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sábado, 28 de junio de 2008

Botín marsellés


Mañana me vuelvo a casa. Después de 15 días, 7 de ellos de conferencia desde las 9:00 hasta las 18:00, la verdad es que ya tengo ganas. Tengo ganas de ir al mercado, de cocinar, ¡de ir al charly a comer sardinas! Hoy me he escapado un poco antes del congreso y me he ido de compras, y este ha sido mi pequeño botín: biscuits y caramelos de la cure gourmand, rouille para acompañar a la bouillabaisse tinerfeña que voy a preparar a mi regreso, foie de canard du sud-ouest (cuite, que aunque el demi-cuite es mejor con esta caló que hace en el continente no creo que soportase el día de viaje), y confiture d'olives aux citron para comer con el foie. Y chocolat, bien sur!
El otro botín es, como no, unos cuantos jabones y un libro de cocina provenzal, el Reboul, que tengo intención de exprimir a conciencia este verano.
Dentro de nada vuelvo al ataque, à bientôt!

sábado, 14 de junio de 2008

Croquetas de bacalao y viaje a Marsella

Mañana me voy 15 días a Marsella. Una semana de vacaciones, de volver a ver a los amigos franceses, y caminar por Les Calanques, y otra semana de conferencia. ¡Nos vemos en julio!
Ayer de cena hice croquetas, esta vez yo solita. Hay una gran diferencia entre que te expliquen como se hace algo y hacerlo. Fue un poco accidentado porque hice la bechamel el martes, pero al ir a rebozar las croquetas el miércoles resultó que la había dejado demasiado blanda. Así que vuelta a calentar la bechamel, hasta que conseguí el punto ese en el que se despega de la sartén, la dejé reposar otro día y ayer, por fin, cenamos croquetas. La explicación detallada está aquí, la única diferencia es que esta vez puse migas de bacalao y una zanahoria, en lugar de pollo. Al final quedaron buenas (algo es algo).
Que paséis una buena segunda quincena de junio, y prometo fotos a la vuelta.


jueves, 12 de junio de 2008

Ensalada de fresas

Tengo que reconocer humildemente que lo de poner fresas en la ensalada no se me habría ocurrido antes de venir a Tenerife. Aquí es algo normal, que alcanza su máxima expresión en el "Charly". El susodicho Charly tiene un chiringuito en la playa de Las Gaviotas, una playa muy chiquitita donde el único chiringuito que hay es el suyo. Es visita obligada para todo el que pasa por aquí. No tiene carta, ni tampoco precios. Sólo sirve ensalada, tortilla de papas y sardinas, y cobra a ojo. A los habituales nos cobra menos que a los guiris ricos del norte, porque Charly asume que quien más tiene, más paga. Puro socialismo práctico. Sus sardinas, aliñadas con mojo majorero, son de las mejores que he comido desde que llegué. Y sus ensaladas llevan papaya, naranja, fresas, melón, lo que tenga ese día en la nevera. La verdad es que desde que llegué aquí me empiezo a plantear que la ley de costas se debería aplicar con mucho cuidado. Está bien que tiren esos horribles hoteles que construyeron sin licencia en los últimos años, y que son un atentado paisajístico. Pero no me gustaría que tirasen el Charly, sería una pérdida para la cultura popular de esta isla.
La ensalada la hice aprovechando un kilo de fresas y unas lechugas que compré el otro día cuando subimos al huerto. La parcela es de Bubango Ingenierías, que es una empresa que han montado Vanesa y su marido, y que se dedica principalmente a la agricultura ecológica y alquila huertos familiares como actividad paralela. No sólo te alquilan el terreno, también te ayudan a decidir qué plantar, tienen un invernadero con las plantitas, te explican las rotaciones de los cultivos y hasta te hacen un esquema de que hay que plantar al lado de que, porque los bichos de los rábanos se comen a los bichos de las zanahorias, por ejemplo. Venden sus productos en los puestos ecológicos de los mercados, y también directamente en la finca. Yo me llevé una lechuga hoja de roble, otra romana y unas fresas que daba gloria verlas. Es una maravilla comerte una lechuga que has visto cortar esa misma mañana. Y que sabes que no lleva nada más que eso, lechuga, y punto. Además de las fresas y las lechugas, la ensalada lleva tomate y cuscús, que sustituyéndolo por quinoa haría que este fuera un plato sin gluten, ¿verdad?

Una manera deliciosa de aliñar la ensalada es con miel de palma. Mi madre me contó que mi abuela tenía por costumbre, los viernes de abstinencia, comer sólo lechuga aliñada con miel de caña. No sé si es costumbre de Granada o sólo de mi abuela. Pero según mi madre estaba muy buena, y probamos usando miel de palma y efectivamente el contraste entre el ligero amargor de la lechuga de hoja de roble y el sabor dulce de la miel de palma era delicioso. Con miel normal no he probado aún, si alguien se anima que me cuente el resultado.

Os dejo una foto del Charly. La foto es de Ainhoa, que cuando vino aquí ¡se puso hasta las orejas de sardinas!


domingo, 8 de junio de 2008

HEMC #23: tortillas de maíz y espinacas con atún en mojo verde

Ana y Victor, del blog Caminar sin gluten, son los anfitriones del HEMC 23, y han elegido el tema "Sin gluten", una idea muy buena para que los que no son celíacos aprendan (aprendamos) un poco más sobre el tema. Hace algunos meses, pensando que quizá Daniel tenía intolerancia al gluten, intentamos llevar una alimentación sin gluten durante al menos una semana. A los tres días desistimos, tras varios intentos de hacer pan bastante desastrosos y no tener nada que llevarnos a la boca para desayunar. Afortunadamente, Daniel no es celíaco (le dieron las pruebas la semana pasada) pero eso me hizo aprender que, al menos al principio, tratar de evitar el trigo en la sociedad del trigo es un poco difícil. Desde luego si te metes en el blog de Ana y Victor no lo parece, porque cocinan maravillas y hacen panes estupendos.
Durante esos días que decidimos no tomar trigo, pensé que quizá las tortillas mejicanas de maíz podían ser una buena solución. Mi sorpresa fue ver en el super que las tortillas de maíz también llevan trigo. Así que para este HEMC sin gluten he decidido hacer tortillas de maíz, maíz, sin trigo, pero con espinacas. Los ingredientes para la masa de las tortillas son:

150 gr de maicena y 50 gr de harina de maiz
agua, aceite y sal
espinacas

Hervir las espinacas, y escurrirlas tratando de quitarles muy bien el agua. Mezclarlas con las harinas, y luego ir añadiendo el agua y el aceite a ojo, hasta que la masa se pueda amasar sin pegarse a los dedos, pero que quede blanda. Hay que darles forma con las manos, porque si se usa el rodillo se rompen con facilidad. Tratar de hacerlas finas. Poner una sartén o una plancha al fuego y hacer las tortillas por los dos lados, hasta que salgan manchitas marrones.

Las rellenamos de arroz, aguacate, y atún en mojo verde. Para preparar el atún, hay que hacer un mojo con cilantro, aceite de oliva, limón y sal, se parte el atún en taquitos y se deja macerando en el mojo durante una hora al menos. Luego se hace en una plancha vuelta y vuelta.

La idea del relleno la he tomado de unas tortillas que me tomé en Kauai, en un sitio llamado Mermaid Cafe, cuando me tocó ir a Hawaii por una conferencia. En fin, si a los científicos les gusta hacer conferencias en lugares paradisíacos, no es culpa mía, ¿no? El auténtico wrap tenía este aspecto:



Premio para Paco y mañana de huerto

Hola soy Paco, escribo esto para dar las gracias a Salvia, que ha querido compartir conmigo este premio:
Me hace mucha ilusión porque es el primer premio que me dan a mi solito. Me anima a seguir con mis labores de investigación para daros nuevos consejos sobre la calidad de los alimentos. El premio hay que compartirlo con cinco personas. Eso es muy difícil, lo primero porque se me da mal contar, y lo segundo porque hay muchos blogs que me gustan. Pero a ver, voy a intentarlo....
Ana y Victor, de Caminar sin gluten
Noema de Intercultura y Cocina
Qalamana
Gemiosal del blog
Es lo que ha tocado
Marisa de Cocina fácil sin gluten ... creo que ya llevo cinco, ¿verdad? Bueno, pues muchas gracias otra vez y a ver si dentro de poco escribo otro de mis artículos. Ahora os dejo con Ajonjolí.

¡Esta mañana hemos estrenado el huerto!

Aquí estamos en plena faena, esta mañana nos tocó rastrillar, limpiar el terreno, hacer surcos, decidir que vamos a plantar cuando....en fin, que los comienzos siempre son durillos. Y eso que "sólo" son 35 metros cuadrados. Por ahora hemos plantado dos hileras de zanahorias y rábanos, una de cebollas, y otra de lechugas.
Y ahora me voy a dormir, que el trabajo en el campo cansa una barbaridad.
¡buenas noches!

viernes, 6 de junio de 2008

Bubangos rellenos de carne

Alicia, del blog Amiloquemegustaescocinar, ha tenido la idea de recopilar recetas para hacer un libro de Cocina Regional Española. Ella vive en Italia y dice que se le está olvidando la gastronomía española, así que ha decidido poner remedio de esta manera. Anteriormente ya editó El libro de las tortillas, que os podéis descargar de su blog. Si quereis participar en el libro, sólo tenéis que preparar una receta típica de alguna región, y mandarle un e-mail con la descripción y, a ser posible, una foto, antes del 30 de junio.
Su intención es que haya recetas de todas las provincias que sea posible. Yo conozco recetas de mi madre, de Granada, y también de Madrid. Pero Alicia es de Granada ella misma de pura cepa, y ¡de Madrid siempre hay alguien!, así que he decidido que mi contribución sea una receta de mi última tierra adoptiva, las islas Canarias. La gastronomía canaria, además, creo que es una de las menos conocidas en España. Lo cual me parece muy injusto, porque aquí estoy encontrando productos de muy buena calidad, que no me cabe en la cabeza como no tienen más difusión en el resto del país. Así que ahí va mi receta.
No es la primera vez que pongo una receta de bubangos rellenos, pero la anterior vez los hice rellenos de setas, y en realidad la manera tradicional de rellenarlos es con carne picada. Son un plato típico de los guachinches, que son unas casas de comidas que abren durante la temporada en la que se produce el primer vino tras la vendimia, y que sirven comida casera (lo que toque, no suelen tener carta) y vino joven del país.
Los ingredientes son:

5 bubangos
1/2 kg de carne picada
1 cebolla
sal y aceite

Hay que vaciar los bubangos (con un cuchillo y luego con ayuda de una cuchara) dejando más o menos las paredes con 1 cm de grosor. Precalentar el horno a 150º. Salar los bubangos vaciados y pincelar el interior con aceite de oliva (virgen extra). Meterlos en el horno durante unos 15 minutos, hasta que estén doraditos y blanditos. Es importante lavarlos bien y, a ser posible, que sean ecológicos porque los bubangos se comen con piel y todo.
Mientras se doran en el horno hacer la carne que hemos sacado del bubango bien picadita, con la cebolla picada. Sacarla de la sartén. Volver a calentar la sartén y hacer la carne picada, y cuando esté hecha añadir la carne de bubango con cebolla hasta mezclarlo todo bien. Se rellenan los bubangos, se meten de nuevo en el horno, y se pone pan rallado por encima. Se dejan en el horno unos 10 minutos, y si hace falta se poen el grill hasta que el pan rallado empiece a estar doradito.
En España, además, como todos sabemos, comer es un acto social. Y estos bubangos fueron degustados en muy buena compañía.

martes, 3 de junio de 2008

¡PIZZA, PIZZA, PIZZA!

En esta casa nos hemos acostumbrado a comer pizza una vez a la semana. Suelo hacerla con la masa de harina de trigo y de maiz, porque sale muy fina y crujiente y a Daniel le gusta tanto que no me deja hacer experimentos y probar otra masa. Y los ingredientes varían según lo que haya por casa. Hemos hecho pizza de ahumados, de verduras, de anchoas, de calabaza, ¡hasta de aguacate! La de atún y pimientos del piquillo es ya un clásico. Y la última que hicimos fue la pizza tapenade, que debe su nombre a que llevaba anchoas, alcaparras y aceitunas negras picadas. Aquí está recién salida del horno:


El día de la pizza oficialmente es el miércoles, que es el único día que se enciende el televisor en esta casa (hasta que llegue el apagón analógico y ya la tele no se encienda más nunca, que dirían aquí). Me estoy arrepintiendo de haber dado esta información confidencial, porque me temo que misteriosamente voy a tener a más de un coleguita dejándose caer por casa en plan pasaba por aquí para zamparse una pizza como quien no quiere la cosa....bueno, no pasa nada, siempre guardo masa en el congelador.
¡Que tengáis una buena semana!

domingo, 1 de junio de 2008

Focaccia provenzal


Hoy nos hemos ido a caminar por el parque nacional del Teide, a ver los tajinastes en flor. El tajinaste rojo, Echium wildpretii, es endémico de la isla de Tenerife. Florece una vez al año, las flores no duran más que un mes, y una vez que ha echado la flor y las semillas maduran la planta muere. Las flores suelen llegar a medir dos o tres metros, y estaban llenitas de abejas, lo que quiere decir que dentro de poco podremos degustar en Tenerife la miel de tajinaste, que es de un color claro, casi blanco, cremosa y de sabor floral suave.
Para comer durante la excursión preparé una focaccia de verduras. Los ingredientes de la masa son los mismos que los de la focaccia de jamón y espinacas que hice cuando subimos el Teide, sólo que esta vez tenía más tiempo y en lugar de 15 gramos de levadura usé sólo 10. Disolví la levadura en los 280 ml de agua, y lo mezclé con la mitad de la harina. Lo dejé reposar dos horas, y cuando estaba burbujeante le añadí la otra mitad de la harina y el resto de ingredientes. Lo dejé reposar otras dos horas, y entonces deshinché la masa, la dividí en dos y seguí el mismo procedimiento que con la otra focaccia. El relleno esta vez llevaba una berenjena, un calabacín grande, un tomate y unas cuantas hojas de albahaca fresca (por eso la he llamado provenzal). La berenjena y el calabacín los hice a la plancha antes de rellenar la focaccia. El resultado fue este (¡lo que tiene dibujado se supone que es el Teide!)

y este es el aspecto que tenía un trozo,

El camino nos gustó mucho (la focaccia también) si alguien cae por Tenerife en estas fechas le recomiendo acercarse a Las Cañadas, dejar el coche en el Parador y tomar el sendero 4 en dirección al Portillo. Creo que este es el mejor momento para subir al parque nacional del Teide.