Por cuarto año consecutivo tengo el honor de participar en el Calendario de Adviento de Noema, que en mi humilde opinión es la mejor tradición navideña de la blogosfera. Los que no lo conocéis, ya estáis tardando en ir a su blog a ver en qué consiste. En los tres años anteriores elegí recetas canarias, holandesas y españolas, así que este año me tocaba un dulce tradicional de otro país en el que pasé un tiempo, Francia. Sobre todo teniendo en cuenta que mi otoño ha sido très très français: la bûche de Nöel.
La bûche de Nöel, que significa tronco de Navidad, es un postre tradicional francés que se sirve en Navidad, y que, como su propio nombre indica, se monta y decora para que parezca un tronco de madera listo para echar al fuego.
Se prepara con una base de bizcocho genovés que se rellena con una crema y se cubre con crema o chocolate. Aunque, al igual que ocurre con la mona de Pascua, actualmente los reposteros franceses rivalizan en cuanto a ingredientes y decoraciones y lo único que se respeta de la bûche es la forma cilíndrica. Yo lo rellené con un puré que hice con unas castañas en almíbar que aún me quedaban del año pasado, y lo cubrí con una ganache de chocolate y crème fraîche. ¿Acaso hay algo más francés que la combinación de chocolate y castañas? Por cierto, os recomiendo que lo preparéis la víspera y lo conservéis en la nevera, envuelto en plástico. ¡Al día siguiente está aún más rico!
Ingredientes
para el relleno,
1/2 bote de castañas en almíbar
leche suficiente para cubrir las castañas
para el bizcocho,
2 huevos
50 gr de azúcar glas
50 gr de harina
para la cobertura de chocolate,
100 gr de crème fraîche
100 gr de chocolate para fundir
1/2 cucharada de mantequilla
1/2 cucharada de azúcar
Empezamos preparando el relleno. Escurrimos las castañas del almíbar, las ponemos en un cazo y las cubrimos con leche. Reservamos el almíbar. Calentamos a fuego medio, sin dejar que hierva la leche, durante unos 15 minutos. Cuando las castañas estén muy blandas, retiramos del fuego y hacemos un puré con ayuda de la batidora o aplastándolas con un tenedor. Reservamos.
Para preparar el bizcocho, calentamos el horno a 200ºC. Batimos los huevos con el azúcar hasta que empiecen a blanquear y doblen su volumen. Entonces añadimos la harina y seguimos batiendo. Extendemos la masa encima de papel de hornear, en una bandeja de horno, y horneamos 7 minutos. No queremos que se dore, así que hay que estar atentos. Sacamos el bizcocho, le damos la vuelta sobre otra lámina de papel de hornear y con mucho cuidado retiramos el primer papel. Pincelamos con el almíbar de las castañas. A continuación extendemos el puré de castañas y enrollamos dando forma de cilindro. Envolvemos en plástico y guardamos en el frigorífico.
Preparamos la ganache calentando la crème fraîche junto con la mantequilla, a fuego muy suave. Añadimos el azúcar y el chocolate en trozos. Removemos hasta que se derrita el chocolate completamente. Retiramos del fuego y dejamos enfriar 5 minutos antes de empezar a decorar.
Mientras, damos forma al tronco. Esto cada cual lo puede hacer como quiera, pero os explico como lo hice yo. Sacamos el cilindro del frigo y le cortamos uno de los extremos en bisel, y del otro extremo cortamos un trozo recto, no muy grande. El primero trozo es que le ponemos en el lateral, y el otro encima. Ahora cubrimos con el chocolate, tratando de marcar en sentido longitudinal, como si fuera un tronco.
Podemos decorar con lo que más nos apetezca. Yo usé unas estrellas que hice con pasta de mazapán, y finalmente espolvoreé azúcar glas justo antes de servir.
Y ahora os dejo la pregunta del Juego de este domingo: ¿desde qué ciudad llega Sinterklaas en barco a Holanda para repartir regalos entre los niños que han sido buenos?