos las zanahorias a lo largo, o las dejamos enteras si son pequeñas. Lavamos las papas bien, porque las vamos a asar con su piel. Cortamos la cebolla en gajos. Separamos los dientes del ajo, pero no los pelamos. Ponemos todos lo ingredientes en una fuente de horno, mezclando bien, y asamos unos 50 minutos.
Nosotros lo servimos acompañado de una ensalada de la huerta, con remolacha rallada y lechuga.
Y degustamos la diferencia entre una papa o una zanahoria "estéticamente perfecta" pero vacía de sabor o estas tan "diferentes" pero tan sabrosas.
Y para terminar os dejo un par de recomendaciones muy relacionadas con este tema. La primera, una peli de Agnès Varda, un clásico, "Los espigadores y la espigadora", poética visión de la directora sobre el tema del consumismo y el despilfarro. Y la segunda, este corto de los chicos de La Hora Chanante, "Dos tomates y dos destinos", que vi en el blog de mi querida Sònia.
Vive la différence!!
No he leido el libro, pero lo tengo en mi lista. El Escarabajo Verde hizo un programa hace un tiempo sobre este tema, y entrevistaron al autor. Me quedé de piedra. Y sacaron en el docu un grupo de Madrid,que de forma reivindicativa recoge por los supermercados lo que tiran a la basura, y luego hacen unas comilonas de verdadero lujo. Es una verguenza que se tiren productos porque son feos, que cansancio con que todo tenga que ser bonito y guapo, una zanahoria o es buena ó es mala, no es cuestión de bonita o fea. Pero mucha culpa la tenemos los consumidores, que queremos comprar tomates lujosos a la vista, pero sin nada de sabor. No al derroche, y menos en estos tiempos.
ResponderEliminarYa había visto el video de los tomates, es graciosísimo!!
ResponderEliminarMe he quedado fría con lo de las zanahorias, ¿¿será posible?? es tan indignante!
En mi empresa también de desperdicia un montón de comida, y no te la puedes llevar (bajo amenaza de despido) prefieren tirarla. Es de pena.
Yo no tenía ni idea del libro ese, pero tomo nota. Lo que me parece también un contrasentido es que nos digan que es imposible que todo lo que se cultive sea ecológico porque no habría comida para todos, y luego esto que tu cuentas, o las toneladas de tomate tiradas en las tomatinas, o tantos camiones de frutas y verduras tirados en manifestaciones, o la cantidad dee comida que compras con tu mejor intención y que te toca tirar porque te lo han dado podrido, y tantas y tantas cosas. ¡Qué rabia!
ResponderEliminarY por cierto, que esa combinación con ajo y tomillo promete estar buenísima.
Pues lo que sacamos de la finca de mis padres no pasaría el corte, porque anda que cogemos a veces unas papas más feas... Y las zanahorias dobles, las naranjas irregulares, etc. Y qué más da mientras estén buenos?. Volvemos a lo de siempre: se busca la uniformidad!. Qué horror!.
ResponderEliminarFíjate tú qué ensaladita más chula con esas papitas y zanahorias. Como bien dices... Vive la différence!
¿quién dice que tus zanahorias son feas? otra vez a vuelta con los patrones y los uniformes, a mí, tus zanahorias me parecen bien chulas, y ya daría yo algo por que en mi casa hubiese zanahorias de las de verdad.
ResponderEliminarPues de feas no tienen nada, son mas bien originales y poco vistas, jeje
ResponderEliminarUn beso
Aún me tengo q comprar el libro... si no lo he comprado es por no deprimirme más. Vuestras zanahorias son la bomba, dignas de un cuento. Y el sketch de los tomates ya lo había visto, lo que me reí... yo casi seguro que seré ketchup XD
ResponderEliminarhola soy ese menda, me jodiste el post del despilfarro con el que pensaba :) adelantarte por la -extrema- izquierda... y sí lo de los vegetales está mal pero lo del pescado... por si no has llegado todavía... es todavía más dramático, aquí en MAD, al lado de mi casa, una peña de extrajeros recogía bandejas de comida "caducada" de un OPEN... etc, los veía casi todas la noches... un día vi como uno de los manes que trabajaba allí -también foráneo- les daba la chapa y les echaba, días después le pregunté el porqué y me dijo que porque después lo dejaban todo revuelto y les tocaba a ellos o a los barrenderos recogerlo y además se les llenaba el basurero de gatos y ratas ¿? pero el encargado, que estaba al quite intervino y le corrigió: la versión oficial del cuento es que no les dejaban porque tenían orden de la dirección del OPEN... etc, de que lo que no era apto para el consumo de sus clientes tampoco lo era para los que revolvían la basura ¿? bss, au
ResponderEliminarPues me voy a comprar el libro, lo tengo decidido. Yo también sé que se desperdicia mucha comida, y seguro que aun así me va a abrir más los ojos y darme una torta en la cara. Lo de desechar verduras y frutas por su estética me parece lo más horrendo del mundo. Lo explicas perfectamente, si esas verduras no son muy "bonitas" pero saben bien y sus vitaminas y demás nutrientes están intactos, ¡vendámoslas, comemoslas!
ResponderEliminarYo me he enamorao de tus zanahorias, si las viera en mi frutería, son las primeras que compraría, te lo aseguro.
Desde hace una semana, después de ocho meses esperando a que nos lo den, tenemos huerto urbano. Un bancal de 7 metros cuadrados, pequeño, pero menos da una piedra. He echado unas semillitas de zanahorias, a ver si salen. Y plantado muchas cosas más, aunque en poca cantidad. A nuestro amigo común Nico también le tocó el huerto y encima ha coincido que es el que está al lado del mío. Nos lo cuidamos mutuamente y tan bien.
Tu plato de zanahorias y patatas me encanta, asaditas, con su aliño, más sano y bueno que ná. En el plato no se ven si las zanahorias son "imprefectas"...Y las papas parecen aceitunas gordas! Seguro que bien ricas.
Un beso!
Precisamente este fin de semana nos contaba mi cuñada (que ha trabajado años en Lidl aquí en Alemania), como la empresa compra cantidades ingentes de mercancía, especialmente frutas y verduras, para obtener unos precios muy bajos de los productores. Luego las distribuyen a las filiales sin tener en cuenta las ventas y estas, sabiendo de antemano que no lo van a vender todo ese día, ni las sacan al público ya que si hacen una reclamación antes del cierre del día el mayorista se las tiene que volver a coger y devolverles el dinero. Se ha distribuido la mercancía a las filiales sabiendo que va a ser devuelta y que tiene que volver a ser transportada para comprobar el motivo de la reclamación, etc., etc. De llorar. Y bueno, ya sé que ese es solo uno de los muchísimos ejemplos que hay.
ResponderEliminar¡Viva la imperfección! ;-)
Buenos días.-
ResponderEliminarEstoy totalmente en contra de que sean llamadas feas estas zanahorias,, todo lo contrario son zanahorias perfectas y naturales. En mi casa ase cultiva la huerta desde generaciones y cuando vemos en el mercado todas las zanahorias iguales con el mismo color la misma forma regular o los tomates enteros rojos con la misma tonalidad, recordamos que esto solo puede ocurrir por que son de plástico. En cuanto al desperdicio de alimentos es una indecencia, un verdadero delito, procedo de una generación donde el consumo era básico y donde no se tiraba nada, recuerdo el recoger las mondas de la patatas y las frutas para dárselas a los conejos y a las cabras, donde el papel se utilizaba para encender la lumbre de leña, recuerdo que la bolsa de basura era mínima. En fin en cuanto a la receta muy buena y sencilla, espero poder probarla en cuanto recoja la cosecha de patatas nuevas de este año, añadiría unos rabanillos como los que he cosechado este año, que tienen un buen resultado asados al romero.
un cariñoso saludo
Estas zanahorias picasianas las reconozco, son primas de las de las huertas del Tormes...
ResponderEliminarMe angustia el malgasto que hacemos de la comida y de todo; así nos ha acostumbrado el neoliberismo, creer que las reservas del planeta son infinitas, educarnos al egoísmo.
Un beso grande, estoy bien.
MAdre mia... la sociedad en la que vivimos se esta volviendo loca!!! Estamos perdiendo la esencia... La comida es para alimentarse, no para presentarse a un concurso de Miss... Por supuestisimo que me quedo con las tuyas!!! Y con ese platillo que has preparado, que seguro que llena cuerpo y alma.
ResponderEliminarMe alegro muchisimo que te gustara el video!! Es una forma muy comica de explicar que hay dos opciones, en lo que a la alimentacion se refiere, y que cada uno elija la suya... Creo que tu y yo lo tenemos claro, no?
Un besote mi gastroactivista preferida!!! ;-)
Sònia
Yo no quiero leer ese libro porque sé que me voy a enfadar y deprimir muchísimo a partes iguales. Por lo que ya sé y lo que he leído, oído y visto en documentales... uf, qué rabia todo. En cuanto pueda me pondré a tomar ejemplo de vosotros y cultivar mi propio huerto, porque ser autosuficiente en alimentos es maravilloso. Qué ganas de ir a Murcia este verano y volver con kilos de tomates, calabazas, pepinos, pimientos, melones y sandías de mi padre y su amigo, que tienen una parcela "no apta para comerciar" pero que nos alimenta a media familia :P.
ResponderEliminarEsas zanahorias son preciosas, me encantan las formas "rarunas". Y me pierden las hortalizas asadas con tomillo y limón, buenísimas!
PD. Adoro a los chanantes xD
Hola Ajonjolí, cuando empecé a leer el post ya iba pensando en hablarte de Los espigadores y la espigadora, y luego veo que lo pones al final... qué casualidad, la vi hace unas semanas y me pareció tan triste... tenemos mucho que cambiar, empezando por los consumidores, que al final tenemos la última palabra.
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