Con esta entrada inauguro oficialmente la etiqueta "platos de cuchara" donde están todos los potajes, cremas, sopas y curries cremosos que he publicado en el blog, en honor a ciertas fanáticas de estos platos, como Maite, Noema y Kako, de la que muchas nos hemos acordado especialmente en estos días, ¡va por vosotras!
En estos momentos la huerta sólo produce rabanitos, espinacas salvajes, alguna que otra lechuguita y unas pocas fresas. Las espinacas están dando mucho juego, tanto en ensaladas como en revueltos y cremas. Esta en particular quedó muy rica y es extremadamente fácil de hacer y muy resultona.
Para la crema:
1 batata roja, de buen tamaño
1/2 de litro de agua (aproximadamente, depende del tamaño de la batata)
un buen manojo de espinacas frescas
sal
Pelar la batata, y ponerla a hervir junto con las espinacas. Cuando esté blanda, pasarlo todo por la batidora, y si es necesario por el chino (en mi caso no fue necesario porque las espinacas eran fresquísimas).
Para el aceite de albahaca:
aceite de oliva virgen extra
un gran manojo de albahaca
Triturar la albahaca muy fina y mezclarla con el aceite. Guardarlo en la nevera y dejar reposar unos días antes de empezar a usarlo. Tiene que ser una buena cantidad de albahaca, en nuestro caso una vez triturada ocupaba como hasta la mitad de la aceitera.
Tostar unas almendras laminadas en una sartén con un poco de aceite.
Servir la crema con unas gotas de aceite de albahaca por encima y las almendras laminadas.
¡Que aproveche y que empecéis bien la semana!
En estos momentos la huerta sólo produce rabanitos, espinacas salvajes, alguna que otra lechuguita y unas pocas fresas. Las espinacas están dando mucho juego, tanto en ensaladas como en revueltos y cremas. Esta en particular quedó muy rica y es extremadamente fácil de hacer y muy resultona.
Para la crema:
1 batata roja, de buen tamaño
1/2 de litro de agua (aproximadamente, depende del tamaño de la batata)
un buen manojo de espinacas frescas
sal
Pelar la batata, y ponerla a hervir junto con las espinacas. Cuando esté blanda, pasarlo todo por la batidora, y si es necesario por el chino (en mi caso no fue necesario porque las espinacas eran fresquísimas).
Para el aceite de albahaca:
aceite de oliva virgen extra
un gran manojo de albahaca
Triturar la albahaca muy fina y mezclarla con el aceite. Guardarlo en la nevera y dejar reposar unos días antes de empezar a usarlo. Tiene que ser una buena cantidad de albahaca, en nuestro caso una vez triturada ocupaba como hasta la mitad de la aceitera.
Tostar unas almendras laminadas en una sartén con un poco de aceite.
Servir la crema con unas gotas de aceite de albahaca por encima y las almendras laminadas.
¡Que aproveche y que empecéis bien la semana!