La temporada de tomates está terminando, y esta receta es un homenaje a esas plantas que tantos frutos nos han regalado este verano.
La socca es una especie de tortita de harina de garbanzo, y es una especialidad del sur de Francia, sobre todo de la ciudad de Niza. La primera vez que estuvimos allí tropezamos accidentalmente con un local llamado Lou Pilha Leva, que resultó ser la meca de la socca y de los beignets de fleur de courgette. Por entonces vivíamos en Holanda, y comer esas delicias en las mesas del local, al aire libre, nos supo a gloria. Después de comer allí fuimos a comprar pasta fresca, muy popular en Niza también, supongo que por su proximidad con Italia, y una hogaza de pan au levain y volvimos a nuestro país de acogida como quien vuelve del pueblo, cargado de cosas ricas.
El origen de la socca es el mismo que el de la farinata italiana: la necesidad. La región en la que se popularizó no es cerealista, así que supongo que la socca sería el sustituto del pan. Su sabor es bastante particular: o la amas o la odias. Aunque en esta receta, que es una adaptación del libro Plenty, de Yotam Ottolenghi, su sabor se suaviza en cierto modo porque usa claras de huevo además de agua para mezclar con la harina de garbanzo. Y la combinación con la cebolla caramelizada es todo un acierto, los sabores se compensan perfectamente. Por cierto, no soy la única que pre-ordenó Jerusalem, su nuevo libro, antes de que lo publicaran, ¿verdad? Pillinas, confesad..... Me llegó el miércoles, y ya he preparado una de sus recetas que os enseñaré en breve. La manera ortodoxa de preparar la socca es en un horno de leña muy caliente. Así es como las preparan en los restaurantes de Niza. Pero de este modo quedan bastante buenas y nos ahorramos tener que calentar un horno a 250ºC para preparar 4 tortitas, lo cual es un despropósito ecológicamente hablando.
Fuente: ctrlalteat.com.au |
Ingredientes, para 5-6 soccas
300 gr de tomates tipo cherry
aceite de oliva virgen
800 gr de cebolla cortada en juliana
2 cucharadas soperas de tomillo
230 gr de harina de garbanzo
250 ml de agua (en la receta original pone 450 pero tiene que ser un gazapo.... a mi con 250 me bastó)
2 claras de huevo
sal y pimienta
Empezamos asando los tomates. Calentar el horno a 130ºC. Cortamos los tomates por la mitad y los ponemos en una fuente de horno, con el lado del corte hacia arriba. Salpimentamos y rociamos con aceite de oliva virgen. Horneamos 25 minutos.
Calentar 4 cucharadas soperas de aceite de oliva en una sartén. Añadir las cebollas, el tomillo, salpimentar, y cocinar un minuto a fuego fuerte. Bajar el fuego y cocinar unos 15-20 minutos hasta que se caramelicen.
Para preparar la masa de la socca, mezclar en un bol la harina de garbanzo, el agua, 1 cucharada y 1/2 de aceite de oliva virgen, una cucharadita de sal y pimienta negra al gusto. Mezclar hasta tener una masa homogénea. Montar las claras a punto de nieve, y mezclar con la masa con cuidado, ayundándonos con una espátula y haciendo movimientos envolventes.
Calentar una sartén de fondo grueso a fuego medio, con un poco de aceite, lo justo para que no se peguen las tortas. Con un cucharón, echar porciones de masa, extender girando la sartén, y hacer por un lado hasta que aparezcan burbujas en la superficie. Darle la vuelta a la socca y hacerla por el otro lado.
Cuando estén todas las soccas, servimos poniendo primero suficiente cebolla caramelizada para cubrir toda la superficie de la socca, y encima tomates asados.
Y os dejo con algunas fotos de la huerta, que hace tiempo que no os doy la lata con el tema. Como veis las soccas las acompañamos de unas berenjenas y calabacines de nuestra huerta, asados. Junto con los pimientos es lo que estamos recogiendo ahora. Montones de berenjenas y calabacines. El otro día me animé a hacer una conserva de verduras en aceite, que, si sale rica, también os enseñaré.
También tenemos una mata de albahaca maravillosa, y varias calabazas madurando. Y el otro día recolectamos los frijoles negros, negritos asturianos, y salieron 3 kilos nada menos. Ya tenemos legumbres secas para el invierno. En fin, que si hay una tormenta solar o el fin del mundo según los mayas nos pilla preparados ¡es lo bueno de haber sido una ardilla en una vida anterior!
Para preparar la masa de la socca, mezclar en un bol la harina de garbanzo, el agua, 1 cucharada y 1/2 de aceite de oliva virgen, una cucharadita de sal y pimienta negra al gusto. Mezclar hasta tener una masa homogénea. Montar las claras a punto de nieve, y mezclar con la masa con cuidado, ayundándonos con una espátula y haciendo movimientos envolventes.
Calentar una sartén de fondo grueso a fuego medio, con un poco de aceite, lo justo para que no se peguen las tortas. Con un cucharón, echar porciones de masa, extender girando la sartén, y hacer por un lado hasta que aparezcan burbujas en la superficie. Darle la vuelta a la socca y hacerla por el otro lado.
Cuando estén todas las soccas, servimos poniendo primero suficiente cebolla caramelizada para cubrir toda la superficie de la socca, y encima tomates asados.
Y os dejo con algunas fotos de la huerta, que hace tiempo que no os doy la lata con el tema. Como veis las soccas las acompañamos de unas berenjenas y calabacines de nuestra huerta, asados. Junto con los pimientos es lo que estamos recogiendo ahora. Montones de berenjenas y calabacines. El otro día me animé a hacer una conserva de verduras en aceite, que, si sale rica, también os enseñaré.
También tenemos una mata de albahaca maravillosa, y varias calabazas madurando. Y el otro día recolectamos los frijoles negros, negritos asturianos, y salieron 3 kilos nada menos. Ya tenemos legumbres secas para el invierno. En fin, que si hay una tormenta solar o el fin del mundo según los mayas nos pilla preparados ¡es lo bueno de haber sido una ardilla en una vida anterior!
La verdad es que tengo muchas ganas de tener un libro de Ottolenghi ¿me recomiendas alguno de particular? no conocia la socca, con lo que me gustan las tortillas estas no serán una excepción, las probaré como tu dices con clara de huevo. Que envidia de huerto!!!
ResponderEliminarA mi me gusta mucho Plenty porque es sólo de recetas vegetarianas, pero Ottolenghi el primero, tiene unas recetas de repostería de quitar el hipo. Este último es sólo de recetas de Jerusalem, y tienen ingredientes bastante exóticos. Yo compraría un de los dos anteriores.
EliminarEmpezaré por Plenty entonces, gracias mi niña :)
EliminarQue maravilla de huerta y que envidia ver esos productos tan ricos, diciendo cómeme!!
ResponderEliminarNo conocía la socca, se ve deliciosa y con estos productos tan frescos de lujo, umm, esas berenjenas y esa flores de calabacín me tientan...
Besitoss
Hola! La socca ni de lejos, no conocía ni el nombre!!! Pero habrá que probarla... Y qué gustazo de huerta, a disfrutarla y enseñarnos cosas, me encanta ver las fotos! Un beso!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada acerca de la socca, que no conocía, pero me han dado ganas de probarla. Y si encima es con productos de la huerta recién cogidos, ya tiene que ser un lujazo total.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay qué bonito leer tus entradas! tienen siempre el punto justo de sol, de alegría y de color! esta socca es sencillamente maravillosa!
ResponderEliminarGracias por compartir tu huerta con nosotros: para los que sólo tenemos geranios en el alféizar de la ventana, es una verdadera inspiración! Un abrazo. Sabine.
Qué verduritas más ricas, chiquilla. Esa socca me debe encantar, porque la harina de garbanzos me chifla.
ResponderEliminarBesitossssssssss
Hay el huerto cada vez que te lo veo me cae la baba...la receta me gusta muuucho...oye sabes si Ottolenghi tiene algún libro traducido ...beeesos
ResponderEliminarNúria, me temo que no... pero así tienes una buena excusa para ponerte con el inglés!!
EliminarTengo la receta fichada del libro de Ottolenghi desde que lo compré, pero ahora dudo si hacer su receta o la vuestra! Qué buena pinta que tiene :). Y esas verduras propias asadas, ñam!!
ResponderEliminarEl huerto me encanta, como siempre digo, me da mucha envidia pero me gusta mucho ver las fotografías, es una maravilla :). Espero que esas calabazas os den mucho juego este otoño-invierno! Las de mi padre las cosechamos en verano, seguro que me váis a dar muchas ideas sobre qué hacer con ellas :).
Un abrazo
Hola¡¡¡ Me gustaria contactar contigo, pero no encuentro el mail en el blog. Mi mail es: balconverde@gmail.com Si te va bien me envias un mail y te cuento. Gracias. Un abrazo,.
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