Supongo que los que seguís el blog de Isla de Pan ya estaréis al corriente del pequeño desastre sufrido por nuestro campo de trigo. Resulta que tras preparar el terreno, buscar las semillas, sembrar con cariño y esperar meses con ilusión, cuando ya estábamos en la recta final del cultivo, en menos de 5 días los ratones (o ratas) se han comido el 90% de nuestra cosecha. La mala suerte quiso que nos fuéramos el fin de semana a Madrid, y no pudiéramos hacer nuestra visita de los sábados a nuestro campo. Cuando subimos el martes ya se habían comido más de la mitad del campo, y ayer segamos de urgencia para salvar lo que quedaba pero, en una noche, la del martes al miércoles, diezmaron aún más la cosecha y para cuando llegamos sólo quedaba un 10% del cereal. Vamos, que más que una plaga de ratas parecía una plaga de langosta, por la voracidad con la que atacaron. Lo gracioso es que ahora contándoselo a la gente todo el mundo sabía que por esa zona hay muchas ratas, pero mira tú por donde a nadie se le ocurrió comentarnos que quizá sería necesario tomar medidas preventivas. Como este año nos lo habíamos tomado como un año de aprendizaje hemos encajado el golpe en esa línea. Ahora ya sabemos a lo que nos enfrentamos, y el año que viene vamos a hacer las cosas de un modo muy diferente. Hemos salvado 12 kilos y medio de espigas, y vamos a trillarlas manualmente y a aventarlas, las moleremos y el día que hagamos nuestros panes con esa harina vamos a hacer una fiesta por todo lo alto. Porque mira, lo que hemos aprendido en este año, eso no se lo pueden comer los roedores.
Este potaje es típico de la isla de La Palma. La zona de Garafía, al noroeste de la isla, era la zona donde tradicionalmente se sembraba. Es una plato sencillo, más adecuado para el invierno que para esta época del año, aunque en algunas zonas de La Palma seguro que se come todo el año. Si podéis encontrar gofio servidlo para acompañar este potaje.
200 gr de trigo
1 bubango
1/2 kg de calabaza del país
1 batata
1 piña de millo (mazorca de maíz)
un buen puñado de berros
1 rábano
1 cebolla
caldo de verduras (~750 ml)
sal, pimienta, y un puñado de cominos
La víspera ponemos el trigo en remojo. Antes de hacer el potaje, herviremos el trigo en abundante agua hasta que los granos se abran.
Lavamos y pelamos todas las verduras y las cortamos en daditos, dejando la calabaza y el bubango en trozos más grandes. Cortamos la piña de millo en tres trozos.
Ponemos en una olla (si es de hierro fundido mejor) la verdura y el trigo previamente hervido, añadimos caldo hasta que cubra todo, sal gorda, un chorro de aceite, pimienta y los cominos molidos.
Lo ponemos a fuego fuerte y cuando empiece a hervir reducimos para que se haga despacio, un par de horitas hasta que esté todo tierno.
Os dejo esta foto de la siega, mostrando orgullosamente la hoz del bisabuelo de D. ¡¡arriba los agricultores!!
Mi dios! al leer tu entrada se me caían las lágrimas, pensé que solo yo era la de la mala suerte, no importa como dices sirvió para aprendizaje, fuerza y la próxima nadaran en trigo!les deseo mucha suerte☺
ResponderEliminarArriba los agricultores!, que vengo de una familia campesina y yo misma me he pasado la vida en el campo.
ResponderEliminarAjonjoli, no te lo puedo creer todo lo que cuentas!, es que viviendo en el campo jamás vi algo semejante, eso ya era plaga, como pudieron exterminar casi todo!, maldición, pero a lo sabes y veo que lo tomas de buena manera, al menos un restito han salvado.
Tu potaje delicioso sin dudas, pero me voy con el sabor amargo, cuanto trabajo y sobre todo, cuanta ilusión.
Un abrazo y arriba la siembra!
DE todo de aprende en esta vida... pero debe dar una rabia tremenda!!! Menos mal que este potaje levanta los animos!!!
ResponderEliminarEl año que viene a plantar trigo y gatos ;-)
Un besote
Sònia
Cuanto siento que hayáis perdido tanta producción, yo no tengo ninguna experiencia, pero es verdad que la agricultura siempre depende de un montón de factores que pueden malograr una cosecha. Espero que el año que viene encontréis el modo de vencer a los "malditos roedores"
ResponderEliminarAl menos espero que disfrutéis mucho de lo que habéis podido salvar.
Un besico.
Menuda faena, malditos roedores!!!
ResponderEliminar¡arriba la agricultora!!!;) Dios mio, que penaaa! Lo iba leyendo con la boca desencajada! No sabía siquiera que los ratones o ratas devoraran el cereal! Me has dejado de piedra. El año que viene no va a haber nada ni nadie que pueda con vosotros! Animo!!!
ResponderEliminarQue pena, me imagino la ilusión que tenían y ver todo eso perdido es como un balde de agua fría. Lástima te hubiera prestado a Aristóteles , no sabés que buen cazador es. Ratas no se, pero pajaritos, le encantan. Veo que igual lo aceptaron bastante bien, típico de la gente de campo. Seguro que aprendieron un montón.
ResponderEliminarCariños
Jo, ya sé que os lo habéis tomado con todo el buen humor que se puede, pero qué rabia!!! Mis padres como ya sabes son agricultores y tu historia de hoy me suena. Ellos no tienen problemas con los ratones, pero de vez en cuando cae granizo, o hiela, o hace demasiado viento... y la historia acaba igual. Espero que tengáis mucho más éxito el año que viene y que lo que os queda de trabajo vaya genial. A ver cuándo llega ese pan!!!
ResponderEliminarHola Ajonjolí, me puedo imaginar tu disgusto, qué rabia! Lo que te puedo asegurar es que no te volverá a pasar, y dentro de un tiempo te reirás de esto y te alegrarás de haberlo aprendido... mejor en el primer año, el de aprendizaje, y no después, ¿no?
ResponderEliminarEl potaje me ha llamado la atención, qué curioso! Tengo ganas de cocinar con granos, tengo un kamut que no sé qué hacer con él (pan aparte), ¿tú crees que vale igual?
Bs
Es difícil la agricultura. Nosotros teníamos pensado sembrar trigo modificado sin gluten. Pero los terrenos que tenemos están rodeados de trigo normal y el riesgo de que el nuestro fuera contaminado con gluten es altísimo.. así que desistimos la idea.
ResponderEliminarYa vereis como el próximo año os va mucho mejor.
Besotes.
Pues vaya con las ratitas, la madre que...bueno mira el lado positivo has salvado unas pocas para hecer este potaje que tiene una pinta genial.
ResponderEliminarEl año que viene ya sabes a estudiar medidas para que nos os ocurra lo mismo....
ánimos un abrazo muy fuerte
Si es que la vida de agricultor es dura y no lo digo con ironía... es que no nos damos cuenta de lo que supone. Vamos, que no se puede uno ir ni de fin de semana! Madre mía, qué ilusión debe hacer moler tu propio grano.
ResponderEliminarAyyyyy, mi niña, pero qué pena que se te hayan comido todito. Madre mía... Bueno, yo veo esa sonrisa de felicidad con la hoz y las espiguitas y creo que las próximas y venideras veces lo harán mejor. No me cabe la menor duda. Y celebraremos por todo lo alto con ustedes cuando hagan ese primer pan... No veas la alegría que me ha dado Ajonjolí...
ResponderEliminarPor cierto, me encanta que te hayas adaptado tanto como para que digas bubango, piña de millo... Eso lo sabemos valorar por aquí. Creo que es bueno el ampliar el vocabulario y adaptarlo a las costumbres del lugar donde se vive. Mantener la propia idiosincracia, por supuesto; pero mostrando respeto hacia el pueblo que nos acoge, verdad?.
Bravo por ti y por tu potaje palmero, que dan ganas de hincarle el diente que no veas.
Un besoteeeeeeeeeee y... ARRIBA EL TRABAJO DEL CAMPO!!!!!!!!! Dignifica enormemente!.
Siento lo de tu campo de trigo, después del tiempo que le habreis dedicado, aunque hay que tener en cuenta que los pobres bichos no humanos tienen cada vez menos comida salvaje a su disposición y claro...arrasan con lo que pueden. Soy de la península y no se lo que es un bubango, me prodrías aclarar la duda. Aprovecho para felicitarte por tu blog.
ResponderEliminarConocí este plato en mi visita a La Palma y me quedé tan enganchada que lo intenté pedir todos los días que estuve. Desde entonces lo preparo en casa pero confieso que en La Palma sabía mejor. Espero con tu receta recuperar ese sabor.
ResponderEliminarCómo siento que hayáis perdido casi la totalidad de la cosecha, después de tanto cariño y esfuerzo! Aunque admiro la filosofía con la que afrontáis lo que ha pasado, y el mensaje positivo con ganas de mejorar para el año próximo. Me alegro de que después de todo hayáis podido recolectar una parte con la que seguro prepararéis unos panes para dar mucha envidia, como la que despierta esta maravilla de potaje.
ResponderEliminarMe encanta la foto final! Mi abuelo tiene una hoz parecida, también fue agricultor :)
Por cierto, mi padre se dedica profesionalmente a trabajar investigando los problemas de los cultivos y colaborando con agricultores de primera mano, por si algún día os surge alguna duda en lo que os pueda ayudar. Aunque creo que ya estáis convirtiéndoos en expertos en estos temas :)
Ánimo!
Un abrazo.
Pikerita, el trigo transgénico podría tener un riesgo brutal para la alimentación humana en caso que existiese polinización cruzada con el convencional.
ResponderEliminarDe hecho, los mismos investigadores confiesan que la comercialización de estos trigos van a ser muy difíciles en la UE.
Por último decir que las contaminaciones suelen ocurrir en el sentido inverso al que nos cuentas, de lo artificial hacia lo natural. Es algo así como hablar de la contaminación por parte de maren un vertido de fueloil. !!¿¿??!!!