domingo, 29 de enero de 2012

Puchero de judías borlotti y membrillo, y un poco de polémica


Aviso a navegantes: hoy toca entrada polémica. Si alguien no tiene el día para que yo le de la lata, mejor que tire para abajo directamente a la receta.
Hace un par de días recibí un correo de Ebuzzing, supongo que como mogollón de blogs, ofreciéndome participar en su red de campañas. Me sorprendió recibirlo por dos motivos: el primero, porque en la columna de la izquierda de mi blog pone claramente que estoy adherida a la red de "blogs sin publi", y el segundo porque mi blog es, a todas luces, un blog minoritario. Aquí vienen los coleguitas, me saludan, les doy un poco la brasa con encendidos discursos en contra de monsanto, la coca-cola o la ministra de ciencia (esto ya no, que no tenemos ministra ni ministerio siquiera) y santas pascuas. Nunca he aspirado a otra cosa. He conocido a grandísimas personas a través del blog, y estoy muy a gustito en mi rinconcito. El rollo es que esto me ha dado que pensar, porque últimamente ha habido un aumento sustancial de la publicidad en los blogs, lo cual, a mi entender, está terminando con toda la frescura que tenía la blogosfera culinaria hace 4 años, cuando empecé. Y eso, la verdad, me da mucha pena. Hay blogs que estaban entre mis favoritos y que cada vez visito menos porque he adoptado la política de no visitar entradas que tengan publicidad.  Publicidad manifiesta, me refiero, que otra cosa bien distinta es hacerte un viaje a Moscú y a la vuelta recomendarnos tus sitios favoritos. Para mí es como ir a casa de la vecina a pedirle sal y que cada vez te intente vender una thermomix o una freidora. Al final dejarías de ir a casa de la vecina, ¿no?. Y, a parte de esto, me he dado cuenta de que la publicidad ya va desde coches hasta yogures, todo vale, pasando por más que discutibles productos detrás de los cuales hay aún más que discutibles empresas. En estos tiempos en los que se ha puesto de moda en el mundo empresarial la Responsabilidad Social Corporativa, ¿qué hay de la resposabilidad social del bloguero? Sobre todo los que tenéis blogs muy populares, de los que crean opinión, ¿os planteais quien hay detrás de las empresas que anunciais? Cuando alguien anuncia Fanta, ¿se plantea la cantidad de pozos que ha contaminado Coca-Cola en la India?
Por supuesto que cada cual puede hacer en su casa lo que le de la gana. Alguna vez que he sacado el tema me habéis dicho que esas perrillas que os sacáis os vienen muy bien, y hasta hay gente que vive de esto. Yo tengo la suerte de vivir de mi trabajo, así que quizá por eso me puedo permitir el lujo de ver este asunto tan claro, pero, los que ponéis publi ¿no creéis que, a la larga, vais a matar a la gallina de los huevos de oro?
En fin, espero que nadie se haya sentido ofendido por esta entrada, pero creo que es un tema que merece la pena ser discutido, ya que la blogosfera actualmente esta literalmente inundada de publicidad, y lo he hablado con algunas blogueras en "petit comité" a las que también les inquietaba el asunto. Y como mi blog, de todos modos, sólo lo visitan mi selecto grupo de frikis, pues me puedo permitir hablar en él de temas polémicos.



Y ahora al tema. Las judías borlotti se consideran, en el mundo anglosajón, un delicatessen. Su particularidad es que se cocinan frescas, y no secas como el resto de judías, y además que tienen una textura mantecosa muy agradable. Y bueno, que no te tengas que acordar de ponerlas en remojo la noche anterior es una gran ventaja.
Aquí las llaman judías pintadas, y la cosa es que llevaba tiempo viéndolas en el mercado, pero no sabía cómo se cocinaban, así que no me animaba a comprarlas. Hasta que un día vi las mismitas judías en un libro inglés bajo el nombre de judías borlotti, y aprendí la manera de cocinarlas, que es muy sencilla: se echan directamente al puchero. Es curioso cómo a algo que los anglosajones consideran la crème de la crème en materia judiil aquí apenas se le de valor y no se conozca casi. Así nos va a los españoles.

Después de haberlas probado, ya tengo otro kilo de ellas en el frigorífico, porque nos han gustado muchísimo su textura y su sabor. Si vivís en las islas y las véis en el mercado no dudéis en probarlas. Y que conste que esto no es publicidad ;)
Ingredientes,
400 gr de judías borlotti o judías pintadas, como las llaman aquí, ya sacadas de la vaina
un membrillo
5 zanahorias pequeñas (pequeñas, porque eran las de la huerta) cortadas en dados
un puñado de espinacas frescas (de la huerta)
1 cebolla guayonge (de la huerta)
1/2 litro de caldo de verduras
un atadito de tomillo
una puntita de pimentón (murciano, que es buenísimo)

cilantro fresco picado y gofio para servir

En una fuente de hierro fundido ponemos un poco de aceite de oliva, y rehogamos la cebolla picada y las zanahorias. Cuando la cebolla esté transparente añadimos el caldo de verduras, el atadito de tomillo, las judías borlotti y el membrillo pelado y cortado en dados. Lo dejamos 45 minutos a fuego lento. Pasado ese tiempo, si las judías ya están tiernas, sacamos parte del membrillo, lo machacamos, y lo añadimos al puchero para que espese el caldo. Sacamos el atadito de tomillo, añadimos la puntita de pimentón y dejamos que hierva 10 minutitos más, y a comer.

Bueno, espero de verdad que nadie se haya ofendido por mi sermón del día, que no era esa mi intención. Me gustaría saber qué opinais, sobre todo, aquellos que ponéis publi en vuestro blog, porque es una manera de conocer el otro punto de vista.

domingo, 22 de enero de 2012

De la huerta a la mesa: crema de calabaza y castañas asadas


Esta es una receta muy sencilla. Con todo su sabor a otoño, aunque ya sea invierno. Se me ocurrió prepararla así porque de esta manera aprovechaba el horno para asar las dos cosas, y luego lo único que había que hacer era pasar todo por la batidora. Aproveché una calabaza que quedaba aún de la huerta que compartíamos con R., al que tanto echamos de menos, y unas castañas que recogí en Pinolere.
Tengo varios platos publicados en el blog que combinan la calabaza con las castañas, porque es una mezcla que me encanta. Entre ellos unos ravioli y varias cremas. Pero esta me ha gustado particularmente por el sabor tan pronunciado que le aportan las castañas asadas. El procedimiento es muy sencillo: cortamos la calabaza en trozos grandes, sin pelarla, y les hacemos una cruz a las castañas en la piel exterior (para que no revienten al asarlas). Lo metemos todo al horno, a unos 180ºC, durante 40 minutos más o menos, o hasta que veamos que está todo asado. Dejamos enfriar las castañas lo suficiente para poder pelarlas, y le quitamos también la piel a la calabaza. Lo pasamos todo juntito por la batidora, añadiendo un buen chorro de aceite de oliva, y agua hasta que tenga la consistencia deseada. Salpimentamos, y al servir, si os gusta, le podéis añadir un chorrito de algún aceite aromatizado, como el de hinojo, por ejemplo, y un poco de cebollino picado. Puro comfort food.

 Y ya que he mencionado la huerta, voy a aprovechar para enseñaros algunas fotos para que veais lo bonita que la tenemos. Ya os conté que con la partida de R. tuvimos que volver a empezar prácticamente de cero. Ahora los cultivos ya han crecido lo suficiente como para lucirse en todo su esplendor.

Habas, zanahorias, puerros, espinacas, rabanitos y remolachas
Lechuga negra palmera
Cosecha de rabanitos y zanahorias cabezonas
Fresas y tatsoi

En la primera foto podéis ver a la izquierda las habas, y al lado el bancal donde están las zanahorias, los puerros, los rabanitos y las espinacas, y las remolachas. También tenemos plantadas unas preciosas lechugas negras palmeras, rúcula, tatsoi, acelgas, guisantes... Tuvimos que trasladar de nuevo las fresas, así que están pequeñitas otra vez. Y las zanahorias las sembramos de semillero, y estaban ya un poco crecidas, por eso han quedado "cabezonas". Pero tienen un sabor espectacular. Junto con los tomates y los guisantes, son de las cosas cuyo sabor más cambia, es mucho más pronunciado que el de las zanahorias compradas.
Como veis seguimos enganchados a esto de huertear. Creo que ya no podríamos dejarlo.

domingo, 15 de enero de 2012

Desintoxicación navideña: ensalada roja rojísima


Tan roja que dan ganas de ponerse a cantar "la Internacional". Para estos tiempos que corren, en los que vamos a tener que currárnoslo y mantenernos bien firmes si no queremos que la ola neocon nos coma y nos arrebate los derechos que tanto trabajo le costó conseguir a tantas generaciones de currantes. Eso sí, además de roja es bonita, que la lucha no tiene por qué estar reñida con la estética.

Por cierto, hablando de lucha, no sé si habéis visto el actuable que he colgado en la columna izquierda de mi blog. Es para pedir firmas para que en la declaración de la renta puedas optar a dedicar el 0,7% a apoyar la Ciencia española. Porque, a ver, ya que se puede apoyar a la Iglesia con ese porcentaje, ¿por qué no a la Ciencia? Tras los últimos recortes, y la declaración de intenciones del nuevo gobierno que nos ha dejado hasta sin Ministerio, a este paso vamos a tener que salir a pedir por la calle "una ayudita para proseguir mi investigación contra el alzheimer, por caridad". Porque vale que yo tan sólo me ocupo de que funcione un telescopio que vigila que no os caiga a ninguno encima un satélite, pero hay otra gente por ahí que investiga cosas que son de verdadera ultilidad social.....

No sé si os habéis dado cuenta, pero he empezado el año beligerante. Y lo que os queda. ¡A las barricadas!


Ensalada roja rojísima

esta ensalada está inspirada en la "bittersweet salad" del libro Plenty. El autor dice que su ensalada es agridulce como el amor, pero yo ahí no estoy de acuerdo. Mi D. es un santo y no me da ni un disgusto, así que yo opino que es agridulce como la realidad social. Los ingredientes de mi ensalada son otros, pero el aliño es el mismo. La acidez de los cítricos se compensa muy bien con el sirope y ese aliño tan sabroso le va de lujo al radicchio, que es una verdura con un sabor muy potente.
Nosotros compramos las verduras en el mercadillo del agricultor de Tegueste. Allí podéis encontrar el radicchio y la albahaca morada. Y producidos en Tenerife, of course.

Ingredientes,

100 ml de zumo de naranja
20 ml de zumo de limón
60 ml de sirope de arce
1/2 cucharadita de agua de azahar
1/2 radicchio
lechuga hoja de roble
un chorrito de aceite de oliva virgen
sal y pimienta
un puñado de brotes de amaranto, o cualquier otro brote rojo
un puñado de hojas de albahaca morada
1/2 granada

Empezamos haciendo el sirope de naranja que nos servirá de aliño. Ponemos en un cazo el zumo de naranja, de limón, el sirope de arce y una pizca de sal. Lo ponemos a fuego flojo y dejamos que reduzca por unos 20 minutos, hasta que tegamos un sirope denso. Lo retiramos del fuego, dejamos que se enfríe, y añadimos el agua de azahar. Reservamos.
Cortamos el radicchio y la lechuga en tiras finas. Los aliñamos con el aceite de oliva y salpimentamos. Añadimos la albahaca, los brotes de amaranto y la granada, y aliñamos con el sirope de naranja.

Qué aproveche. Y a luchar.

martes, 10 de enero de 2012

Mi roscón de Reyes de masa madre del 2012


La Navidad ya no me gustaba de antes, y ahora se me hace bola particularmente, así que prefiero pasar por estas fechas "de puntillas" y hacer un "mutis por el foro" bloguero durante un par de semanas. Por eso he estado tan calladita últimamente. La única tradición a la que le he cogido cariño y que desde hace al menos 5 o 6 años nunca me salto es hacer el roscón. Este año repetí la receta de roscón de reyes de masa madre v.2 y según mi familia resultó perfecto, así que les he prometido no experimentar más y convertir esta receta en un clásico.
Y os confirmo que, definitivamente, lo que marcó un punto de inflexión en mis roscones ha sido el amasado. Desde que le doy una buena tunda a la masa a base de amasado "francés" los roscones suben de maravilla y se quedan esponjosos como nubes.
Así que, ya sabéis, uséis levadura o masa madre, vive la France!!!! y todo el mundo a amasar!!!!
La receta podéis verla aquí.

Besos y feliz 2012.