miércoles, 21 de julio de 2010

HEMC#46: buñuelos de coliflor y comino con chutneys


Hoy subo al observatorio por la noche, así que puedo llegar un poquito más tarde al curro, y aprovecho para colgar mi segunda aportación al Hecho En Mi Cocina de las "Delicias para fiestas" organizado por Mónica.
Esta receta es una adaptación de los cauliflower & cumin fritters del libro de Ottolenghi. Ya sabéis que soy una fan de este libro y del restaurante que le da nombre. He hecho ya bastantes recetas del libro, y hasta le he dedicado una etiqueta porque son recetas a las que vuelvo constantemente y de este modo las tengo localizadas. En esta ocasión, me llamó la atención esta receta porque se parece mucho a las pakoras. A D. nunca le gustaba la coliflor hasta que la probó así, en pakoras, y cuando vi esta receta, en la que la coliflor se cuece antes, pensé que igual eran incluso mejores que las pakoras. La probé y sí, me gustó aún más. Así que aquí va. Viene bien para esos picnics de verano porque se pueden comer frías y con las manos, sin necesidad de cubiertos ni platos.

50 gr de col rizada
150 gr de coliflor
50 gr de harina de trigo
50 gr de harina de garbanzo (la receta original sólo usa de trigo)
menta
2 huevos
1 cucharadita de comino
1/2 cucharadita de canela
1 cucharadita de cúrcuma
1/2 cucharadita de sal
pimienta
aceite de girasol para freír

Dividir la coliflor en pequeños ramilletes y cocerla en abundante agua con una pizca de sal durante unos 15 minutos, o hasta que esté blanda. Colarla y reservar.
Batir los huevos, y añadir las harinas, las especias y la menta picada. Batir hasta tener una masa homogénea. Añadir la coliflor cocida y la col muy picada, y mezclar bien.
En una sartén calentar el aceite de girasol. Cuando esté bien caliente echar cucharadas de masa y freír tandas de buñuelos, por ambos lados, hasta que estén dorados. Dejarlos escurrir en papel de cocina para retirar el aceite sobrante.
Servir con chutneys (nosotros los comimos con chutney de higos y chutney de calabacín) o con una salsa de tahini.

miércoles, 14 de julio de 2010

Daring Cooks July'10: badrijani bazhashi - berenjenas rellenas de nueces


El reto de los Daring Cooks de este mes lo han elegido Margie de More Please y Natashya de Living in the Kitchen with Puppies y consistía en preparar "nut butter", algo que en castellano podría traducirse como manteca o mantequilla de frutos secos, y usarla en una receta.
The July 2010 Daring Cooks’ Challenge was hosted by Margie of More Please and Natashya of Living in the Kitchen with Puppies. They chose to challenge Daring Cooks to make their own nut butter from scratch, and use the nut butter in a recipe. Their sources include Better with Nut Butter by Cooking Light Magazine, Asian Noodles by Nina Simonds, and Food Network online.

Para este reto he elegido una receta del libro Clásicos vegetarianos del mundo a la que le había echado el ojo hace tiempo. El bazha es una salsa de nueces típica de Georgia, que puede acompañar a cualquier clase de pescado, carne o verdura. Como ya expliqué hace un tiempo, Georgia está en la frontera entre Europa y Asia, y en su cocina encontramos una gran influencia persa. Los frutos secos, sobre todo las nueces y las avellanas, son muy apreciadas. La berenjena también es de origen persa, incluso su etimología. El nombre viene del catalán alberginia que a su vez procede del persa bâdenjân. Este plato combina las nueces, de gran valor nutritivo por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados pero muy calóricas, con las berenjenas, que tienen muy pocas calorías. En la receta original se fríen las berenjenas en aceite, pero como absorben mucho aceite cuando se fríen yo preferí hacerlas a la plancha para aligerar el plato.

Ingredientes (para 4 personas)
2 berenjenas medianas cortadas en láminas
100 gr de nueces
1 diente de ajo
1/2 cucharadita de pimentón
3 cucharadas soperas de cilantro fresco picado
1 cucharada sopera de vinagre de vino tinto (yo usé vinagre de jerez)
125 ml de agua tibia
aceite de oliva
sal
cilantro para decorar

La preparación es sencillísima: meter las nueces, el ajo, el pimentón, el cilantro, el vinagre y un chorrito de aceite de oliva en un robot de cocina. Ir añadiendo el agua poco a poco y triturar hasta tener una pasta homogénea. Reservar.
Pasar las láminas de berenjena por la plancha hasta que estén doradas.
Untar un par de cucharadas de manteca de nueces en cada lámina de berenjena. Enrollar y atar con una ramita de cilantro.
Servir templados o fríos, los rollitos están buenos de todos modos.

Gagimarjos! (que os vaya bien, en georgiano ;)

lunes, 12 de julio de 2010

Vanilla&Orange Bundt cake


Yo me las prometía muy felices. A partir de ahora tendré tiempo, decía. Ingenua de mí. Hoy ha sido mi primer día en el observatorio. Y no he parado. Ahora tenemos que subir a regar la huerta porque está haciendo un calor insoportable por aquí y bastante están sufriendo nuestros pobres tomates con la maldita Tuta absoluta como para encima dejarlos sin agua. Y mañana me toca madrugar y probablemente no baje del observatorio hasta bien entrada la noche. Pero la verdad es que me encanta mi trabajo. Y sarna con gusto, no pica, ¿no? Lo único es que todavía ni he descargado las fotos de San Diego...

El único souvenir que me traje de Estados Unidos fue un molde Bundt. Se supone que había una tienda Williams-Sonoma cerca de mi hotel, pero me llevé el gran chasco cuando llegué y vi que estaban de reformas y no abrían hasta el 10 de julio. Quizá fue mi ángel de la guarda anti-consumismo que decidió que así no caería en la tentación de comprar nada, no sé. El caso es que me tuve que olvidar de encontrar cortadores de galletas y otras pijadas. Pero dando una vuelta por otra tienda vi un molde Bundt y bueno, después de haber leído lo buenos que se supone que son en el blog de Bea, pues no me pude resistir.

Lo he probado ya un par de veces, y es cierto que no se pega nada en absoluto. Esta receta, de todos modos, la podéis usar para un molde cualquiera, aunque quizá tengais que ajustar el tiempo de horneado.

3/4 de taza de azúcar moreno
1/4 de taza de aceite de oliva
1 huevo
2 claras de huevo
3/4 de taza de leche desnatada
2 cucharaditas de extracto de vainilla
la piel rallada de una naranja
2 cucharaditas de levadura en polvo de repostería
2 tazas de harina
1/4 de cucharadita de sal

Precalentar el horno a 180ºC.
Batir el azúcar con el aceite de oliva, el huevo entero y las 2 claras (con un robot de cocina, mejor). Añadir la leche y el extracto de vainilla y seguir batiendo. Añadir la ralladura de la naranja, la levadura, la sal, y poco a pococ la harina, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Untar un molde de bizcocho con aceite, poner la masa en el molde y hornear 30 minutos o hasta que esté dorado y al pinchar el bizcocho con un palito este salga limpio.
D. dice que sabe a tigretón... ¡ya me diréis qué opináis!

martes, 6 de julio de 2010

Celebrando el regreso: HEMC#46, tartaletas saladas de rebozuelos y pesto


Bueno, pues ya pasó junio. Acabo de volver de San Diego. 4 aviones, 26 horas de viaje.7 días de congreso de 8:30 a 20:00. Agotador, pero ya pasó. Aún ni he descargado las fotos.
Ahora tengo una temporada más tranquila en el curro, así que a retomar la huerta, la cocina, el blog, que lo he tenido muy olvidado este último mes, y  a volver a visitar vuestras cocinas. Y nada mejor que empezar con el HEMC, cuyo tema este mes son las delicias para fiestas. Mónica, la anfitriona, pidió recetas saladas, y como volví con ganas de celebrar ayer preparé estas tartaletas. Las hice con unos rebozuelos que recogió D. en La Esperanza, antes de ir a buscarme al aeropuerto. Sí, todavía hay setas en Tenerife, increíble, ¿no?
Esta receta además es muy rápida de hacer si ya tenemos la masa preparada antes. Y para una fiesta es mejor hacer tartaletas que una pizza, porque estas son más fáciles de comer.

Para la masa:
La masa que usé fue la masa de pizza de harina de maíz. Siempre tengo masa de pizza en el congelador, suelo hacer una tanda cuando tengo tiempo y congelarla en bolsas para tenerla a mano.
Para 6 tartaletas, las cantidades serían:

1/2 taza de agua templada
1/8 de taza de aceite de oliva
1 y 3/4 tazas de harina de fuerza
1/4 taza de frangollo o harina de maiz
1/2 cucharadita de sal
1 cucharaditas de levadura fresca de panadería

Amasar y dejar levar 1 hora y media.

El pesto:
un buen manojo de albahaca fresca
aceite de oliva
un bote de piñones
sal

Poner todos los ingredientes en un mortero y majar hasta tener una pasta más o menos homogénea. Se puede hacer también con la picadora, pero para mi gusto no queda igual.

Para el relleno:
seis rebozuelos hermosos (o 12 pequeños)
12 cucharadas de queso de untar (yo usé uno bajo en grasas)
6 cucharadas de pesto casero

Precalentar el horno a 250ºC, con la piedra de hornear dentro.
Limpiar los rebozuelos con un cepillo, sin agua. Trocearlos, pasarlos por la sartén con un poco de aceite hasta que hayan perdido su agua, y reservar.
Dividir la masa en seis trozos. Poner cada trozo en un molde de tartaleta, previamente untados con aceite. Extender por encima un par de cucharadas de queso de untar. Poner encima los rebozuelos, salar, y terminar con una cucharada de pesto.
Con ayuda de la pala, poner las tartaletas encima de la piedra refractaria. Hornear 10 minutos. Si no tienes piedra, hornear hasta que se vean los bordes dorados.
Esperar a que se enfríen un poco antes de desmoldar, para evitar que se rompan.

Aunque el queso sea light, la poca grasa que tiene atrapa perfectamente el aroma de las setas. Ya me lo había dicho I., que la pizza de rebozuelos salía muy buena. Ella la hace con nata, así que esta en una versión light y fiestera de su pizza de setas. Gracias por la idea, si es que podías empezar un blog tú también, maja ;)