Erase una vez un denso bosquete de zanahorias, cuyos troncos formaban figuras que fácilmente eran asimilables a seres deformes y monstruos de otros mundos. No es que me diera miedo cruzar atravesando este bosque pero siempre había preferido evitarlo cogiendo otros caminos. Los troncos crecían muy juntos inclinados hacia aquí y hacia allí, y atravesarlo me obligaría a acercarme demasiado a una de esas ramas naranjas que parecía que se iban a poner en movimiento y atraparme entre sus brazos.
Pero aquel día todo parecía diferente. Sería el color de la primavera, o la luz especial que cubría aquella mañana de sábado. Decidí acercarme hasta ese lugar naranja con intención de adentrarme en su sombra. Cuando puse los pies entre los troncos noté cómo el suelo cedió un poco. No, no era como para asustarse, era como el típico acolchado que proporcionan las hojas de los árboles en cualquier bosque en otoño. Aunque la consistencia era más bien como la de un bizcocho denso. No. No un bizcocho. Quizá más bien un suelo de galletas, de esas que venden en los mostradores de take-away de los supermercados bio americanos: una de esas galletas húmedas de salvado, zanahoria, canela y pasas. Eso era exactamente la sensación que me daba el suelo que tenía bajo mis pies en aquel bosquete denso de zanahorias.
Cookies de zanahoria rayada, semillas de lino, salvado de trigo barbilla (del que
tamizamos después de moler), canela y pasas. Energía de media mañana
como para quitar todos los miedos ocultos que vengamos acumulando.
Esta es mi contribución a las Ventanas Verdes de este mes, cuyo reto era preparar una receta con semillas de lino. Estas semillas tienen un mucílago, una sustancia pegajosa, que hace que se puedan usar como sustituto del huevo en muchas recetas, lo que puede ser útil para los veganos, o la gente con colesterol alto. Además, son ricas en vitamina E y oligoelementos como el omega 3. Y esta receta es de las que se preparan en 30 minutos. Confirmado.
Ingredientes,Esta es mi contribución a las Ventanas Verdes de este mes, cuyo reto era preparar una receta con semillas de lino. Estas semillas tienen un mucílago, una sustancia pegajosa, que hace que se puedan usar como sustituto del huevo en muchas recetas, lo que puede ser útil para los veganos, o la gente con colesterol alto. Además, son ricas en vitamina E y oligoelementos como el omega 3. Y esta receta es de las que se preparan en 30 minutos. Confirmado.
3/4 de taza de lino molido
3/4 de taza de salvado de trigo
1 taza de harina de espelta integral
1 taza de zanahoria rallada
1/2 taza de pasas
3/4 de cucharadita de levadura
1/4 de cucharadita de sal
1 cucharadita de canela en polvo
1 cucharadita de extracto de vainilla
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
1/2 taza de miel
Calentamos el horno a 180ºC.
Mezclamos bien todos los ingredientes. Hacemos pelotitas que aplastamos un poco con la palma de la mano, y las ponemos en una bandeja de horno.
Horneamos 15 minutos. Dejamos enfriar en una rejilla.Y a disfrutar. Son perfectas para quitar el hambre a media mañana con algo saludable.
Desde Amsterdam con amor.