Hoy se celebra "Sinterklaas" en los Países Bajos, la víspera del día de San Nicolás. Este día a ellos les gusta mucho más que el día de Navidad, es el equivalente al día de Reyes en España. La tradición, según me explicaron, cuenta que San Nicolás llega en barco desde Madrid, a repartir regalos acompañado por su ayudante Zwarte Piet. Da igual que el Manzanares no sea navegable, y que San Nicolás fuera obispo de Myra, en Turquía, por lo que no tiene mucho sentido que venga de Madrid. Es lo que tienen las tradiciones. Los niños (y los mayores) reciben regalos y se cena con la familia. Y a los niños malos, Zwarte Piet los mete en un saco y se los lleva a Madrid, ¡donde vivía el temible Duque de Alba! Me hacía mucha gracia que a los niños, en lugar de asustarles con el coco les asustaran con el Duque de Alba (aunque la verdad, al menos la duquesa un poco de miedo sí que da...). Yo trataba de ser todo lo mala que podía para que me llevaran de vuelta a Madrid en navidades sin tener que pagar el elevado precio del billete de avión, pero nada, no había forma, San Nicolás me perdonaba y me tocaba pagarle a KLM para que mi madre cantara el "vuelve a casa vuelve". Lo que me gustaba mucho de esta tradición, es que San Nicolás iba realmente vestido de obispo, con su mitra y todo, no había sucumbido a la estúpida moda de los papanoeles, y ya sólo por eso me resultaba simpático.
Los holandeses, que son de tradición protestante, tienen una curiosa costumbre. Alguien de la familia se disfraza de sinterklaas para repartir los regalos, pero antes de darte tu regalo tienes que acercarte y confesar todos esos pequeños pecadillos que cometiste a lo largo del año, y los que no confiesas él se encarga de recordártelos, ¡y encima delante de todo el mundo!. Muchas veces para este cometido preparan canciones o poesías. Esto también lo hacen en bodas y cualquier tipo de celebración. Mis colegas de la universidad, para la fiesta de mi defensa de tesis, prepararon una canción en la que me recordaban cosas que había hecho que hasta a mi se me habían olvidado, ¡alguien se había pasado 4 años tomando notas!
Nosotros, que cuando vivíamos allí teníamos a la familia lejos, lo celebrábamos con nuestros mejores amigos, y era la mejor excusa para celebrar una navidad adelantada antes de separarnos y que cada uno se fuera a casa de sus padres para las vacaciones.
Estas galletitas que os presento hoy son típicas de este día. En las casas, o en las oficinas, suelen tener un bol con kruidnoten en estas fechas. Si tenéis algún amigo holandés que pase esta fiesta lejos de casa, regaladle una bolsa de kruidnoten y seguro que le haréis feliz.
Kruidnoten (receta de
koken.blog.nl)
Ingredientes
250 gr preparado de harina para repostería (de esa que ya lleva la levadura incluída)
125 gr azúcar moreno
100 gr mantequilla
3 cucharadas de leche
2 cucharadas de especias ("speculaaskruiden")
una pizca de sal
para el "speculaaskruiden"
6 gr canela
2 semillas de cardamomo (abrirlas y usar las semillas de dentro)
1 gr de jengibre rallado
2 gr de nuez moscada
0.5 gr de pimienta blanca
1 gr de semillas de anís
1 gr de semillas de cilantro
1 gr de clavo
preparar el speculaaskruiden fue una buena excusa para estrenar el
minicolador que me regaló Sonia ;)
Precalentar el horno a 160º.
Mezclar la harina con la sal y la especias (speculaaskruiden).
Mezclar el azúcar, la mantequilla y la leche.
Juntar ambas mezclas y amasar hasta tener una pasta suave.
Dejar reposar media hora.
Formar bolitas y ponerlas en una bandeja de horno forrada con papel.
Hornear 20 minutos, o hasta que están doraditas.
Cuando salen del horno están todavía blandas, hay que dejarlas enfriar antes de comérselas y de este modo cogen consistencia.
Prettige sinterklaas, iedereen!