Hace un par de días leí este texto en El País:
"Leo en la prensa que la crisis económica ha modificado los hábitos de adquisición de los ciudadanos. Uno de cada tres artículos de la cesta de la compra es de marca blanca, mientras que los productos del país, sujetos a las reglas de las Denominaciones de origen y las etiquetas de calidad, se consideran artículos para sibaritas, confinados en el minúsculo espacio de los delicatessen.
La percepción de lo que es caro y lo que es barato está siempre sujeta a interpretaciones subjetivas. Hace algo más de cien años el sueldo medio de las familias se dedicaba casi en su integridad a comer. Se estima que en los años cincuenta la cifra se situaba en algo más del 50%. Los estudios de mercado actuales indican que hoy en día destinamos a la alimentación un 20%. En tiempos de crisis no queremos cerrar la boca pero sí pagar menos por ello, dando pie a que productos del top manta agroalimentario se apropien del espacio de los ingredientes genuinos, los que provienen de nuestro entorno y que durante cientos de años han sido garantes de nuestros paisajes y cultura culinaria. Los mercados están repletos de copias importadas más baratas. Pero no nos engañemos. El precio que pagamos al adquirirlas es muy alto: campos desatendidos, cultivos e industrias antiquísimos abolidos, entornos en vías de desaparición... Quizá los ingredientes producidos a nuestro alrededor cuesten más, pero adquirirlos es un gesto de solidaridad hacia nuestra cultura y, sobre todo, de responsabilidad hacia el medio ambiente e incluso hacia nuestro propio bienestar."
Está escrito por Andoni Luis Aduriz, chef del restaurante Mugaritz. No conocía ni al cocinero ni el restaurante, pero no puedo estar más de acuerdo con él.
Y nada mejor que este puchero para demostrarlo. Calabaza del país, batatas yema de huevo, zanahorias, col rizada y piñas de millo del huerto, papas, y arvejas de Lanzarote.
No sé si es muy ortodoxo, pero yo lo serví acompañado de un mojo hecho con orégano, pimentón, y semillas de cilantro molido.
Las arvejas son una legumbre que está a medio camino entre los guisantes y los garbanzos. En algunos países de sudamérica, se llama arvejas a los guisantes, pero las que venden aquí son un poco diferentes. Y por cierto, ya que estoy hablando de productos típicos de las islas, voy a aprovechar para explicar dos cosas que tenía pendientes: qué es el gofio y qué diferencia a un mango de una manga.
El gofio es una harina de cereales tostados, molidos a la piedra, que ya se consumía en las islas antes de la llegada de los primeros europeos. Los aborígenes canarios hacían gofio de cebada y trigo, y luego incorporaron el centeno y el maíz (o millo) procedente de sudamérica. Es rico en proteínas, minerales y vitaminas. Aquí es muy típico tomar leche con gofio para desayunar, también se toma amasado con miel, leche y frutos secos, o con el caldo del potaje.
La manga se diferencia del mango en el color de su piel, que pasa del verde intenso a un verde pálido cuando la fruta madura. Su forma es más arriñonada y más plana que la del mango. Su pulpa es carnosa, sin hebras, similar a la del melocotón. El hueso es más plano que el del mango. Su sabor es pronunciado y dulce, por lo que se suele consumir al natural. Otra diferencia es que las mangas se cultivan por injerto, como las naranjas dulces, a diferencia de los mangos que pueden crecer de manera natural.
Que empecéis bien la semana. No hace falta desearos que cuideis lo que coméis, porque sé que todos lo hacéis ya.
Está escrito por Andoni Luis Aduriz, chef del restaurante Mugaritz. No conocía ni al cocinero ni el restaurante, pero no puedo estar más de acuerdo con él.
Y nada mejor que este puchero para demostrarlo. Calabaza del país, batatas yema de huevo, zanahorias, col rizada y piñas de millo del huerto, papas, y arvejas de Lanzarote.
No sé si es muy ortodoxo, pero yo lo serví acompañado de un mojo hecho con orégano, pimentón, y semillas de cilantro molido.
Las arvejas son una legumbre que está a medio camino entre los guisantes y los garbanzos. En algunos países de sudamérica, se llama arvejas a los guisantes, pero las que venden aquí son un poco diferentes. Y por cierto, ya que estoy hablando de productos típicos de las islas, voy a aprovechar para explicar dos cosas que tenía pendientes: qué es el gofio y qué diferencia a un mango de una manga.
El gofio es una harina de cereales tostados, molidos a la piedra, que ya se consumía en las islas antes de la llegada de los primeros europeos. Los aborígenes canarios hacían gofio de cebada y trigo, y luego incorporaron el centeno y el maíz (o millo) procedente de sudamérica. Es rico en proteínas, minerales y vitaminas. Aquí es muy típico tomar leche con gofio para desayunar, también se toma amasado con miel, leche y frutos secos, o con el caldo del potaje.
La manga se diferencia del mango en el color de su piel, que pasa del verde intenso a un verde pálido cuando la fruta madura. Su forma es más arriñonada y más plana que la del mango. Su pulpa es carnosa, sin hebras, similar a la del melocotón. El hueso es más plano que el del mango. Su sabor es pronunciado y dulce, por lo que se suele consumir al natural. Otra diferencia es que las mangas se cultivan por injerto, como las naranjas dulces, a diferencia de los mangos que pueden crecer de manera natural.
Que empecéis bien la semana. No hace falta desearos que cuideis lo que coméis, porque sé que todos lo hacéis ya.
Gracias por traernos ese recorte del periódico escrito por el chef Aduriz. Cuánta razón tiene. Ahora priva ir al megaespacio comercial a hacer el indio comprando toda la retahíla habitual de pseudocomida para acabar comiendo en la hamburguesería de turno y como colofón ir a un cine con ambiente irrespirable oliendo a palomitas que les han costado como un kilo de arroz bomba. Esa es la moda, gastárselo en eso. Es lamentable lo que llegan a conseguir los medios de comunicación con los que sólo tienen la cabeza para lavársela, de los cuales cada día hay más, por desgracia para los que no votamos.
ResponderEliminarCambio de tercio, porque el tema me enciende lo suficiente para tener insomnio y quiero contarte otra cosa. Del chef Aduriz, he comprado últimamente dos libros de su editorial Gourmandia y son, además, de bellísimos un ejemplo de buen gusto. Explican la aplicación de la botánica y las plantas medicinales en la gastronomía. Un capricho del que estoy encantada.
Bueno, tu pote un lujazo que probaré. Besos.
canela
Esa cabecita que tienes junto a tus manos...es un primor.
ResponderEliminarUn beso fuerte
Canela, yo aluciné el otro día, inauguraron un MediaMarkt en Santa Cruz, ¡y se llenó tanto de gente que tuvieron que cerrar las puertas! En las fotos se veía a gente haciendo cola con montones de paquetes. Y digo yo, ¿pero no estamos en crisis? Hemos perdido el norte, y prescindimos de una buena alimentación para poder comprar una pantalla de plasma....pero creo que debemos ser positivas en lugar de quemarnos, nosotras ponemos nuestro granito de arena, ¿no? pues ya está. Pasito a pasito, ya cambiarán las cosas. Gracias por aconsejarme esos libros, creo que aprovecharé que voy a Madrid el fin de semana para buscarlos, suena muy muy interesante.
ResponderEliminarSu, que me pongo colorada :)
Besos.
¿Vienes a Madrid el fin de semana???? He oido bien????Por cierto el potaje estupendo, yo no sé si será ortodoxo servirlo con mojo pero con la pinta que tienen ambas cosas juntas ¿a quién le importa que sea ortodoxo o no????? En cuanto a lo otro.... es cierto que le damos (en general) mas importancia a lo que tenemos que a lo que comemos.... una lástima pero es así, yo veo que la gente me mira como si estuviera loca porque les digo que hago mis mermeladas y que estoy empezando a hacer el pan porque aquí no encuentro ninguno decente...... y veo que la gente está muy contenta con el sabor a "avecrem" de la comida del comedor y yo me pregunto ¿qué comeran en su casa???? (lo mismo probablemente).... Besotes!!!
ResponderEliminarEl tema de la alimentación en los tiemposn de crisis es muy fuerte. Cuando voy al supermercado y veo ,i ceta de la compra en comparación a los otros clientes, measombro yo misma. En mi cetas la gran mayoría de los productos que se encuentran son sin elaborar con una gran mayoría de fritas y verduras. En casa hago mis propias conservas: mermeladas, tomate frito, ketchup,...y cuando lo coemnto me pasa como a Salvia, la genmte me mira como si estuviera loca. Intento aprovecharlo todo sin tirar nada, cuando veo que tengo 4 o 5 verduras tiradillas en la nevera, la meto en la Thermomix, con un poco de caldo o agua, sal, hierbas y especias y ya tengo una rica crema para las cenas que ahora vienen bien calentitas y así con todo...
ResponderEliminarOlvidaba decir que en los otros carros el predominio es el de los alimentos precocinados o congelados, apenas frutas y verduras y una gran cantidad de galletas, dulces y golosinas....
Ana
Estoy de acuerdo con tu comentario y creo que es verdad que últimamente la gente antes de comer bien prefiere gastarse el poco dinero que tiene en caprichos superfluos, y no le da importancía a lo que le entra en el cuerpo. Cuando voy al supermercado veo que la gente compra mucha comida precocinada, que yo he probado algo y lo encuentro de muy mala calidad. Y es mucho mejor hacerte un caldito con unas verduras y unos huesos que estos paquetes de caldos hechos.Pero la gente va a lo práctico. Yo hago también mis pinitos con el pan y por malo que me salga lo encuentro mucho mejor que el que compramos. Bueno, ya me he enrollado demasiado, un abrazo.
ResponderEliminara ciertas horas mejor no paso por aquí..porque me rugen las tripas :D :O Me encantan estos pucheros a base de verdura y legumbre :P
ResponderEliminarBuen día y bon profit!
Salvia, voy en visita relámpago, que mi suegra se ha roto un tobillo! A mí también me miran como si fuera un poco marciana, pero ya me he acostumbrado ;)
ResponderEliminarAna, Bárbara, con el asunto de los carros de la compra me pasa igual. Por ejemplo, veo las cantidades ingentes de coca-cola que se lleva la gente, o de chocolatinas, bollos industriales...cosas superfluas. Luego decimos que todo está muy caro, pero creo que el problema es que no compramos con la cabeza.
Cecilia, encantada de compartir contigo este puchero.
Besos.
No me he podido resistir leer post y comentarios enteritos, que agusto me siento en éste rinconcito donde todas las marcianas coincidimos!! odio el avecrem, la lasaña, croquetas, empanadillas congeladas, refrescos, bollerías industriales tan pesadas! etc... ni por asomo se parecen a lo que preparamos, tambien soy "mirada" como bicho raro por preparar ciertas cosas en casa... ya prefiero no dar explicaciones y me refugio en personas que compartan mi manera de pensar... muchas veces pienso en cuando tenga un hijo si podré luchar con tantos alimentos basura y convencerlo de que lo de casa es mejor... en fin, que has hecho una receta deliciosa, a ver quien se resiste a algo tan rico! Besosss.
ResponderEliminarEstupendo y sano plato, con el que además dejas constancia de que se pueden comer productos naturales, sanos y ricos, y además...¡sin gluten!
ResponderEliminarGracias por etiquetar "sin gluten" ya que es estupendo para todos los celíacos.
Es cierto que con la crisis se está pasando a las marcas blancas, pero también es cierto que se ha pasado de los "productos naturales" a "los productos delicattesen", como se ha pasado de ir a una "casa del pueblo", a hacer "turismo rural" y esos simples cambios de nombre, parece que tienene siempre que incrementar los precios.
Besotes,
Ana y Víctor.
Tambien he leido con mucho interes todo todito el post y los comentarios... y bueno yo no soy rara soy rarisima!!!!! Intento utilizar los productos de temporada , aprovechar las verduras al maximo, reciclar los restos y considero que como muy bien. Soy muy minimalista en la cocina y no me gusta consumir por consumir. No entendere nunca los carros de los "super" repletos de productos disfrazados como se que muchos no entienden mi manera de organizar mi compra , pero bueno eso me resbala.. ;)))
ResponderEliminarTu puchero vegetariano es una forma estupenda de utilizar los productos de la isla. ( ademas tiene una pinta ... fabulosa..)
Hmmm... con lo que me gusta a mí el gofio :)
ResponderEliminarNo deja de tener razón, no, ese señor, en los tiempos en los que vivimos donde triunfa la pizza, la hamburguesa y las papas fritas de bolsa no he visto que con la crisis la gente elimine esto de la dieta. Yo no tengo mucho tiempo para cocinar, pero el congelador también sirve para conservar el caldo de pollo hecho en casa, no de tetrabrik, las albóndigas caseras con verduras y la salsa de tomate. Ya me gustaría a mi preparar más cositas, ayer me hice unas tortillas mexicanas de trigo porque no tenía y para las que se venden que tienen muchísimos conservantes, quedaron muy ricas y yo muy orgullosa de haberlas hecho.
ResponderEliminarUn beso.