Ayer por la noche Cris me dio los cestos de levar pan que me trajo de Madrid, y que previamente Ainhoa había recogido en mi nombre de manos de Rosa que fue la que organizó al grupo de Madrid e hizo el pedido a Alemania, a raíz de una idea que tuvo Iban en Barcelona. En fin, para que luego digan que internet no sirve pa' ná, este asunto creo que ha sido un ejemplo de organización ciudadana espontánea. Gracias a Rosa, sobre todo. Pero si nos organizáramos así de bien para todo....
Esta mañana, antes de irme a trabajar, he dejado en marcha una biga, siguiendo la receta de un libro de Tom Jaine, porque no puedo esperar al fin de semana para preparar un pan en uno de mis cestos. Además tengo en marcha la masa madre según Iban, pero a esa todavía le quedan 3 días para estar a punto.
Nuestros calabacines y bubangos ya están empezando a dar flores, pero la impaciencia me pudo y el domingo, aprovechando la salida al campo, tomé prestadas dos flores de un campo que parecía medio abandonado. Llevaba ya dos años sin comer beignets de flores de calabacín, y las vi y me decían cómeme. No pude resistirme. La receta es la primera que puse en este blog cuando lo empecé unos meses atrás, pero esta vez Daniel tomó fotos de todo el proceso. Estas son las flores prestadas:
este es el aspecto que tenía la masa:
y en el momento de freírlas:
y quedaron así:
Sólo fueron dos, pero las disfrutamos como si fueran una docena. Por cierto, al hilo de una conversación que tuve sobre el precio de las flores de calabacín en España, alguien dijo que costaban seis euros tres flores (?!). Bien, cuando estuve en Marsella se me saltaban las lágrimas al ver esto en un mercado y no poder llevármelo a casa. Sin palabras....
Nuestros calabacines y bubangos ya están empezando a dar flores, pero la impaciencia me pudo y el domingo, aprovechando la salida al campo, tomé prestadas dos flores de un campo que parecía medio abandonado. Llevaba ya dos años sin comer beignets de flores de calabacín, y las vi y me decían cómeme. No pude resistirme. La receta es la primera que puse en este blog cuando lo empecé unos meses atrás, pero esta vez Daniel tomó fotos de todo el proceso. Estas son las flores prestadas:
este es el aspecto que tenía la masa:
y en el momento de freírlas:
y quedaron así:
Sólo fueron dos, pero las disfrutamos como si fueran una docena. Por cierto, al hilo de una conversación que tuve sobre el precio de las flores de calabacín en España, alguien dijo que costaban seis euros tres flores (?!). Bien, cuando estuve en Marsella se me saltaban las lágrimas al ver esto en un mercado y no poder llevármelo a casa. Sin palabras....
Esto si que es comer una receta "con nombre propio", realizado por "la flor del calabacin" y que realmente tiene un aspecto estupendo.
ResponderEliminarA nosotros nos es dificil conseguire en Madrid flores de calabacin, pero si algún día las conseguimos, adaptaremos esta receta a nuestro mundo.
Bestes,
Ana y Víctor.
Como dicen Ana y Víctor yo por aquí no las veo..... y cuando las he visto (creo que fue en una frutería cerca de calle Goya) pedían un riñón por ellas........así que a mi tambíen se me hubieran saltado las lágrimas si veo esas flores empaquetadas a ese precio......En cuanto a esas dos flores tienen un aspecto bueníiiiiiisimo. Besotes!!!
ResponderEliminarRosa, Iban, Cris, Ain... gracias a todos porque ayer la flor de calabacin decidió usar uno de sus fantásticos moldes para hacer un "pain de campagne" y al sacar la rejilla del horno...ay ay ay... pasé yo por la cocina y la cogí con mis deditos que hoy presentan unas sendas ampollitas por quemadura.
ResponderEliminarPero, hoy en el desayuno la tostada de pan casero hubiera merecido la pena quemarse todos los dedos... hasta los de los pies. Que rico, que delicia, que bueno puede ser un pan pan.
Hola Ana, Victor y Salvia,
ResponderEliminarefectivamente, en España no se venden, y en los pocos sitios donde se venden, te clavan a conciencia. Por eso cuando las vi allí abandonadas no pude contenerme.....
pero tristras, la culpa no fue del cesto, ni del pan...eso sí, a partir de ahora voy a poner un cartelón en las bandejas "cuidado que quema!"
¿como está tu manita?
¡madre mia ! ¡que sueño !esta es una receta de mi ciudad Roma ( Italia)y es en absoluto mi preferida...efectivamente no es facil aquí en Barcelona encontrar las flores de calabacin , pero yo estaba en crisis de abstinencia y me cultivé unas plantitas en el balcon: pocas flores salieron, pero los disfruté a lo grande......chicos, chicas hay que probarlos una vez en la vida.
ResponderEliminargracias
www.ilgelatobcn.blogspot.com
Hermoso es el relato de como llegaste a probar estas flores. Algo totalmente nuevo para mi y siento la misma curiosidad de probarlas, como te ocurrió a ti en Niza. Seguramente también tendré que recurrir a algún campito medio abandonado y tomar algunas prestadas, je. Por ahora, quisiera preguntarte si al hacerlas cortas la parte que traen de calabacita, es sólo la florcita que se pasa por el batido?. Me encantaría que pidieras responderme, aunque la entrada es un poco antigua y quizás no la revisas. Estaré atenta y ver si hay una respuesta.
ResponderEliminarGracias.
hola kako!
ResponderEliminarte respondo en tu blog
un beso.
Gracias por tu respuesta. Ahora quisiera preguntarte otra cosa, disculpa si soy muy molestosa, pero tengo una duda.
ResponderEliminarLa flor dices que es del calabacin, es lo que tambien se conoce como zuccheti, zapallito italiano, etc?, o es la flor de la calabaza o kürbis??, tengo la duda, la calabaza es amarilla y grande y la foto que veo de las flores se ven como parte de un zaoallito italiano. Espero que me ayudes. Ya te agregué a mi lista de blog, me gustan mucho tus recetas.
Besos
Kako, molestosa en absoluto, yo encantada de responderte.
ResponderEliminarTe he dejado la respuesta en tu blog.
un beso.