Hace siglos que no participo en los retos de los Daring Cooks. Pero este mes el tema eran los patties, un concepto anglosajón que engloba buñuelos, hamburguesas vegetales, croquetas.... todo lo que sean ingredientes aglutinados por harina o huevo y fritos en forma de discos o bolas. Como sabéis son unas preparaciones que me encantan, por su versatilidad, porque te valen tanto para una cena como para un picnic o para llevarlas en el tupper (sí, qué pesadita estoy, pero lo de alimentarse bien TODOS los días es una de mis obsesiones, ¡no soporto la mala comida! y cada vez menos).
Así que decidí que este mes tenía que participar a toda costa.
Durante el mes de enero preparé unas hamburguesas vegetales de
lentejas, pero la consistencia no me convenció, y también unos
buñuelos de remolacha y puerro, que tampoco me convencieron porque
quedaron un poco aceitosos.
Me apetecía hacer algo con remolacha porque tenemos unas preciosas
en el huerto que estamos empezando a recolectar. La remolacha, beta vulgaris, ha sido consumida por los humanos desde la prehistoria. Su color se debe a las betaínas, unos flavonoides que tiñen de rojo cualquier ingrediente al que acompañe. Tienen aproximadamente un 3% de azúcar, y por eso se utiliza a veces para hacer dulces y pasteles.
Así que ayer recurrí a mi cocinero de cabecera. Sorpresa, sorpresa, ¿quien será? ¡Bingo! Sí señores, Ottolenghi. He adaptado sus beetroot fritters, usando remolachas crudas como punto de partida, porque por mucho que me insistan los publicitarios de no-diré-la-marca que hicieron una agresiva campaña en los blogs hace poco, la remolacha hervida que te venden al vacío NO SABE IGUAL. Os recomiendo que compréis (o cojáis de vuestro huerto, como nosotros) remolachas crudas y las hagáis al vapor. Es otro sabor. También he modificado las especias para usar lo que tenía por casa, hinojo en lugar de eneldo, cúrcuma en lugar de azafrán.... si os decidís a prepararlas animaos a experimentar con lo que tengáis a mano. Ahí está la diversión.
Así que ayer recurrí a mi cocinero de cabecera. Sorpresa, sorpresa, ¿quien será? ¡Bingo! Sí señores, Ottolenghi. He adaptado sus beetroot fritters, usando remolachas crudas como punto de partida, porque por mucho que me insistan los publicitarios de no-diré-la-marca que hicieron una agresiva campaña en los blogs hace poco, la remolacha hervida que te venden al vacío NO SABE IGUAL. Os recomiendo que compréis (o cojáis de vuestro huerto, como nosotros) remolachas crudas y las hagáis al vapor. Es otro sabor. También he modificado las especias para usar lo que tenía por casa, hinojo en lugar de eneldo, cúrcuma en lugar de azafrán.... si os decidís a prepararlas animaos a experimentar con lo que tengáis a mano. Ahí está la diversión.
The Daring Cooks’ February 2012 challenge was hosted by Audax
& Lis and they chose to present Patties for their ease of
construction, ingredients and deliciousness! We were given several
recipes, and learned the different types of binders and cooking
methods to produce our own tasty patties!
para los falafel:
3 remolachas pequeñas, hechas al vapor, peladas y ralladas (250 gr)
100 gr de garbanzos cocidos, machacados en un mortero
2 cucharadas soperas de menta fresca picada
2 cucharadas soperas de perejil fresco picado
1 cucharada sopera de hinojo fresco picado
media cebolla picada
la ralladura de la piel de 1/2 limón
1/2 cucharadita de curry
1 cucharada sopera de tahini
1 huevo
1/2 cucharadita de sal
para la salsa:
250 gr de yogur natural
1 cucharada sopera de aceite de oliva
1/2 cucharada sopera de zumo de limón
1/2 cucharadita de cúrcuma
sal
Primero hacemos la salsa: mezclamos todos los ingredientes,
removemos hasta que esté homogénea y guardamos en la nevera.
Para hacer los falafel, mezclamos bien todos los ingredientes en
un bol. En una sartén calentamos un dedo de aceite, y cuando esté
bien caliente vamos haciendo bolas con la mezcla, las aplastamos,
y vamos friendo los falafel por tandas. Hay que vigilar la
temperatura del aceite, porque tiene que estar lo suficientemente
caliente para que se frían sin absorber aceite, pero no tanto como
para que se pongan negros antes de hacerse. Vamos poniendo los
falafel en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso
de aceite, y luego los pasamos a una fuente.
Servir con la salsa de yogur y una buena ensalada. Yo volveré a
hacerlos, porque la cosecha de remolachas no ha hecho más que
empezar. Y porque además me ha gustado mucho la combinación de sabores de las especias y las hierbas, y la textura. Pero la próxima vez seguro que antes hago las pitas.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, las remolachas cocidas en casa no tienen nada que ver con las compradas. Cuando pruebas las hechas en casa no vuelves a comprar las ya cocidas.
ResponderEliminarUn beso. Vivi
Vaya receta! me parece muy atractiva! quien pillara esas remolachas tuyas recién salidas del huerto!
ResponderEliminarWhat creative patties you made! Love it!! I love the color from the beetroot, also. Really great work on the challenge.
ResponderEliminarI love the idea of beetroot patties so flavoursome and colourful a wonderful way to use up your beets.Lovely photos of the garden. Cheers from Audax in Sydney Australia.
ResponderEliminarThese look great - love the nice color from the beets.
ResponderEliminarBeautiful photos and love the colour of the patties! Well done!
ResponderEliminarSi llego a saber el tema de este mes, me hubiera sumado al reto, aunque fuera extra oficialmente, que los "patties" o hamburguesas vegegetales cada vez me gustan más! Por versátiles, nutritivos, porque se pueden congelar, porque mi elfo se los come sin rechistar (es poco amigo de las verduras, qué le vamos a hacer)...
ResponderEliminarMe han encantado estos falafel con remolacha. Qué cierto es que no sabe igual si la compramos o recolectamos al natural y la preparamos en casa, a ver si encuentro en los mercados porque además tengo pendientes varias recetas dulces con este vegetal que tengo muchas ganas de probar. Ese color que tiene me fascina :)
Un abrazo
Nunca he probado la remolacha natural, la que venden cocida la verdad es que nunca me ha gustado.
ResponderEliminarTampoco conozco a Ottolenghi, tendré que investigar, últimamente he visto recetas en otros blogs.
El huerto es una maravilla.
besos
No sabes lo privilegiada que eres...aprovéchalo...mira que de pequeña la remolacha no me gustaba nada, sobretodo el color.me daba repelús y ahora me encanta ese toque dulzón....tu receta me parece deliciosa...me la llevo a ver si la hago algún día....un besazo
ResponderEliminarAJONJOLÍ, te han quedado de cine esos falafel de remolacha. Me encanta la remolacha!. Oye, y qué bonitas las tienes en el huerto. Voy a tener que comprar el libro de Ottolenghi. No me va a quedar otra!.
ResponderEliminarPor cierto... CLARO QUE PONDREMOS NUESTRA CRUZ EN LA CASILLA DE APOYO A LA CIENCIA!. Faltaría más...
Un besote
Yo siempre pongo el ejemplo de la zanahoria: la comprada en bote ya cocida ¿sabe igual a la casera? ... pues lo mismo. Lo que pasa es que la remolacha mancha tanto que se le ha dado muy mala fama por guarrona pero con cuidado no es para tanto. Y el agua de cocerla es un colorante natural ideal para dar color a cremas, panes, bizcochos... es un gusto, vaya.
ResponderEliminarEse falafel se ve bien bonico y me derrito al imaginar lo bueno que estaba:-) y solo una preguntita: el hinojo, usaste el bulbo o las hojas? y es que creo que para la próxima vez haré falafel de colores, a lo festivo:-)
Besos
Guau!, estoy alucinando con tu huerto. Sabes cuantos años hace que no como remolachas frescas?, aquí solo se venden al vacio y cocidas, tengo algunas recetas que son con remolacha horneada y no puedo hacerlas.
ResponderEliminarQue lindos los falafel coloreados :)
Besos!
Se ven riquísimos! Hace unos días posteé un pie de hojas de remolacha, y también tengo una terrina en el mismo post, te invito a leer la receta, un beso, que estés bien,
ResponderEliminarMyriam
Qué maravilla estos falafels, tienen un color precioso! Y seguro que estaban la mar de ricos :)
ResponderEliminarLas fotos muy chulas, por cierto!
Esta receta, además de sana, colorista, riquísima, sin gluten, debe tener un sabor especial y un alto valor, por ser de vuestra cosecha.
ResponderEliminarBesotes y gracias por etiquetar sin gluten
Ana y Víctor.
caminantes, gracias, y ¡ánimo con esa lucha! etiquetar sin gluten no debería costarle esfuerzo a nadie
ResponderEliminar¡besos!
Comprobado que los falafel están exquisitos. Los comimos ayer junto con las pitas y la salsa, no pudimos renunciar a nada.
ResponderEliminarNo los hice fritos sino a la plancha y tal vez por eso no quedaron tan bonitos porque se demenuzaban. ¡No importa!, ¡arriba la remolacha natural!
¡gracias "unknown"! me alegra un montón saber que una receta le sirve a alguien :)
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