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miércoles, 17 de marzo de 2010

HEMC#42: helado de té verde y kéfir


Este mes el Hecho en mi cocina lo organiza La Mambalina, y ha elegido como tema "Postres con té".
Tengo que reconocer que al primer momento pensé "uf, ni idea..." Luego pensé en hacer un helado de té verde, pero como era tan obvio lo fui dejando, hasta que el otro día vi que todo el mundo era mucho más original que yo y que nadie había hecho helado hasta ahora, y buceé en mis libros de cocina hasta dar con esta receta. Bueno, es posible que nadie haya hecho helado porque la mayor parte de vosotros vivís en sitios menos "afortunados" en lo que se refiere a temperaturas. Aquí es que se puede comer helado todo el año.... En todo caso, aunque no sea muy original, esta receta me gusta por varios motivos: es sencilla, se puede hacer sin máquina, utiliza té verde en hojas y no té matcha, que además de caro es imposible de encontrar en Santa Cruz, y además el sabor es exactamente igual al helado de té verde que te sirven en los restaurantes japos. Os recomiendo que lo probéis, el resultado es estupendo, un helado ligero y cremoso.

Ingredientes (para 3-4 personas)

2 cucharadas de té verde japonés en hojas (yo usé té sencha)
250 ml de leche
125 ml de yogur y 125 ml de kéfir (en la receta original utiliza nata líquida)
65 gr de azúcar
3 yemas de huevo

Calentamos la leche en un cazo con las hojas de té, dejando que llegue a ebullición a fuego lento. Cuando la leche rompa a hervir, lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar. Yo lo dejé 20 minutos. Lo colamos, y dejamos que se enfríe un poco.
En un cuenco mezclamos las yemas con el azúcar, batiendo bien hasta que se disuelva. Agregamos la leche templada y removemos hasta tener una mezcla homogénea.
Ahora lo ponemos en un cazo a calentar al baño maría, y removemos sin cesar hasta tener una mezcla espesa. Se retira del fuego y se sigue removiendo mientras se enfría un poco. Entonces añadimos el kéfir y el yogur, lo ponemos en un tupper y lo metemos en el congelador un par de horas.
Pasado ese tiempo, lo sacamos del conge, lo batimos bien, y lo volvemos a meter en el conge. Repetimos esta operación un par de veces más, cada dos horas. Luego lo podemos dejar en el congelador hasta el día que vayamos a consumirlo.
Sacar del conge 15 minutos antes de comerlo (bueno, 15 minutos aquí, si vivís en un sitio menos calido igual es mejor sacarlo media hora antes).
¡Que aproveche!

Receta original del libro "Cocina japonesa" de J. Garro y Y. Kitazawa.