Sí, sí, lo reconozco, para esto de los panes soy una afrancesada. Oye, ¿y que queréis? Descubrí el buen pan en Lyon.
Patrick LePort es el propietario de La Boulangerie Savoyarde, situada en École de Bauges, en las montañas alpinas cerca de Lyon. Prepara sus panes con un levain iniciado hace 25 años que nunca ha reforzado con pasas ni yogur ni cultivos en polvo. Su receta básica es "sé sencillo cuando prepares pan. También debes ser feliz pues de lo contrario el pan no será tan bueno".
La receta es del libro "Elaboración artesanal del pan" de Linda Collister, publicado por Blume.
Ingredientes:
200 gr de levain (masa madre, en mi caso, de centeno integral)
450 gr de harina de fuerza (aquí la receta debe estar mal porque yo tuve que poner 800 gr de harina, y además se supone que es la receta para un pan grande)
350 ml de agua tibia (mineral, yo la puse del grifo)
10 gr de sal marina fina
La temperatura ideal de la masa mezclada debe ser de 26ºC. En Tenerife, lo clavamos, claro. De lo contrario, calentar suavemente la harina.
Mezclar los ingredientes en un cuenco grande, y amalgamar bien. Debe quedar una masa blanda pero no pegajosa.
Volcar la masa sobre la superficie de trabajo, amasar 4 minutos, dejar reposar 2 minutos, y amasar de nuevo otros 4. Colocar de nuevo la masa en el cuenco, envolver en una bolsa de plástico y dejar levar hasta que haya doblado su tamaño (yo la dejé en la nevera toda la noche).
Aplastar con suavidad la masa levada (recomienda tratar la masa lo menos posible una vez amasada) doblarla y formar con ella un pan redondo. Dejarla levar en una cesta forrada con un paño de lino, hasta que haya doblado su tamaño (la volví a dejar en la nevera y me fui a currar).
Precalentar el horno a 230º, con la bandeja o la piedra de hornear dentro. Volcar el pan en la bandeja, entallar, y hornear hasta que esté dorado y suene a hueco al golpear la base con los nudillos. Dejar enfriar en una rejilla metálica.
Y voilá. Una hogaza de casi kilo y medio que se conserva bien hasta una semana, pero que como teníamos aquí al cuñao con su familia no duró más que dos desayunos.
Patrick LePort es el propietario de La Boulangerie Savoyarde, situada en École de Bauges, en las montañas alpinas cerca de Lyon. Prepara sus panes con un levain iniciado hace 25 años que nunca ha reforzado con pasas ni yogur ni cultivos en polvo. Su receta básica es "sé sencillo cuando prepares pan. También debes ser feliz pues de lo contrario el pan no será tan bueno".
La receta es del libro "Elaboración artesanal del pan" de Linda Collister, publicado por Blume.
Ingredientes:
200 gr de levain (masa madre, en mi caso, de centeno integral)
450 gr de harina de fuerza (aquí la receta debe estar mal porque yo tuve que poner 800 gr de harina, y además se supone que es la receta para un pan grande)
350 ml de agua tibia (mineral, yo la puse del grifo)
10 gr de sal marina fina
La temperatura ideal de la masa mezclada debe ser de 26ºC. En Tenerife, lo clavamos, claro. De lo contrario, calentar suavemente la harina.
Mezclar los ingredientes en un cuenco grande, y amalgamar bien. Debe quedar una masa blanda pero no pegajosa.
Volcar la masa sobre la superficie de trabajo, amasar 4 minutos, dejar reposar 2 minutos, y amasar de nuevo otros 4. Colocar de nuevo la masa en el cuenco, envolver en una bolsa de plástico y dejar levar hasta que haya doblado su tamaño (yo la dejé en la nevera toda la noche).
Aplastar con suavidad la masa levada (recomienda tratar la masa lo menos posible una vez amasada) doblarla y formar con ella un pan redondo. Dejarla levar en una cesta forrada con un paño de lino, hasta que haya doblado su tamaño (la volví a dejar en la nevera y me fui a currar).
Precalentar el horno a 230º, con la bandeja o la piedra de hornear dentro. Volcar el pan en la bandeja, entallar, y hornear hasta que esté dorado y suene a hueco al golpear la base con los nudillos. Dejar enfriar en una rejilla metálica.
Y voilá. Una hogaza de casi kilo y medio que se conserva bien hasta una semana, pero que como teníamos aquí al cuñao con su familia no duró más que dos desayunos.
Que pinta más estupenda!!! no me extraña que os lo comieráis en dos telediarios....... Un beso. B
ResponderEliminarPues sí que tiene buena pinta ese pan... me llevaria un pedacito, pero como ya no queda ni las migas... creo que vas a tener que preparar más eh! jejejeje.
ResponderEliminarUn besote
Estupendísimo pan, ajonjolí, Me encanta! Un beso.
ResponderEliminar¡Dios mio! ¡25 años! ¡Qué maravilla! Y totalmente de acuerdo con lo de ser feliz y el resultado final del pan. Parece una tonteria, pero no. Tú debes ser felicisisisisima, porque te ha quedado de muerte. Un beso grande, lyonesa de adopción. Sonia
ResponderEliminarVengo a devolverte la visita y decir que me he quedado tonta con este pan! Que maravilla por favor!Con tu permiso la apunto! Aun no he hecho levain o masa madre... Pronto me pondre a ello!
ResponderEliminarUn abrazo
Ñooooooo, qué pan más espectacular.
ResponderEliminarP.D.: Cuando vayas a apedrear el Macdonalds, avísame.
Un beso, ¿tinerfeña?
Hola he pacticado varias veces la receta y ten go que añadir maas haria o no poner tanta agua, en la primera fernentacion no me subi el doble en la segunda si, solo una pregunta una vez que sale del horno es el dobe de pan o bien no sube muchas.
ResponderEliminarMuchas gracias y es un libro fabuloso
Carmen de Barcelona
hola carmen,
ResponderEliminargracias por tu comentario :)
A ver, la cantidad de agua y harina es orientativa, depende de la humedad ambiental del sitio donde hagas el pan. De hecho, depende de si el día está lluvioso o no, en un día seco de verano hay que poner más agua que en un día lluvioso de invierno.
Lo de la fermentación, es curioso, porque a mi cuando más me sube es en la primera, luego en la segunda no suele llegar a doblar el volumen, y en el horno desde luego no dobla su tamaño, aunque también depende de lo que lo hayas dejado subir en la segunda fermentación.
Si tienes cualquier otra pregunta, encantada de responderte!!
Un beso.