Nuestra cosecha de berenjenas ha sido abundante. Empezó en verano, con las berenjanas blancas. Las más tempranas y delicadas, de carne cremosa y piel finísima. Continuó con las de almagro, más aptas para la conserva. Y luego las moradas rayadas, que hay que recoger cuando aún son pequeñas para que estén tiernas, y de las que este fin de semana recolectamos las últimas. Una maravilla.
Hemos cocinado todo tipo de platos. Sobre todo nos gustaron mucho asadas, ya que es una forma de sacarles todo el sabor. Las acompañamos de salsa de yogur, menta y cebollino, o las comimos con unos pancakes salados de espinacas con cebolla caramelizada.
Pero, de todos los platos que cocinamos, el que mejor se adapta a una celebración en toda regla de esta cosecha, el más festivo y elegante, han sido estos ravioli de berenjena asada. Es un plato vistoso y alegre, con el que sorprenderéis a cualquier invitado.
Sabéis que hay dos cosas que nos encantan en este blog: la pasta fresca y las recetas de Ottolenghi. Esta entrada es además un homenaje a este último, ya que nos hemos inspirado en una de sus recetas más famosas, que ya publiqué aquí.
Ingredientes para dos personas con hambre:
para la pasta:
2 huevos
100 gr de sémola de trigo duro fina + 100 gr de sémola de trigo duro mediana (se vende en tiendas de productos árabes)
un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
un pellizco de sal
para la pasta:
2 huevos
100 gr de sémola de trigo duro fina + 100 gr de sémola de trigo duro mediana (se vende en tiendas de productos árabes)
un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
un pellizco de sal
Amasar todos los ingredientes juntos, a mano o con amasadora, hasta tener una masa que no se pegue a las manos pero que sea elástica. Dejar reposar en un bol durante un par de horas.
para el relleno
un par de berenjenas medianas, o 4 berenjenas pequeñas
un par de cucharadas soperas de yogurt natural
un chorrito de aceite de oliva virgen extra
sal
Como ya os he contado alguna vez, el truco para sacarle todo su sabor a las berenjenas consiste en asarlas
bajo el grill. Se ponen las berenjenas en una bandeja de horno, se
enciende el grill, y se pone la bandeja en la parte de arriba del horno,
cerca del grill, para que las berenjenas se "quemen". Como estas eran pequeñas las dejé 20
minutos, dándoles la vuelta a los 10 minutos. Hay que vigilar y
sacarlas cuando empiecen a estar negras.
Un vez que las berenjenas se hayan enfriado les quitamos la piel, que
sale muy fácilmente, y la carne de las berenjenas la ponemos a escurrir y
luego la pasamos a un bol junto con el resto de ingredientes y lo
mezclamos bien todo. No debe quedar muy líquido.
Para hacer los ravioli, podéis ver todo el proceso en el tutorial "como hacer ravioli: guía para dummies" o aquí. Una vez en el plato, espolvoreamos por encima za'atar, granada, y aceite de oliva virgen.
Tengo un "cortaraviolis" desde el verano y todavía no lo he utilizado, y es que hace un tiempo me animé a hacer papardelle pero con la harina convencional no quedaron nada ricos. Como comentas en tu caso, a mí también me quedaron enoormes y nada bonitos.
ResponderEliminarTengo que probar con la sémola de trigo. Si le cojo el gustillo podría animarme a comprarme una máquina de hacer pasta sencillita.
Un saludo y felices fiestas.
¡¡¡¡¡¡raviolis caseros!!!!!
ResponderEliminarEsta receta no tiene desperdicio, me la guardo y en cuanto pasen estas fechas me animo, espero llegar a tiempo y encontrar alguna berenjena. Este martes viene una amiga de la montaña que me traerá las últimas granadas que recogió, me las guarda porque sabe que me encantan para desayunar por la mañada, me dan una energía especial.
Porque me pilla un poco lejos, que si no llamaba a tu puerta a pedirte un par de berenjenas ;-)
Besos
Velvet, pues ya verás, cuando pruebas con sémola te van a salir tan bien que te compras la máquina seguro!
ResponderEliminarPatricia, si no tienes berenjenas, prueba el relleno de calabaza, yo no sabría con cual quedarme :)
Me encantan las berenjenas! Las que más, creo que esas ralladas más pequeñas, pero nunca he probado las blancas, tendré que preguntarle a mi padre si no trabaja con cultivos de ese tipo, a ver si el año que viene nos regalaran algunas tan bonitas como las vuestras :)
ResponderEliminarTambién las prefiero asadas, mucho más que fritas o rehogadas.
Unos ravioli fantásticos! Encima con yogur en lugar de queso, perfecto para mí :)
Un abrazo
Genial receta...tengo que comprarme una maquinita para hacer pasta...estoy segura que cuando la pruebe casera ya no compro mas...como me ha pasado con varias cosas....
ResponderEliminarAquí donde vivo, en la zona del Bages hay berenjenas blancas y la verdad són deliciosas...
besitos
Grrrrrr, muero de envidia viendo todas esas berenjenas! Sobre todo la blanca, después de haberla probado estoy deseando volver a encontrarla, qué rica. Y qué bonitas te quedaron las fotos.
ResponderEliminarEl plato me encanta (qué pereza me da la pasta fresca, y eso que es fácil y que cuando la he preparado me quedó bien, pero nunca se me ocurre, qué vaga), y más aún me gusta el truco para las berenjenas. Probaré.
Un beso
Ajonjolí, mi niña... qué cosa más rica y más apetitosa. Las berenjenas y yo somos casi hermanas (se me está poniendo cara de berenjena, no lo dudes...), así que imagina cómo me gustan.
ResponderEliminarAdemás, con esos granitos de granada... tan lindos...
Un besote y, con tu eprmiso, me llevo la receta a mi cocina.
llegue de un blog con receta de berenjenas a este y me encanto esta receta, ideal para gente como yo que no come mucha carne :)
ResponderEliminarhttp://depto54.blogspot.com/
Los ravioli se ven deliciosos, seguro que las berenjenas caseras están fantásticas. Como tengo la misma máquina de estirar pasta y un cortador de ravioli nuevo, ¿qué mejor para estrenarlo que esta misma receta? Viniendo de tu cocina e inspirada en Ottolenghi, tiene que salir de órdago :-)
ResponderEliminarJoo no sabía que había variedades de berenjenas, se ven tan bonitas *-* y sabrosas.
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