Sí, 100% local y casi libre de transacciones monetarias. Lo único que tuvimos que comprar para hacer esta sopa fueron las judías. Todo lo demás viene únicamente de nuestra huerta, o de las huertas de nuestros amigos. Las remolachas, las zanahorias y la col son de nuestro huerto. Las papas son de la huerta de V. Y las cebollas nos la dio R. Nunca me cansaré de repetir lo satisfactorio que es comer lo que uno planta. Acabamos de llegar de Madrid esta misma tarde, teníamos la nevera vacía, subimos a la huerta, recogimos 3 kilos de tomates, una col roja, 1 kilo de fresas, unas chirivías, y con eso ya podemos ir tirando. En lugar de ir al centro comercial, nos vamos al campo. Mucho mejor para el espíritu, el medio ambiente, y si te pones hasta para el bolsillo.
El borshch es una sopa típica de Europa del este, en particular de Ucrania, que se cocina sobre todo durante la cuaresma, cuando los creyentes no podían comer carne. Es una sopa espesa, en la que se supone que una cuchara se podría sostener en vertical, por si sola. Se que para los que estais en el hemisferio norte probablemente no es la receta más indicada con estas temperaturas, pero según la autora del libro de donde la saqué, los rusos la comen fría. Yo como no soy rusa la tomé caliente.
Ingredientes, para una olla de borshch con la que dar de comer al regimiento del acorazado Potemkin
400 gr de remolacha, pelada y cortada en dados (para pelarla recomiendo ponerse unos guantes de fregar, si no se quedan las manos rojas!)
2 papas rojas, peladas y cortadas en dados
una zanahoria grande o varias pequeñas, peladas y troceadas
1 l de agua o caldo de verduras
1 cebolla grande troceada
500 gr de tomates maduros
200 gr de col rizada
200 gr de judías manteca del país, o una lata de judías pintas
1 cucharada sopera de vinagre de miel
1 cucharada sopera de azúcar moreno
sal, pimienta, aceite de oliva
Si se usan judías secas, ponerlas en remojo la víspera, y hervirlas en una olla aparte antes de hacer el borshch.
Incorporar la remolacha, las papas, la zanahoria en una olla grande junto con el caldo, un puñado de sal y pimienta negra molida. Cuando empiece a hervir bajar el fuego y dejar hirviendo a fuego lento hasta que se reblandezcan todos los ingredientes.
En una sartén, calentar el aceite y echar la cebolla. Cuando empiece a estar transparente, añadir los tomates (con piel). Cuando estén blandos, retirar las pieles y añadir todo a la olla donde están el resto de ingredientes.
Añadir la col rizada y las judías. Verter el vinagre y el azúcar.
Seguir hirviendo, corregir el punto de sal, y retirar del fuego cuando comprobemos que la col y las judías están hechas.
Lo típico es servirlo con una cucharada de nata agria por encima. Nosotros le pusimos yogur natural, que es de aquí.
Fuente: Clásicos vegetarianos del mundo, Celia Brooks
Que maravilla ese canasto de vegetales de la huerta un lujo en realidad y deliciosa la sopa.
ResponderEliminarSaludos.
100 % 100 slow food, 100 % 100 natural y libre. Muchas gracias por hacer un mundo mejor. Besos a tu madre tierra.
ResponderEliminarAnnie, la verdad que sí, hoy en día es un lujo, así que mientras sigamos viviendo en Tenerife lo aprovecharemos!
ResponderEliminarCocineros rojos, ¡¡¡eso de un mundo mejor suena muy grande!!! ponemos nuestro granito de arena, pero hay tanto que cambiar.......
Me encanta, Ajonjolí, desde luego que es algo casi mágico comer algo que no sólo ha cocinado uno, sino que lo ha plantado. Yo lo he conseguido con pequeñas cosas plantadas en mis macetas del balcón, así que puedo imaginar lo que debe ser un huerto.
ResponderEliminarB*
Esto es un verdadero lujo, poder recolectar los productos locales y luego preparar este plato tan rico, sano, natural y sin gluten.
ResponderEliminarBesotes
Ana y Víctor.
Hola Ajonjolí!!!!! Bienvenida a casa!. Ya echaba de menos tus originales platos. Yo he estado en Tenerife este fin de semana en casa de una amiga, celebrando su cumpleaños.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo; como lo que cogemos de nuestras huertas, nada. Nosotros estamos comiendo nuestras ciruelas rojas y amarillas, pimientos verdes (tipo italiano), berenjenas, cebollas rojas y blancas, acelgas, calabacines, calabaza, nectarinas, aromáticas en general... En unos días cogeremos nuestros primeros melones y sandías y en unas 4-5 semanas nuestros maravillosos aguacates (los aguacateros están a reventar... no sé qué haremos con tantísimos). Realmente somos afortunad@s... doy fe de ello.
Un besote y un abrazo
Para mi gusto una sopa 10 y con estos tropezones...genial...
ResponderEliminarbesos
muy sana y llena de color, me encanta, besitos desde londres
ResponderEliminarepa!, tienes razón, ya sólo hacer un pesto con albahaca de tus macetas ¡es una maravilla!
ResponderEliminarCaminantes, sí, es un lujo, y así lo disfrutamos, como si estos productos fueran lo más exquisito del mundo!!
Laube, ¡qué maravilla! ¿todo eso recoges? nosotros este año no estamos teniendo suerte con los calabacines, no terminan de tirar,
y como el terreno no es nuestro pues no podemos plantar frutales, aunque hay una higuera que nos regala kilos y kilos de higos cada septiembre. Pero ya sólo con las fresas, tomates, lechugas y coles... bueno, estamos encantados!!
Núria, ¡gracias!
Besos!!
pity, muchas gracias por tu comentario, ¡y disfruta de londres!
ResponderEliminarAjonjolí, recolectamos muchísima fruta y bastante verdura (mencioné sólo la de temporada, porque tenemos otros frutales y plantamos bastante verdura en otoño e invierno... que casi no hace falta regar).
ResponderEliminarQué le suceden a tus calabacines?. Por qué no te salen?. Alguna enfermedad?. Los riegas bien?.
Un besote
pues no sabemos. Yo creo que por un lado quizá les falta agua, pero sólo podemos subir los sábados, y en caso de calima hacemos un esfuerzo por subir aunque sea a las nueve de la noche y regar, el resto del tiempo dependemos del riego por goteo de la finca, que quizá se quede corto para los calabacines. La cosa es que han crecido poco y echan pocas flores, y la mayoría machos. Así que aún no le hemos hincado el diente a un sólo calabacín!!!! de seguir así la cosa, paso de todo y me comeré las flores :)
ResponderEliminarPuede ser por eso entonces... A los calabacines les gusta que les caiga un buen montón de agua junta y estar bien protegidos del viento. Nosotros ya hemos optado por cultivar lo que menos problemas nos da... Si los calabacines te dan problemas, pues prueba con otra verdura que te sea más fácil. Has probado con las berenjenas?.
ResponderEliminarUn besote
las berenjenas se nos dan peor! jajaja... El terreno es muy arcilloso, necesita muchos aportes, y como está a 600 metros de altura, más o menos, nunca hace mucho calor. Y a las berenjenas les encanta el calor!!!!
ResponderEliminarPero mira, las fresas se dan de lujo, y los tomates están muy hermosos, y por ejemplo lechugas y espinacas se dan bien todo el año menos en verano.
La verdad que es terreno es difícil, pero está cerca de santa cruz y le tenemos cariño :)
Pues nada... a cultivar lo que se pueda!. Así debería ser siempre. Yo acabo de traerme pimientos verdes y berenjenas más monas... no son tan grandes como las que nos venden, pero tienen un color y están de gustosas...
ResponderEliminarBueno, a disfrutar del terrenito.
Un besote
Una sopa que siempre me ha encantado pero que nunca he hecho. La comí de turista en Moscú y me gustó.
ResponderEliminarA mi mujer la remolacha no le va, qué le vamos a hacer.
Un saludo.
Veo que te has puesto eslava, supersaludable.También he podido consumir completamente local,como todo el mundo está de vacaciones alguien debía comerse los tomates y los huevos de las gallinas de los amigos de vaca, no?.
ResponderEliminarUn beso
Ajonjolí,
ResponderEliminarUn placer ver tu canasto lleno de verduras de tu propia huerta, felicitaciones!
Muy buena versión de la borscht. Hace algunas semanas también publiqué una receta de sopa de betarraga. Saludos!
Lo estoy haciendo en este preciso momento, esperemos a ver como queda!, claro que sin verduras de la huerta :(.
ResponderEliminarBesos