Este mes el reto de las "Ventanas Verdes" es el crumble. Y como uno de los lemas del grupo es difundir la comida sana, he decidido que mi crumble tenía que ser sano y saludable a más no poder (aunque eso tiene que decidirlo la "profe" ;).
El crumble es una preparación de origen irlandés que tiene sus inicios en la II Guerra Mundial. Debido al racionamiento, en los hogares no había suficientes ingredientes para preparar tartas o pasteles, así que se conformaban con poner la fruta que tuvieran a mano en una fuente de horno, espolvoreada con una mezcla de la poca harina, azúcar y mantequilla que tuvieran en casa. Ya lo dice el refrán: la necesidad hace la virtud.
Lo que pasa es que hoy en día no llevamos una vida tan activa como por entonces (mucho menos como en la II Guerra Mundial, durante la cual la vida debía ser bastante movidita, por decir algo..). Y los males que nos atacan actualmente se deben al consumo excesivo de calorías y grasas, y no a su falta.
Por eso he decidido aprovechar este reto para hacer una versión saludable del crumble. Una versión en la que se sustituye la mantequilla por aceite de oliva, la harina por copos de avena y el azúcar por miel.
La receta es sencilla a más no poder. Para hacer el crumble he usado mi mezcla favorita de granola.
Por si os da pereza ir a visitar el enlace de la granola, os dejo aquí los ingredientes de la mezcla.
Para la granola:
Por si os da pereza ir a visitar el enlace de la granola, os dejo aquí los ingredientes de la mezcla.
Para la granola:
400 gr de copos de avena+100 gr de espelta hinchada (0 500 gr de avena, o de arroz hinchado si queréis granola sin gluten)
100 gr de pipas de calabaza
un puñadito de almendras laminadas
2 cucharadas soperas de semillas de sésamo
1/8 de cucharadita de sal
100 gr de azúcar moreno
100 ml de agua
30 ml de aceite de oliva virgen extra
100 gr de miel
1 y 1/2 cuchraditas de extracto de vainilla (facultativo, si no tenéis no pasa nada)
150 gr de chocolate negro
Poner en un bol la avena, la espelta, las pipas, las almendras, el sésamo y la sal.
Calentar
a fuego medio el agua con el azúcar y el aceite de oliva. Cuando se
haya disuelto el azúcar añadir la miel y el chocolate troceado
finamente. Remover hasta que se derrita el chocolate, retirar del fuego y
añadir el extracto de vainilla.
Echar la mezcla de chocolate en el bol donde está la avena y remover hasta que todo se haya impregnado bien de chocolate.Guardamos 150 gr de la mezcla, y si queréis hacer granola con el resto la receta está aquí.
Para el crumble (2-3 personas):
150 gr de granola
dos cucharadas soperas de aceite de oliva
un puñado de fresas
un puñado de higos cortados en cuartos
He guardado 150 gr de la granola antes de hornearla, los he mezclado con un par de cucharadas de aceite de oliva, y lo he dejado reposando en un tupper en el frigorífico durante un día. Luego he troceado un buen puñado de fresas, he añadido otro puñado de higos que tenía congelados de la temporada pasada (es un truco estupendo, cortad los higos en cuartos y congeladlos, se pueden usar para hacer tartas, o incluso mermelada, y quedan genial).
Poned las fresas e higos en una fuente para horno y cubrid con la granola.
Calentáis el horno a 180ºC, y horneáis el crumble durante unos 40 minutos, hasta que esté crujiente la capa de arriba, y el jugo de los higos y las fresas se haya caramelizado un poco.
Podéis comerlo tibio o frío. Lo típico es acompañarlo de helado de vainilla o crema. Nosotros lo comimos tal cual, porque las frutas eran tan frescas y sabrosas que no necesitaban nada más.
A lo largo del día iré actualizando para que podáis abrir el resto de "Ventanas Verdes":
Ana: Crumble de manzana y moras
Glòria: Crumble de peras y nueces
Heva: Pink crumble
Kako: Crumble de ruibarbo
Luisa: Crumble de frutas a mi manera
Este fin de semana hemos plantado los tomates. Tenemos nada más y nada menos que ¡11 variedades!. Nuestro huerto se está volviendo un gourmet-huerto ;).
Replanteando. Es lo que tiene llevar una huerta con un aparejador....... |
Acolchado a saco. Adventicias ¡temblad! |