Incluso un fracaso puede ser hermoso. Este pan estuvo a punto de ser un fracaso rotundo, ya que por primera vez en mi vida panadera se me pegó la masa al banneton, y al volcar el pan en la pala para hornearlo se deshinchó por completo. Lo recompuse como pude y lo metí corriendo al horno, y supongo que el hecho de usar una piedra de hornear ayudó a que aquello saliera adelante de manera más o menos honrosa, aunque debería haber salido un pan bastante menos aplastado. En todo caso, estaba bueno, es una combinación de sabores peculiar para un pan ,que lo hacen bastante apropiado para comer con platos de sabor consistente. Y además así aproveché las castañas que recogimos en Pinolere y la grasa del magret que cociné hace unos meses y que guardé en la nevera porque en esta cocina no se desaprovecha nada. No sé vosotros, pero yo cuando pienso en castañas y pato lo asocio automáticamente con Francia, me parece una combinación gabacha a tope.
50 gr de grasa de pato
200 gr de castañas
500 gr de harina de fuerza
200 gr de masa madre de centeno
300 ml de agua
1 y 1/2 cucharaditas de sal
Pelar las castañas y trocearlas. Calentar una sartén y dorar las castañas en la grasa de pato. Reservar.
Mezclar el resto de ingredientes del pan y amasar. Dejar reposar la masa 10 minutos, añadir las castañas y volver a amasar hasta que esté todo bien integrado. Dejar reposar en un bol untado de aceite hasta que doble su volumen (yo lo dejé 8 horas en la nevera).
Bolear y poner en el banneton. Dejar que doble su volumen de nuevo. Mientras tanto, calentar el horno con la piedra de hornear a 220ºC, con un recipiente con agua en la parte de abajo del horno.
Volcar el pan en la pala (aquí es donde estuve a punto de fastidiarlo todo), poner sobre la piedra de hornear y echar agua con un spray, unas tres veces durante los primeros 5 minutos de horneado.
Hornear 15 minutos a 220ºC y otros 30 a 180ºC, o hasta que esté dorado y al golpearlo en la base con los nudillos suene a hueco.
Y degustar acompañado de buena música, que nos recuerde que hay que aprender a amar también a nuestros fracasos.
La receta es del libro "The handmade loaf" de Dan Lepard.
50 gr de grasa de pato
200 gr de castañas
500 gr de harina de fuerza
200 gr de masa madre de centeno
300 ml de agua
1 y 1/2 cucharaditas de sal
Pelar las castañas y trocearlas. Calentar una sartén y dorar las castañas en la grasa de pato. Reservar.
Mezclar el resto de ingredientes del pan y amasar. Dejar reposar la masa 10 minutos, añadir las castañas y volver a amasar hasta que esté todo bien integrado. Dejar reposar en un bol untado de aceite hasta que doble su volumen (yo lo dejé 8 horas en la nevera).
Bolear y poner en el banneton. Dejar que doble su volumen de nuevo. Mientras tanto, calentar el horno con la piedra de hornear a 220ºC, con un recipiente con agua en la parte de abajo del horno.
Volcar el pan en la pala (aquí es donde estuve a punto de fastidiarlo todo), poner sobre la piedra de hornear y echar agua con un spray, unas tres veces durante los primeros 5 minutos de horneado.
Hornear 15 minutos a 220ºC y otros 30 a 180ºC, o hasta que esté dorado y al golpearlo en la base con los nudillos suene a hueco.
Y degustar acompañado de buena música, que nos recuerde que hay que aprender a amar también a nuestros fracasos.
La receta es del libro "The handmade loaf" de Dan Lepard.
Qué momento tan delicado el de volcar el pano el de transferirlo al horno, pero el tuyo ha quedado muy bien, noparece que haya sufrido ningún problema, y qué corteza tan oscurita tiene, como a mi me gustan.
ResponderEliminarAdemás debía estar riquísimo, me lo imagino untado con un buen pâté.
Un besico.
Qué rico! Este pan del Lepard no lo he probado, y eso que tengo guardada una grasa de pato desde hace una eternidad. Suena genial.
ResponderEliminarYo también me lo imagino con un buen até. Se ve riquísimo
ResponderEliminarBesos. Recetasdemama
Ajonjolí!! En nuestro empeño por mantener un blog sin publicidad he de decirte que los de "goear" han dejado de ofrecer un servicio "limpio". Ahora nos han colado un anuncio de red-bull antes de escuchar la canción. Se nos ha colado un piojo en casa, y te aseguro que lo vamos a sacar a escobazos. Alternativas? youtube... http://www.youtube.com/watch?v=22hEbOyWr3U
ResponderEliminarYa veremos pero me niego atemorizar a la gente con anuncios cuando se metan en el blog.
Eres una ràpida, has podido salvar tu pan!! que alegría mas grande, querida Ajonjoli! Gracias por compartir tu hermoso pan. Un beso.
ResponderEliminarPues tiene una pinta estupenda y con ingredientes muy originales.
ResponderEliminarbesos artista
Lolah, sí, es el momento más delicado, ¡sin duda!
ResponderEliminarMiriam, pues pruébalo, a ver si tienes más suerte y no se te pega :)
Ana, ¡muchas gracias!
Osito Paco, siempre vigilante, ¡nunca más GoEar! ¡en este blog no hay sitio para la publicidad!
Cuineros, gracias, sí, hubo que actuar con rapidez!!!
Núria, muchas gracias.
besos!
con pato y castañas, menuda combinación más original!
ResponderEliminarbs!
Jo, ya quisiera yo fracasos como los tuyos cada día en mi cocina :) ¡Qué rico debe estar!
ResponderEliminarB*
Pues sí que se sufre. El último me dió por darle la vuelta en búsqueda de lo rústico y salió bien pero acojonado me quedé.
ResponderEliminarEs un deporte de riesgo, que no me digan.
Hola!pues para ser un medio desastre te ha salido muy bien!!!!
ResponderEliminarEstaba preocupada de como estarias pasando las lluvias salvajes que habeís tenido...ya leí que sin grandes problemas.
ResponderEliminarQue interesante lo que nos cuentas
hoy...
Una combinación muy curiosa. Suena muy pero que muy bien :) Has salvado el momento de riesgo de una forma magistral
ResponderEliminarUn beso enorme
Viendo el pan nadie diria que te ha dado problemas, se ve perfecto. Que combinación tan original, con gusto probaba un trocito.
ResponderEliminarBicos
Hago como que no he visto este post...no puedes confesar así como así que se te ha pegado al banneton y medio deshinchado en la pala...justo ahora que estoy esperando la llegada de un banneton y una pala como los tuyos, que ya sabes la envidia que me han dado desde el primer momento
ResponderEliminar;-DDDD
A mi me parece que te ha quedado precioso, y el sabor tiene que ser magnífico, seguro. Un beso.
Qué combinación tan rica!!! Y la foto está preciosa, por mucho que tuviese que subir más.
ResponderEliminarSeguro que el olor es espectacular, verdad? Un saludo!
Eva, ¡gracias!
ResponderEliminarepa!, pero si a ti los panes te salen de lujo!!!!!
jantonio, sí, un auténtico deporte de riesgo jajajaja.
ana, bueno, estaba bien de sabor, pero muy aplastadito...
Su, la verdad que tuve una suerte loca, porque hay gente que se ha quedado sin casa. A D. se le inundó la oficina.. pero yo estaba inmersa en mi curro, sin enterarme de ná....
Carmen, ¡gracias maestra!
Rakelill, muchas gracias!!!
canny, es la primera y única vez que me pasa, ¡jamás se me había pegado el banneton! Ya verás como no te arrepientes.
Lucía, a mi el aroma que le da la grasita me encantó.
besos!!!!
Si no lo dices , pues me hubiera quedado igual ,igual de pegada al pan, que apecto tan sabroso tiene, lo de la grasa de pato me parece lo mas,el sabor que le da debe ser increíble.
ResponderEliminarY si lo vamos saboreando al compas de Tiersen...... sublime
Yo le tengo pavor a hacer pan... No sé, pero me da muco respeto.
ResponderEliminarDices que casi fue un fracaso... pues yo lo veo más mono y seguramente estaba delicioso con ese toque de castañas... ñam ñam...
Pues menudo fracaso, te ha quedado estupendo, ya me gustaría a mi fracasar así.
ResponderEliminar¿Amar nuestros fracasos? los míos han sido grandes, grandes con la masa madre.
ResponderEliminarHola: te leo tras bambalinas, es decir anduve buscando información sobre piedras de hornear y apareció tu blog, me gustó tu dedicación al pan y pues aquí estoy escribiendote y esperando levantarme el ánimo en cuanto a los fracasos y desastres con las masas madre.
No me imagino el sabor con esa grasa de pato, supongo que será estupendo, como tu música.
Un saludo desde México.