Sigo con las recetas que dan protagonismo al tomate, el producto estrella de la huerta en verano, para aprovechar nuestra generosa cosecha.
El cobbler es un plato anglosajón primo hermano del crumble. No se sabe exactamente cuando se originó, pero se hicieron populares durante la Segunda Guerra Mundial, porque el Ministry of Food promovió su preparación como alternativa a otros platos que necesitaban más harina o más mantequilla, ambos ingredientes escasos durante la guerra. El cobbler se suele preparar con un relleno dulce, que se hornea brevemente para luego cubrirlo con scones o algún otro tipo de galleta y terminar de hornearlo, pero yo preferí hacerlo salado, con nuestros tomates que tanto juego nos dan, inspirándome en esta receta de Joy the baker. La masa de mis scones es un poco diferente, porque no utilizo mantequilla, ni vegetable shortening (que no sé muy bien qué es pero suena medio mal), ni queso azul. En su lugar, aceite de oliva virgen y créme fraîche. Además los hice con espelta integral, para que fueran un poco más sanotes. Quedan unos scones crujientes y sabrosos, y que además aguantan muy bien de un día para otro sin ponerse blandos por la humedad del tomate. Ideal para el tupper del curro.
Ingredientes,
El cobbler es un plato anglosajón primo hermano del crumble. No se sabe exactamente cuando se originó, pero se hicieron populares durante la Segunda Guerra Mundial, porque el Ministry of Food promovió su preparación como alternativa a otros platos que necesitaban más harina o más mantequilla, ambos ingredientes escasos durante la guerra. El cobbler se suele preparar con un relleno dulce, que se hornea brevemente para luego cubrirlo con scones o algún otro tipo de galleta y terminar de hornearlo, pero yo preferí hacerlo salado, con nuestros tomates que tanto juego nos dan, inspirándome en esta receta de Joy the baker. La masa de mis scones es un poco diferente, porque no utilizo mantequilla, ni vegetable shortening (que no sé muy bien qué es pero suena medio mal), ni queso azul. En su lugar, aceite de oliva virgen y créme fraîche. Además los hice con espelta integral, para que fueran un poco más sanotes. Quedan unos scones crujientes y sabrosos, y que además aguantan muy bien de un día para otro sin ponerse blandos por la humedad del tomate. Ideal para el tupper del curro.
Ingredientes,
2 tazas y 1/2 de harina de espelta integral
2 cucharaditas de levadura de repostería
1 cucharada sopera de azúcar moreno
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta negra
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
200 ml de créme fraîche (es lo único que en las tiendas del menda que defiende la chinatización del mundo llaman "nata fresca", y lo único que me permito comprar allí, porque no lo venden en ningún otro sitio de esta isla)
Para el relleno:
2 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
2 cebollas medianas, mejor si son dulces
1 cucharada sopera de vinagre de miel (o balsámico)
800 gr de tomatitos cherry, o tomates pequeños
albahaca fresca
1 cucharada de aglio-olio-peperoncino
sal y pimienta negra
Empezamos preparando los scones:
mezclamos la harina, la levadura, el azúcar, la sal y la pimienta. Añadimos el aceite y los "restregamos" con la harina hasta tener una mezcla arenosa. Añadimos la créme fraîche y amasamos brevemente, lo justo para tener una masa homogénea. Envolvemos en un plástico y dejamos reposar en la nevera.
Para preparar el relleno:
ponemos el aceite en una sartén de fondo grueso, a fuego medio. Añadimos la cebolla cortada en juliana y cocinamos unos 20 minutos, hasta que esté caramelizada.
En una fuente de horno ponemos la cebollas caramelizada, el vinagre de miel, los tomates sin cortar, la albahaca cortada y la cucharada de aglio-olio-peperoncino. Salpimentamos y mezclamos bien. Horneamos 30 minutos a 190ºC.
Pasado ese tiempo sacamos la fuente del horno.
Estiramos la masa de los scones hasta tener una lámina de un par de centímetros de grosor. Con un cortapastas cortamos los scones y los vamos poniendo encima del relleno. Cuando tengamos toda la fuente cubierta, volvemos a meterla al horno y horneamos 30 minutos, hasta que los scones estén bien dorados y se haya evaporado un poco el líquido de los tomates.
Dejamos reposar unos 15 minutos antes de comer.
Como podéis ver en las fotos, nos lo comimos acompañado sencillamente por verduras a la plancha. Y es que si la materia prima es buena, no hace falta una preparación sofisticada para disfrutar de un plato. Calabacines y berenjena blanca a la plancha para la cena, pan casero y tomates para el desayuno. Lo esencial, así de simple.
Nuestro desayuno de las últimas semanas |
Que rico! El tomate es tan bueno, pero así parece ser muy sabroso! Hoy hablo yo también sobre el Mercado de Olivar de Palma. Allí casi todos los productos son de la huerta Mallorquín. Me hubiera gustado tener mi propia huerta! Voy a probar esta receta! Gracias.
ResponderEliminarhttp://themallorcaobserver.blogspot.com
Sophie
joer, vaya cosechón, se nota que, además de buena simiente, en esa casa se tiene buena mano, la primera foto espectacular, bss, au
ResponderEliminarGod, you are an inspiration! I have a lot of tomatoes too. I will post something about it and, if you don't mind, will link to your blog. I made your focassia recipe and it was delicious!
ResponderEliminarEsto es una maravilla!
ResponderEliminarMmm... que rico!!!
ResponderEliminarTomo nota.
Un saludo.
Kui_Netes
¡Jo qué rico!
ResponderEliminarA nosotros se nos están empezando a madurar ya los tomates, antes que otros años. A ver si tenemos una cosecha buena porque en casa somos supertomateros.
De momento anoto tu receta hasta poder hacerla con nuestros tomates y nuestros calabacines (las berenjenas no se nos han logrado).
Besos
Cristina
Una pinta estupenda este cobbler, llevo tiempo deseando hacer uno en casa :)
ResponderEliminarDeliciosos, ¡me han encantado!
¡Un beso!
Como siempre, una delicia ver la recompensa de tu huerta, sus colores y tus recetas, que aunque no podamos comerlas se ven deliciosas.
ResponderEliminarEn estos días, lamentamos mucho todo lo que está ocurriendo en esas islas tan bonitas, y esperamos que la naturaleza recupere pronto lo perdido.
Besotes
Ana y Víctor.
Nunca había oído hablar del cobber. La verdad es que apetece mucho y más con las verduritas de la huerta.
ResponderEliminarVoy a probar de hacerlo en casa, a ver que tal :)
Yo también le tenía echado el ojo a esa receta de Joy the Baker! Los crumbles dulces me encantan, tengo pendiente probar la versión cobbler y también en salado. Con tomates, sobre todo con esos maravillosos de vuestra huerta, debe estar buenísimo, menudos jugos que sueltan! Maravillosa comida, qué ricas todas las verduras :).
ResponderEliminarUn abrazo desde Oporto
Que buena pìnta, yo he hecho cobbler de ciruelas rojas, que está muy rico, pero nunca se me hubiera ocurrido hacerlo salado, genial!
ResponderEliminarSencillamente me encanta tu receta!! Las fotos me dan unas ganas de tener verdurita recién cogida. Me la quedo porque hay que probarla!! Nunca he hecho cobbler
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