El final del verano es agotador para los que tenemos alma de "horticultor autosuficiente" a lo John Seymour. Se junta la huerta con la recolección silvestre, ya que las moras y los higos sólo se dan en este momento del año, durante unas breves semanas, y hay que hacer acopio. Se nos acumula el trabajo, y los fines de semana terminamos agotados. A veces hasta piensas "ya descansaré el lunes" porque, a nivel físico, es mucho menos agotador el trabajo. Podríamos no hacerlo, en realidad nadie nos obliga, y tampoco es por necesidad. Pero esto ya se ha vuelto algo más que un hobbie. Es una actitud ante la vida, una cuestión de principios, o valores, o cómo cada cual quiera llamarlo... bueno, que estoy cansadilla y no quiero calentaros la cabeza. La cosa es que aquí me hallo, haciendo dos tartas de higos, mermelada de moras, y publicando. A tres manos, ¿quien dijo cansancio?
Otra de las plantas cuyas semillas nos trajimos de Canadá fue el tomatillo, physalis ixocarpa, también llamada tomate verde, una planta que también pertenece a la familia de las solanáceas pero que pese a su nombre no guarda mucha relación con el tomate, como podéis ver en las fotos. Es un fruto más pequeño que el tomate, y tiene una piel gruesa, dura y un poco pegajosa, debido a una sustancia soluble en agua que lo recubre. Además, está metido dentro de una especie de farolillo que, cuando el fruto está maduro, se vuelve como de papel.
El tomatillo es un fruto muy usado en la cocina mexicana. Según mi colega F., mexicanísimo de pura cepa, para hacer una guacamole "como dios manda" hay que ponerle tomatillo. En su región este plato se llama pipián verde, aunque en el resto de México se le conoce como mole verde, o mole verde de pepita, que es el nombre que se le da a las pipas de calabaza. El tomatillo también se utiliza para preparar la salsa verde, que es el equivalente en la cocina mexicana a la salsa de tomate en la cocina italiana.
Este plato lo preparé a finales de junio, con nuestra primera cosecha de tomatillos. No me dio tiempo a publicarla y luego durante el verano la planta no ha producido tanto, así que se quedó en la lista de espera. Pero aprovechando una nueva remesa he decidido publicarla. Ya sabéis que en este blog todo es de temporada, sobre todo desde que se ha vuelto casi en exclusiva un blog de recetas creadas con lo que sale de nuestro huerto, ¡debería cambiarle el nombre!
El tomatillo es un fruto muy usado en la cocina mexicana. Según mi colega F., mexicanísimo de pura cepa, para hacer una guacamole "como dios manda" hay que ponerle tomatillo. En su región este plato se llama pipián verde, aunque en el resto de México se le conoce como mole verde, o mole verde de pepita, que es el nombre que se le da a las pipas de calabaza. El tomatillo también se utiliza para preparar la salsa verde, que es el equivalente en la cocina mexicana a la salsa de tomate en la cocina italiana.
Este plato lo preparé a finales de junio, con nuestra primera cosecha de tomatillos. No me dio tiempo a publicarla y luego durante el verano la planta no ha producido tanto, así que se quedó en la lista de espera. Pero aprovechando una nueva remesa he decidido publicarla. Ya sabéis que en este blog todo es de temporada, sobre todo desde que se ha vuelto casi en exclusiva un blog de recetas creadas con lo que sale de nuestro huerto, ¡debería cambiarle el nombre!
Ingredientes, para 6 fajitas
250 gr de pipas de calabaza
1 litro de caldo de verdura
una pizca de clavo molido
15 tomatillos
1/2 cebolla picada
1/2 chile verde fresco (facultativo, esto es para darle el punto picante, pero como no teníamos, usamos un cucharada de pasta de curry verde)
3 dientes de ajo picado
1/2 cucharadita de hojas de tomillo, y otra 1/2 de mejorana
3 cucharadas de aceite de oliva
unas hojas de laurel
4 cucharadas de cilantro fresco picado
sal y pimienta
1/2 kg de pechugas de pollo cortadas en dados
Empezamos preparando el mole. La quitamos a los tomatillos el "farolillo" que los recubre y los lavamos bien.
Trituramos las pipas, la mitad del caldo, el clavo, los tomatillos, la cebolla, el chile, el ajo, el tomillo y la mejorana. Añadimos el resto del caldo, y reservamos.
Trituramos las pipas, la mitad del caldo, el clavo, los tomatillos, la cebolla, el chile, el ajo, el tomillo y la mejorana. Añadimos el resto del caldo, y reservamos.
En una olla de fondo grueso, calentamos el aceite de oliva. Sellamos los trozos de pollo y añadimos el mole y las hojas de laurel. Salpimentamos. Lo cocinamos a fuego medio, hasta que la salsa espese y el pollo esté hecho. Apartamos las hojas de laurel y añadimos el cilantro picado.
Servimos en un plato las fajitas, y en varios cuencos el pollo con mole verde, lechuga, tomate, arroz... lo que se nos ocurra que acompañe bien. De ese modo cada comensal se prepara las fajitas a su gusto.
El sabor del mole verde es sorprendente y difícil de describir, como suele ocurrir con la comida mexicana. Tiene un puntito ácido, también es algo dulce, y definitivamente fresco. A nosotros nos encantó. Si los encontráis por ahí en algún mercado, o si os animáis a sembrarlos, no lo dudéis y probad el mole.
Servimos en un plato las fajitas, y en varios cuencos el pollo con mole verde, lechuga, tomate, arroz... lo que se nos ocurra que acompañe bien. De ese modo cada comensal se prepara las fajitas a su gusto.
El sabor del mole verde es sorprendente y difícil de describir, como suele ocurrir con la comida mexicana. Tiene un puntito ácido, también es algo dulce, y definitivamente fresco. A nosotros nos encantó. Si los encontráis por ahí en algún mercado, o si os animáis a sembrarlos, no lo dudéis y probad el mole.
Fuente: Cocina mexicana, Editorial Parragon
Como sugerencia, aunque un poco dulce, la mermelada de higos es deliciosa. Y aunque no lo he hecho nunca, hace rato leí una receta de chutney de higos, otra alternativa.
ResponderEliminarSaludos, Carmen
Hola Carmen,
Eliminarla mermelada de higos y el chutney son viejos conocidos en este blog, los preparamos todos los años!
si tienes curiosidad puedes encontrar las recetas en la pestaña de conservas
Pues tienes razón. Me olvidé comprobar la sección de conservas. Gracias por recordármelo.
EliminarQué envidia, chiquilla... La higuera de mis padres no promete grandes logros este año. Los 3 últimos años ha sido una barbaridad, sobre todo el año pasado, que además de ser muchísimos higos fueron de una calidad extraordinaria. Pero este año... La higuera está vacía y los que hay están empezando a formarse.
ResponderEliminarA mí este año el trabajo me lo han dado las ciruelas... Aunque sarna con gusto no pica, ya sabes...
Conozco esos tomatitos de vista, pero no los he probado... Uyyyyyyyy, qué pinta esa fajita. Hace de tiempo que no comemos fajitas en casa...
Besitos y descansa... al menos el lunes.
pues aquí los higos van adelantados! normalmente se daban a mediados de septiembre, pero este año se adelantaron un mes!!! Tú espera un poco y ya verás cómo terminas preparando mermelada de higos :)
EliminarHola Ajonjolí. El tomatillo se usa mucho en la comida mexicana, así como tu lo mencionas. Yo también siembro tomatillo porque me encanta y lo utilizo mucho en mis salsas, moles, guisados y, si es tomatillo milpero, me gusta ponerle al caldo de pollo. Aquí te dejo un enlace a mi blog para una rica receta de ensalada de tomatillo, espero te guste. http://prietasnotes.blogspot.com/2010/06/sorrow-tastes-better-with-bread-las.html
ResponderEliminarEnsalada con mango y tomatillo, nunca se me habría ocurrido!
EliminarGracias por la sugerencia, Prieta.
Que bonitos, nunca los había visto ¿te importaría secar unas semillas y mandarmelas en un sobre? me encantaría preparar ese mole la próxima temporada. Yo me alegro que tu blog sea de la huerta a la mesa, me encanta y si tengo una duda con mi minihuerto ya se a quién preguntar :)¿los higos por allí los tienes silvestres?¡que suerte! aquí todos tienen dueño, le preguntaré a mi chico, que conoce mejor el campo que yo a ver si tengo suerte y encuentro alguna higuera silvestre.
ResponderEliminarhola heva!
EliminarPor supuesto, te mando semillas. De hecho tenemos bastantes de las que sacamos en canadá, así que mándame un correo con tu dirección y te las envío.
Lo de las higueras supongo que es porque aquí hay mucho caserío abandonado, y encuentras higueras en medio del campo, y por los caminos, por todas partes! Supongo que en origen serían cultivadas, pero ya se han asilvestrado.
Me he cansado de buscar higueras :( nada por aquí no han dejado ninguna asilvestrarse, te mando ahora mismo el correo para que puedas mandarme una cartita con las semillas ¡que ilusión!
EliminarQue no tengo tu correo!!!!
EliminarWouu, debes considerarte afortunada porque muchos paisanos míos sufren por no conseguir en España el tomate verde. Y trajiste de Canadá la semilla: más sorprendente. En verdad tienes una buena mano. Excelente.
ResponderEliminarMe parece muy bien tu platillo, sólo un pequeño comentario: el mole verde o pipián que reproduces suele ser un poco menos espeso. Tengo semillas de chile verde, podría hacértelas llegar para que lo tengas disponible.
Un saludo
Sí, me lo dijo mi colega mexicano lo de que me quedó espeso. En próximos intentos lo dejaré espesar menos tiempo.
ResponderEliminarLo de las semillas es en serio? Nos encanta sembrar cosas nuevas, así que si me las envías te lo agradeceré mucho!
Voy a ver si está tu correo en tu blog y te mando mi dirección.
Claro, pueden ir en una cartita, sólo espero que no las pasen por los rayos x y cosas de esas y nos las boicoteé la aduana.
ResponderEliminarMi correo está en mi blog.
oyo como pasar las semillas ???es k tengo entendido k no te las dejan pasar x aeropuerto alguna recomendacion ya k mi familia esta en mexico me puedo traer semillas pero no se mucho de ese tema si hay tomatitos verdes pero excesivamente caros aki en sevilla en el corte ing hay de todo y tengo cerka una tienda k vende tomatitos verdes chiles abaneros etc pero todo congelado pero muy caro
ResponderEliminarpues nosotros las guardamos en la mochila y eso fue todo. La verdad es que en el aeropuerto no me preguntaron nada.... tú prueba.
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