Nada más volver de las vacaciones descongelé mi masa madre (la foto es una forma de agradecerle a Dan Lepard el consejo) y la reanimé alimentándola un par de veces. Respondió fenomenal al tratamiento, y el pasado fin de semana hice este pan, siguiendo la receta del pain complet de Patrick LePort. La única diferencia es que puse 500 gr de harina de fuerza y 250 gr de harina de kamut que me traje de Madrid y estaba deseando probar.
Se supone que el kamut es una variedad de trigo muy antigua y muy nutritiva, aunque según los de la wikipedia eso de que viene de unos granos que se encontraron en una tumba egipcia es una trola (era de suponer). Según ellos está emparentada con el trigo duro, y la verdad es que la harina de kamut me recordaba a la sémola de trigo duro, porque es muy fina y un poco amarilla. El pan, sin embargo, no resultó nada parecido al que hice con sémola, ya que aquel tenía una consistencia un poco terrosa al principio y fue tomando cuerpo a medida que pasaban los días, mientras que el de kamut tenía una miga consistente desde el principio.
Horneé el pan el domingo a las 10, y dejamos que se enfriara lo justo antes de desayunárnoslo (podéis ver en la foto que la miga aún estaba húmeda cuando lo cortamos). Como usé harina de kamut integral el pan salió con una miga bastante densa, pero muy aromático y con un sabor pronunciado. Además, fue ganando sabor a medida que pasaban los días, aguantó fresquísimo y lo que más nos gustó es que la corteza salió crujiente y dorada, una de las mejores cortezas que he conseguido hasta ahora.
En fin, que la harina es muy buena, pero que luego buscando información he visto que la empresa que la comercializa tiene una patente, y a mi eso de que se patenten plantas, pues como que no me va. Aunque aseguran que todo el kamut que se planta es ecológico. Así que terminaré el paquete que tengo en casa, y luego, antes de volver a comprarlo, procederé a informarme mejor sobre las condiciones en las que se cultiva. Porque yo, si puedo evitarlo, no le hago el juego a los biocapitalistas.
Se supone que el kamut es una variedad de trigo muy antigua y muy nutritiva, aunque según los de la wikipedia eso de que viene de unos granos que se encontraron en una tumba egipcia es una trola (era de suponer). Según ellos está emparentada con el trigo duro, y la verdad es que la harina de kamut me recordaba a la sémola de trigo duro, porque es muy fina y un poco amarilla. El pan, sin embargo, no resultó nada parecido al que hice con sémola, ya que aquel tenía una consistencia un poco terrosa al principio y fue tomando cuerpo a medida que pasaban los días, mientras que el de kamut tenía una miga consistente desde el principio.
Horneé el pan el domingo a las 10, y dejamos que se enfriara lo justo antes de desayunárnoslo (podéis ver en la foto que la miga aún estaba húmeda cuando lo cortamos). Como usé harina de kamut integral el pan salió con una miga bastante densa, pero muy aromático y con un sabor pronunciado. Además, fue ganando sabor a medida que pasaban los días, aguantó fresquísimo y lo que más nos gustó es que la corteza salió crujiente y dorada, una de las mejores cortezas que he conseguido hasta ahora.
En fin, que la harina es muy buena, pero que luego buscando información he visto que la empresa que la comercializa tiene una patente, y a mi eso de que se patenten plantas, pues como que no me va. Aunque aseguran que todo el kamut que se planta es ecológico. Así que terminaré el paquete que tengo en casa, y luego, antes de volver a comprarlo, procederé a informarme mejor sobre las condiciones en las que se cultiva. Porque yo, si puedo evitarlo, no le hago el juego a los biocapitalistas.
Te ha quedado una croûte estupenda... he visto muchas veces esa harina pero al igual que la espelta y otras donde las podemos comprar en tiendas bio nos sacan los ojos. Nunca he probado a congelar la masa madre...bueno es saberlo. Bs
ResponderEliminarY a mi que kamut me sonaba a dinosaurio, ja ja. Estoy buena...
ResponderEliminarEnhorabuena, me encanta como tratas el pan
Hola! la verda dq leyendo tu Post, pareces una panadera profesional..jajaja, muy rico se ve ese pan! un beso,
ResponderEliminarAinsssss!!! hace un montón que no hago pan....... es que mi masa madre no se reanimó tras el descongelado.... tengo que volver a hacerla (pobrecita...), me pongo a ello hoy mismo..... qué pan mas estupendo!!!! Besazos!!!
ResponderEliminarA mí tampoco se me reanimó mi masa madre después del congelao veraniego, me vivió unos 7 meses... Bueno, éste pan, es una maravilla, estás echa una panadera de lujo! y yo sin ganas de hacer pan últimamente! pronto retomo!! Un besito.
ResponderEliminarEste pan está mejor que el de la panadería, tremendo pan, madre mía!!!. Nunca h usado esa harina, ni la conocía, jejejej
ResponderEliminarBesos
Lola muchas gracias. Lo de congelarla a mi me ha salido bien, pero parece ser por lo que leo que es arriesgado! Mi masa madre desde luego ha sobrevivido en perfecto estado!
ResponderEliminarSu, ¿a dinosaurio? jajaja
Marta, pues si al final vienes a la quedada probarás una de estas hogazas ;)
Salvia, Cristina, ¿no sobrevivió? bueno, yo tuve que tenerla dos días a temperatura ambiente y refrescarla dos veces. Vamos, que tardó sus buenas 48 horas en volver al mundo de los vivos, pero volvió.
Mari, depende de que panadería, pero desde luego mejor que el de la de mi barrio sí! muchas gracias.
besos!
Este pan se ve muy bueno, yo estoy empezando a hacer cositas con el pan, pero todavía no me atrevo con la masa madre, me da cierto respeto, pero algún día lo intentaré, pues el pan hecho en casa es delicioso. saludos.
ResponderEliminarJe, je, je,
ResponderEliminarA mi "kamut" me suena a ballenato...
Yo me he propuesto hornear pan este año todos los fines de semana. Dónde compraste esa harina? A mi lo de pantentar las plantas, como que tampoco me va, pero me encantaría probar a ver como queda (y a que sabe) ese pan que has hecho y tiene una pinta estupenda.
Besos,
IDania
La verdad es que como hemos comprobado con que cariño amasas el pan, seguro, seguro que este de inicio de año te ha quedado riquísimo
ResponderEliminarBesotes,
Ana y Víctor.