Bueno, pues viendo que algunos se animan a participar me lanzo a organizar el
I Concurso de Comida Silvestre.
La comida silvestre, más conocida en el mundo anglosajón como
wild food, no es otra cosa que todo aquello que crece o vive de manera silvestre, en la naturaleza, y que no hemos plantado, sembrado o criado nosotros mismos (bueno, ni nosotros ni otros seres humanos, quiero decir que una calabaza robada en el huerto del vecino ¡¡no es comida silvestre!!).
Lo que quiero conseguir organizando este evento es que todos recordemos, por una vez al menos, que todo lo que hoy en día comemos surgió de la naturaleza y terminó en las estanterías del super tras un largo proceso de domesticación. Hemos perdido ese enlace directo con nuestro entorno y nuestra comida, y es lo que me gustaría que recuperásemos, aunque sea sólo por un rato. Paraos a mirad el entorno en el que vivís, preguntad a los mayores del lugar. Hay multitud de plantas comestibles alrededor nuestro, con sabores y olores totalmente desconocidos, probablemente mucho más potentes que sus hermanas las plantas
domesticadas. Además, recoger frutos salvajes a lo largo del año nos ayudará a conocer las estaciones y su influencia en nuestro habitat.
Para
participar en el concurso lo único que tenéis que hacer es
recolectar, pescar o cazar algún tipo de producto silvestre y preparar un plato con él. Es suficiente con que al menos un ingrediente sea silvestre, y vale cualquier cosa desde setas, orégano, diente de león, té de roca, moras, castañas, lechuga de mar, menta, higos chumbos, endrinas...... hasta un pulpo, unas lapas, sardinas o un conejo. No quiero con esto herir la sensibilidad de nadie, ni tampoco hacer apología de la caza (mucho menos en este blog casi-vegetariano) pero lo que se pesca o caza también es comida silvestre, y por eso creo que debo incluirlos en el evento. Michael Pollan ya escribió una extensa discusión sobre este aspecto en su libro
El dilema del onmívoro, cuya lectura os recomiendo. Pero, eso sí, quien quiera incluir una receta de caza tiene que tener la sangre fría de cazar él o ella misma.
Contadnos qué habéis encontrado, en donde, lo que habéis aprendido sobre esa planta. Colgad la receta en vuestro blog enlazando a este evento, y dejadme el enlace en los comentarios de la entrada (
novedad: quien no tenga blog y quiera participar puede enviarme la receta por correo electrónico a comida(punto)silvestre(arroba)gmail(punto)com junto con una foto y yo la colgaré en el blog cuando haga el resumen). Tenéis hasta el
30 de noviembre para participar. Si queréis,
podéis anunciar el evento con su logo en vuestro blog copiando el código siguiente:
<a href="http://laflordelcalabacin.blogspot.com/2010/11/i-concurso-de-comida-silvestre-wild.html"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_tXJMGwEXK8HRtJWcH7N1iC-437qOZoagx1gbjNCfpGhtJUubDtvHYI-ILFA4GIB2II7kc-lWM9uCOLK4vnje61hoOI8M8fiJxeGydlmVjmfd_tweCavGmJJblKBZCgZroCcsn4lXBd4/s1600/LOGO_WILD+FOOD+LLR.jpg" width="200" /></a>
Entre las recetas participantes realizaremos un sorteo y el ganador o ganadora recibirá el librito
Food for Free, que es la guía de comida silvestre más popular en el mundo anglosajón, y alguna otra sorpresa preparada por nosotros con productos silvestres.
Os dejo algunos recursos que os pueden ser de utilidad, aunque lamentablemente en España aún no hay mucha información al respecto:
- para los que habláis inglés: la web de Green Deane "Eat the weeds", donde hay fichas y vídeos sobre multitud de plantas, o la de Fergus Drennan, "Wild man wild food"
- para los que vivís en Canarias: el blog del osito Paco, "Locávoro"
- información sobre plantas en general: infojardín
Y algunos consejos para ser un buen recolector silvestre:
- nunca arranquéís las plantas enteras. Tomad trozos de varios especímenes, tratando de no matar la planta, para que pueda seguir produciendo. Es útil llevar una navaja o tijeras.
- tratad de no llevaros las semillas, sobre todo de plantas anuales, de manera que puedan volver a germinar al año siguiente. Si recogeis setas, nunca uséis bolsas plásticas, usad cesta, para que las esporas caigan al suelo. Tampoco uséis rastrillos ni utensilios que perturben el habitat.
Y para empezar aquí os dejo mi receta. Es una tarta muy fácil de hacer, cuyo único secreto es la masa, una masa deliciosa receta de
David Lebowitz, y el relleno de mermelada de madroños canarios recogidos en el bosque de La Esperanza, cuyo sabor recuerda ligeramente a la carne de membrillo.
Ingredientes
para la masa:
110g de mantequilla
100g de azúcar moreno
1 huevo
1 yema de huevo
1/8 de cucharadita de café de extracto de almendra
190g de harina de trigo blanca
70g de harina de trigo integral
1/2 cucharadita de café de sal
2 cucharaditas de café de levadura de repostería
para el relleno:
1 bote de mermelada de madroño canario casera, hecha con las frutas de los Arbutus canariensis que hay en los bosques de La Esperanza
para la mermelada de madroño:
500 gr de madroños (el osito Paco ha escrito en su blog
Locávoro un extenso artículo sobre el
madroño, donde explica cuando y cómo recolectarlos y usarlos)
250 gr de azúcar moreno
2 cucharadas soperas de azúcar moreno para decorar
Primero hacemos la mermelada. Lavar los madroños, ponerlos en un cazo con agua sólo hasta cubrirlos. Hervir hasta que estén ligeramente blandos. Pasarlos por el chino, y, junto con el agua de hervirlos y el azúcar, ponerlos al fuego y darle vueltas hasta que espese.
Para hacer la tarta, batir la mantequilla y el azúcar, cuando esté bien mezclado añadir el huevo, la yema y el extracto de almendra. En otro bol, mezclar las harinas, la sal y la levadura. Ir añadiendo los ingredientes secos a la mezcla anterior, hasta tener una bola. Pesar 2/3 de la masa (en mi caso eran unos 350 gr), hacer un disco y guardarlo en la nevera bien tapado. Con la masa restante hacer un cilindro de unos 5 cm de diámetro, envolverlo y dejarlo también en la nevera hasta que se enfríe.
Precalentar el horno a 180ºC. Cuando la masa esté fría, ponerla en la base de un molde desmontable y aplastarla presionando con la palma de la mano hasta que ocupe todo el molde. Poner por encima el relleno de mermelada de madroño. Sacar el cilindro de masa de la nevera. Cortar discos e ir poniéndolos encima del relleno. Poner por encima el azúcar moreno y hornear 20 minutos o hasta que esté dorada.
Se puede comer tibia, pero está aún mejor al día siguiente cuando los sabores se han mezclado bien.