Esta receta ha sido todo un descubrimiento. La he adaptado de una que encontré en el blog Wild Yeast (podéis ver la receta original, en inglés, aquí), y a partir de ahora va a ser desayuno obligado en casa (ya lo sabéis aquellos que vengáis de visita). Quedan esponjosas, sabrosas, ligeras....son las tortitas perfectas. Perfectas para comerlas antes de una dura jornada en el campo ;)
Ingredientes (para 6 tortitas grandes):
250 gr de masa madre de trigo blanco (quien aún no tenga un tarro de masa madre en su nevera, puede encontrar la manera de hacerla aquí)
1 cucharada sopera de azúcar moreno
1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
1 huevo
1/4 de cucharada de café de sal
1/2 cucharada de café de levadura en polvo para repostería
La masa madre la refresqué el día anterior, y pasó la noche en la nevera. Mezclé la masa madre con el azúcar, el aceite, la sal, la levadura y la yema del huevo. Por otro lado monté la clara a punto de nieve, y la mezclé delicadamente con el resto de ingredientes.
Calentar una sartén antiadherente, echar la masa con un cucharón, y darle la vuelta a la tortita cuando aparezcan burbujas en su superficie.
Las desayunamos untadas de crème fraîche y mermelada de fresas orgánica (parte de mi regalo de cumple). Sin palabras. Tenéis que probarlas.
Calentar una sartén antiadherente, echar la masa con un cucharón, y darle la vuelta a la tortita cuando aparezcan burbujas en su superficie.
Las desayunamos untadas de crème fraîche y mermelada de fresas orgánica (parte de mi regalo de cumple). Sin palabras. Tenéis que probarlas.